Madrid, 13 nov (EFE).- El desafío de eliminar la brecha digital de género en Iberoamérica es un tema clave para el desarrollo de la región y el avance hacia la igualdad de género, y un par de estudios que se presentarán el próximo año analizan las fórmulas que puedan dar respuesta al reto.
La Secretaría General Iberoamericana (Segib) y ONU Mujeres están perfilando un informe que busca proponer respuestas para "romper con los patrones de desigualdad de género y ampliar oportunidades para (las mujeres) en carreras de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI)".
María Jesús González Sanz, experta de ONU Mujeres, explicó recientemente en uno de los paneles de la segunda edición del ciclo Horizonte Iberoamérica Digital que la transformación digital presenta "importantes desafíos que se pueden traducir en profundizar las brechas existentes e incluso generar nuevas".
"Sabemos que persisten barreras importantes para el acceso (de las mujeres) y su pleno desarrollo, no es posible afrontar la promoción de la autonomía y el empoderamiento económico de las mujeres sin tener en cuenta la influencia cada vez mayor que tiene la CTI en nuestras sociedades", dijo, por lo que es "crucial" identificar los obstáculos, entenderlos y trabajar para que esas estructuras no se perpetúen.
El análisis incluirá reflexiones sobre "fenómenos como techo de cristal, suelos pegajosos, brecha salarial, fenómenos de drenaje y temas que tienen que ver con visibilidad y reconocimiento dentro de estas carreras para las mujeres", añadió.
"Las desigualdades de género en el ámbito CTI no se pueden comprender ni abordar de manera aislada, porque están intrincadas en el conjunto de desigualdades de géneros que están que están en la sociedad y en la economía. Son brechas sistémicas y acumulativas, y por eso es muy importante intentar tener un análisis holístico de todas las fases del curso de vida de las mujeres en estos sectores a la hora de abordar políticas y estrategias", sentenció.
Informe de la OIT
En paralelo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) trabaja en la elaboración de un informe de la brecha de género en las plataformas digitales para que, una vez concluido, gobiernos, empresas y trabajadores empiecen a debatir la posibilidad "de que exista un instrumento a nivel global de economía de plataformas", explicó Paz Arancibia, especialista en género y no-discriminación del organismo, en ese mismo foro.
"El estudio pretende influir o dar datos, dar luz a lo que podría ser un instrumento internacional sobre personas trabajadoras en la economía de plataformas", resumió.
El análisis de la brecha de género en las plataformas digitales desenmascara una "trampa": la posibilidad de que las mujeres trabajen en línea impone una carga añadida del trabajo de cuidados no remunerado en una proporción desmedida en comparación a los hombres.
Además, la brecha salarial se mantiene en torno al 30 %, y no se ha roto el estereotipo sobre las mujeres y el tipo de trabajo que realizan en entornos digitales: en trabajos de programación o ciberseguridad la presencia de mujeres es "casi inexistente".
"Hay mayoría de mujeres en cuidados, hay mayoría de hombres en transportes y entrega, y muy pocas mujeres en trabajos digitales tecnificados", resumió Arancibia, quien a la vez denunció la existencia de un "sesgo de género por algoritmo" y la "prevalencia de violencia y acoso en el sector" contra las mujeres.
El papel de las empresas en la igualdad
La lucha por la igualdad de género en la región no se juega sólo en cuanto a la brecha digital y, de hecho, hace tiempo que se impulsa la participación de la mujer en el tejido empresarial para empoderarlas.
"Las empresas juegan un papel clave", recordó María-Noel Vaeza, directora regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres, en declaraciones a EFE en vísperas de la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Cuenca (Ecuador).
Para la experta, "invertir en la igualdad de género en las empresas no solo es lo correcto y la opción más justa, sino que además es lo más inteligente en términos de negocio", y lamentó que "las mujeres rara vez somos consideradas y empoderadas como soluciones y creadoras de valor".
"Las empresas juegan un rol de vital importancia para enfrentar los nudos estructurales de la desigualdad y los estereotipos de género, evitando retrocesos y propugnando un nuevo modelo de desarrollo transformador que ponga en el centro la sostenibilidad", sentenció. EFE
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