11/09/2020 12:00 (UTC)
GRAF3037. LISBOA, 11/09/2020.-Vista del interior del colegio María Amália Vaz de Carvalho, en Lisboa. Intervalos entre clases y recreos. Son los principales dolores de cabeza en los colegios de Portugal, que se preparan para abrir la próxima semana obsesionados con evitar aglomeraciones de los estudiantes, que deberán desarrollar precisión de relojero para salir por turnos de sus aulas. Tras semanas de debate y observación de los países de su entorno, el gel y la distancia física entre pupitres, de al menos un metro, se daba por hecho como punto de partida indispensable para el millón y medio de escolares del país, y las conversaciones se enfocan en otros asuntos problemáticos. Por ejemplo, cómo mantener distancia en los pasillos durante los intervalos, en los desplazamientos al comedor, en los baños o el gimnasio para las actividades de educación física en aquellos centros que no puedan tener siempre a sus alumnos en el exterior. -EFE/ Cynthia de Benito
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