03/02/2017 12:00 (UTC)
GRA023. EL CAIRO, 03/02/2017.- La tatuadora egipcia Alia Fadaly trabaja sobre un joven musulmán, pese a que este arte es considerado "haram" (prohibido) por los predicadores musulmanes y no está regulado en Egipto. Lo más parecido a un permiso que tienen estos artistas a la hora de realizar sus diseños en un local es una licencia de "centro de belleza", por lo que afloran los lugares clandestinos donde el riesgo de contagio de una enfermedad a través de las agujas se incrementa, en un país en el que 40.000 personas están infectadas por hepatitis C. EFE/Isaac J. Martín
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