21/04/2000 12:00 (UTC)
Cientos de miles de personas presenciaron ayer la procesión del Cristo de Medinaceli que, como cada Viernes Santo, recorrió las calles del centro de la capital entre el fervor de los congregados, algunos de ellos descalzos, con cadenas en los pies o con cruces sobre sus espaldas.La procesión, presidida por el alcalde de Madrid, J.María Alvarez del Manzano, salió a las siete de la tarde de la Basílica del Cristo de Medinaceli, precedida de miles de fieles en acto de penitencia y acompañada, este año, por la Virgen de la Dolorosa. A su llegada a la Puerta del Sol (en la foto), momento en el que comenzó a llover, la procesión se detuvo ante una nueva saeta y poesía de Gabriel y Galán, pronunciada con motivo de la celebración del año Jubilar. EFE/
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