De la delincuencia a las espadas de esgrima en un barrio marginal de Nairobi

Nairobi (Kenia), 22 abr (EFE).- Nadie en el barrio imaginaba que Mburu fuera pandillero, hasta que un día la policía lo fichó y le disparó a bocajarro. Fue entonces cuando el primer esgrimista en representar a Kenia decidió cambiar radicalmente su vida y la de decenas de chavales de Nairobi que, como él, podrían haber tomado "el camino equivocado". Hoy el club Tsavora Fencing Mtaani tiene 45 alumnos y es una referencia para el suburbio de Mathare, en Nairobi, gracias a la ilusión y el tesón de su fundador, Mburu: "Quería cambiar para ser un ejemplo en la comunidad, una figura positiva", declara a EFE en el pequeño espacio del centro social donde entrenan.

IMÁGENES: DANIEL IRUNGU

INCLUYE IMÁGENES DE RECURSO DE LAS PERFORMANCE DEL CLUB DE ESGRIMA, TSAVORA FENCING MATAANI, EN LAS CALLES DE NAIROBI.

INCLUYE DECLARACIONES DE ISAAC MBURU WANYOIKE.

TRADUCCIÓN:

Mi vida antes de Fencing era la delincuencia. Crecí en un ambiente marginal, en un barrio con índices de criminalidad muy alta (...) Chicos más mayores que yo me llevaron por un mal camino, me enseñaron pistolas y todo eso (...) Hubo un momento en el que casi muero. Un policía me disparó a la cara, como a tres metros de distancia y me disparó cinco veces pero gracias a Dios ninguna bala me tocó. En ese momento, que estuve cara a cara frente a la muerte, me di cuenta de que quería salir de la vida criminal y entonces me encontré con Fencing , viajé al extranjero, me entrené (....) y volví a Kenia a introducirlo en el país.

Mi mayor logro ha sido cambiar la vida de estos chicos (...) Si puedo ver que minimamente ha cambiado su vida y han ido por el buen camino, ese es mi mayor logro, sí.