09/06/2021 12:45 (UTC)
Barcelona, 9 jun (EFE).- Keith Haring era un activista del arte urbano, cuando ya enfermo de sida, y consciente de que no le quedaba mucho tiempo, se dedicó a pintar murales en sus viajes, uno de ellos el firmado en 1989 en la pared de un club de Barcelona, en una finca cuyos propietarios iban a derribar, aunque, finalmente, la obra se salvará de la piqueta.La alerta de que los nuevos dueños querían construir en este espacio -que ahora ocupan en parte unos billares- una residencia de mayores ha activado el interés de las administraciones hacia una obra que ha sido tasada en 120.000 euros.El Ayuntamiento de la ciudad, tras autentificar la pintura, puso el caso en conocimiento de la Generalitat, que ha incoado un expediente para su protección, además de informar al Ministerio de Cultura.DECLARACIONES DE GABRIEL CARRAL, DUEÑO DEL LOCAL DE BILLARES DONDE SE ENCUENTRA EL MURAL DE HARING. IMÁGENES DEL EDIFICIO QUE ALBERGA LOS BILLARES Y DEL MURAL
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