01/05/2024 07:23 (UTC)
Creta (Grecia), 1 may (EFE).- Más de 230 metros, como dos estadios Santiago Bernabéu, tiene de eslora el portaaviones de la Armada española Juan Carlos I, que con su actual presencia en aguas europeas demuestra el compromiso de España con la disuasión. Tres meses navegando desde Estambul a Helsinki para mandar un claro mensaje a Rusia: “No es rentable atacar a un aliado”.En este periplo no está solo. Le acompañan el buque de asalto anfibio Galicia, y las fragatas Blas de Lezo y Reina Sofía que conforman el grupo de combate expedicionario Dédalo 24. “Estamos aquí para contribuir a la fortaleza del mensaje de disuasión y que quede claro que no es rentable llevar a cabo una agresión contra algún país aliado de la OTAN”, asegura el contraalmirante Juan Carlos Villar, comandante de la agrupación, a un grupo de periodistas de visita en el buque en aguas de Creta, invitados por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) y el Mando de Operaciones (MOPS).IMÁGENES FACILITADAS POR EL ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA DEL PORTAAVIONES DE LA ARMADA ESPAÑOLA JUAN CARLOS I.
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