Madrid, 21 nov (EFE).- La movilidad en transporte público alcanzó en España a finales de 2023 niveles “similares o superiores” a los de 2019, según ha resaltado este jueves en Madrid la gerente técnico de la empresa pública Ineco, Rocío Cascajo, durante la tercera jornada del Global Mobility Call, organizada por IFEMA Madrid y Smobhub.Cascajo ha explicado las cifras durante la mesa redonda ‘La movilidad en transformación. Perspectivas’, en la que se ha presentado un informe del espacio Ineco Impulsa que analiza las acciones implementadas en la movilidad tras la pandemia de 2020.Según Cascajo, coautora del estudio, cada modo de transporte ha evolucionado de forma diferente; en estos años, los desplazamientos en avión aumentaron un 8 %, y en el transporte ferroviario todos los segmentos han aumentado, sobre todo los servicios regionales de media distancia, con más del 50 %, seguido de la alta velocidad y por último los servicios de cercanías, este último con menos del 1 % del aumento de la movilidad.También han surgido diferencias en las formas o motivos para desplazarnos; el ocio a larga distancia es el que más ha aumentado en detrimento de la “movilidad ocupacional”, es decir, por trabajo o por estudios, que se han visto influidos por el teletrabajo y las reuniones por videollamada.En este aumento de los viajes por ocio, el avión se vio beneficiado por la publicidad de un lugar seguro para viajar y que los habitantes de las islas, tras la pandemia, querían desplazarse fuera de ellas, así como los españoles de la península deseaban ir allí.Las “ganas de viajar” también influyeron en el uso de la alta velocidad ferroviaria, así como la apertura del corredor Madrid-Galicia o la liberalización de corredores ferroviarios, que ha abaratado las tarifas.Incluso ha aumentado la gente que se desplaza caminando, a lo que han ayudado “nuestras ciudades compactas, mediterráneas”, en palabras de Cascajo, “algo exclusivo de las ciudades españolas y que tenemos que mantener”.El informe recoge que la movilidad en coche solo ha sufrido “un arañazo”, en palabras del profesor titular de Sociología de la UNED Julio del Pino, pero ha cambiado más la imagen social del vehículo privado.“Para las generaciones anteriores, el coche simbolizaba un universo de autonomía, incluso de ascenso social”, ha contado Del Pino, mientras que los más jóvenes “se han desenganchado”: “A un joven quizá le interesa más estar conectado en el transporte público, no perder su expresión a través de lo digital”.El coordinador del estudio y experto sénior en Ineco, Javier Anibarro, ha ensalzado las subvenciones al transporte público por la crisis energética tras la guerra de Ucrania: “Se fue más audaz que en otros países”.La moderadora de la mesa y directora general de Ingeniería y Consultoría en Ineco, Patricia Rey, ha señalado que informes como este y el espacio Ineco Impulsa van en la línea de los objetivos de la empresa pública, que son “estar en la vanguardia del conocimiento de las tendencias, identificando oportunidades, amenazas y aspectos cambiantes de nuestra sociedad”. EFE jmbl/jrm
