20/03/2024 10:30 (UTC)
Dollow (Somalia), 20 mar (EFE/EPA).- (Imagen: Daniel Irungu) Si la gente no puede acercarse a las vacunas, acercad las vacunas a la gente: esta es la máxima que siguen el enfermero Ahmed Garad y sus compañeros en su labor diaria para conseguir inmunizar a todos los somalíes, también en los lugares más remotos del país o controlados por yihadistas. "Empezamos el día recogiendo las vacunas del hospital en un pequeño refrigerador. Después, empaquetamos lo que necesitamos para esa jornada o para la semana entera y nos montamos en los coches", explica a EFE Garad desde el campo de desplazados de Kaharey, a las afueras de la localidad de Dollow, en el suroeste de Somalia. Enfundado en su bata blanca, este joven de 32 años habla con voz grave sentado en una silla de plástico al lado de la casa de apariencia endeble que se ha transformado hoy en el hospital del campo.IMÁGENES DE VACUNACIONES A BEBÉS DEL CAMPO DE REFUGIADOS DE KAHAREY, CERCA DE DOLLOW, SUROESTE DE SOMALIA.
Product Suggestions