10/07/2013 12:00 (UTC)
CARACAS (VENEZUELA), 10/07/2013.- Fotografía que muestra a Ángel Sanguino (3d), un joven venezolano técnico en electrónica, junto con varios compañeros de trabajo en Caracas (Venezuela). Perder un brazo no es razón para quedarse sin él, al menos eso es lo que piensa Ángel Sanguino, un joven venezolano técnico en electrónica que decidió fabricarse un nuevo apéndice adaptado a sus actividades laborales y necesidades tras perder el suyo en un accidente. Sanguino, de 33 años, se quedó sin brazo izquierdo tras ser embestido por unos coches que hacían carreras ilegales en Caracas, y aunque le recomendaron acostumbrarse a su discapacidad, ya son dos los miembros electrónicos que se ha hecho, y no para. EFE/MIGUEL GUTIÉRREZ
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