Pollensa (Mallorca), 26 jun (EFE).- Escuchar un concierto mientras el sol se pone sobre un viejo pinar junto al mar en uno de los rincones más hermosos de Mallorca, Formentor, es una experiencia inusual que el pianista chino Lang Lang, la gran estrella actual del piano clásico, ha convertido hoy en mágica. 410 privilegiados han podido disfrutar esta tarde-noche del único recital que Lang ofrece este año en España, el primero del festival Formentor Sunset Classics, el ciclo que desde 2013 se celebra en el histórico Hotel Barceló Formentor. Durante dos horas, el gran emblema de la pujanza china en la música clásica ha exhibido su maestría con un programa que ha arrancado con "Las estaciones" de Chaikovski, ha continuado con el "Concierto italiano" de Bach y ha culminado con unos extraordinarios "Cuatro scherzos" de Chopin. Lang ha comparecido ante el público de Formentor vestido como corresponde a su edad, 33 años, y a su estatus de músico clásico con fama y modos de estrella pop: pantalón y camisa negros, calzado deportivo y una americana de rallas horizontales blancas y negras. Atavíos aparte, una vez sentado al piano ha hecho gala de un dominio técnico y una sensibilidad propios de un maestro consagrado que llena los más prestigiosos auditorios del mundo y que, sabedor de la importancia de atraer público joven, no desdeña colaboraciones con figuras del pop ni actuaciones ante grandes audiencias. Sin el apoyo de partitura, como en todo el concierto, Lang ha interpretado las doce piezas (una por mes del año) de "Las estaciones" de Chaikovski de manera relajada, con su habitual balanceo de brazos arriba y abajo y con la cabeza atrás y la mirada al cielo en los pasajes más románticos. Como si adecuara sus ademanes a cada obra que aborda, el intérprete se ha volcado más sobre el piano en un "Concierto italiano" de Bach, en el que ha subrayado con vigor el juego contrapuntístico de la pieza. Tras el intermedio, una vez apaciguados con la caída de la noche los pájaros que han subrayado la naturalidad del entorno desde el principio del concierto, Lang ha hecho un alarde de introspección y sensibilidad con los "Cuatro squerzos" de Chopin, uno de sus compositores predilectos. Completamente imbuido de la música del polaco y entregado a su interpretación, ha exhibido el principio que expuso ayer en la presentación del concierto: "Un buen pianista es un buen comunicador". Antes de un breve bis, Lang se ha dirigido al público para agradecer los aplausos y la oportunidad de actuar en un espacio idílico y con un tiempo que "es como el cielo", ha dicho. El Formentor Sunset Classics, que en sus anteriores ediciones ha contado con figuras como Zubin Mehta, Kiri Te Kanawa y Daniel Barenboim, continuará el próximo 17 de julio con la violinista Ana María Valderrama y concluirá el 8 de octubre con el barítono Thomas Hampson. EFE bal/plv (foto) (vídeo)
