22/07/2002 12:00 (UTC)
La fotógrafa alemana Ursula Schulz-Dorburg ha realizado durante las dos últimas décadas un trabajo fotográfico de altísima calidad, un trabajo en el que ha reflejado espacios del hombre, aunque el hombre rara vez aparece en sus imágenes.
Ursula Schulz-Dorburg ha recorrido medio mundo, durante las dos últimas décadas, para realizar un trabajo notable. Con sus fotografías, ha hallado poesía y miserio de paisajes aparentemente vacíos.Bonn, Dusseldorf, Hamburgo, Viena, Amsterdam, Chicago y Nueva York ya han visto las imágenes de la fotógrafo alemana. Ahora están en Valencia, en el prestigioso IVAM, Instituto Valenciano de Arte Moderno, hasta el 15 de septiembre.El espectador se encuentra ante arquitecturas calladas y aparentemente fuera del tiempo; territorios intermedios en los que convive el hombre con un espacio o una arquitectura aparentemente inapropiada; o manifestaciones lumínicas que ayudan a revelar el fin de una construcción religiosa.Todo, aparentemente, resulta frío. Se notan las ausencias del ser humano; pero en medio de la ausencia se revela la presencia del mismo; se percibe una huella lejana que sembró destellos cubistas en una gruta de eremitas, o la fría inteligencia de quien ubicó un oportuno ventanal...
La fotógrafa alemana Ursula Schulz-Dorburg ha realizado durante las dos últimas décadas un trabajo fotográfico de altísima calidad, un trabajo en el que ha reflejado espacios del hombre, aunque el hombre rara vez aparece en sus imágenes.
Ursula Schulz-Dorburg ha recorrido medio mundo, durante las dos últimas décadas, para realizar un trabajo notable. Con sus fotografías, ha hallado poesía y miserio de paisajes aparentemente vacíos.Bonn, Dusseldorf, Hamburgo, Viena, Amsterdam, Chicago y Nueva York ya han visto las imágenes de la fotógrafo alemana. Ahora están en Valencia, en el prestigioso IVAM, Instituto Valenciano de Arte Moderno, hasta el 15 de septiembre.El espectador se encuentra ante arquitecturas calladas y aparentemente fuera del tiempo; territorios intermedios en los que convive el hombre con un espacio o una arquitectura aparentemente inapropiada; o manifestaciones lumínicas que ayudan a revelar el fin de una construcción religiosa.Todo, aparentemente, resulta frío. Se notan las ausencias del ser humano; pero en medio de la ausencia se revela la presencia del mismo; se percibe una huella lejana que sembró destellos cubistas en una gruta de eremitas, o la fría inteligencia de quien ubicó un oportuno ventanal...
La fotógrafa alemana Ursula Schulz-Dorburg ha realizado durante las dos últimas décadas un trabajo fotográfico de altísima calidad, un trabajo en el que ha reflejado espacios del hombre, aunque el hombre rara vez aparece en sus imágenes.
Ursula Schulz-Dorburg ha recorrido medio mundo, durante las dos últimas décadas, para realizar un trabajo notable. Con sus fotografías, ha hallado poesía y miserio de paisajes aparentemente vacíos.Bonn, Dusseldorf, Hamburgo, Viena, Amsterdam, Chicago y Nueva York ya han visto las imágenes de la fotógrafo alemana. Ahora están en Valencia, en el prestigioso IVAM, Instituto Valenciano de Arte Moderno, hasta el 15 de septiembre.El espectador se encuentra ante arquitecturas calladas y aparentemente fuera del tiempo; territorios intermedios en los que convive el hombre con un espacio o una arquitectura aparentemente inapropiada; o manifestaciones lumínicas que ayudan a revelar el fin de una construcción religiosa.Todo, aparentemente, resulta frío. Se notan las ausencias del ser humano; pero en medio de la ausencia se revela la presencia del mismo; se percibe una huella lejana que sembró destellos cubistas en una gruta de eremitas, o la fría inteligencia de quien ubicó un oportuno ventanal...
La fotógrafa alemana Ursula Schulz-Dorburg ha realizado durante las dos últimas décadas un trabajo fotográfico de altísima calidad, un trabajo en el que ha reflejado espacios del hombre, aunque el hombre rara vez aparece en sus imágenes.
Ursula Schulz-Dorburg ha recorrido medio mundo, durante las dos últimas décadas, para realizar un trabajo notable. Con sus fotografías, ha hallado poesía y miserio de paisajes aparentemente vacíos.Bonn, Dusseldorf, Hamburgo, Viena, Amsterdam, Chicago y Nueva York ya han visto las imágenes de la fotógrafo alemana. Ahora están en Valencia, en el prestigioso IVAM, Instituto Valenciano de Arte Moderno, hasta el 15 de septiembre.El espectador se encuentra ante arquitecturas calladas y aparentemente fuera del tiempo; territorios intermedios en los que convive el hombre con un espacio o una arquitectura aparentemente inapropiada; o manifestaciones lumínicas que ayudan a revelar el fin de una construcción religiosa.Todo, aparentemente, resulta frío. Se notan las ausencias del ser humano; pero en medio de la ausencia se revela la presencia del mismo; se percibe una huella lejana que sembró destellos cubistas en una gruta de eremitas, o la fría inteligencia de quien ubicó un oportuno ventanal...
La fotógrafa alemana Ursula Schulz-Dorburg ha realizado durante las dos últimas décadas un trabajo fotográfico de altísima calidad, un trabajo en el que ha reflejado espacios del hombre, aunque el hombre rara vez aparece en sus imágenes.
Ursula Schulz-Dorburg ha recorrido medio mundo, durante las dos últimas décadas, para realizar un trabajo notable. Con sus fotografías, ha hallado poesía y miserio de paisajes aparentemente vacíos.Bonn, Dusseldorf, Hamburgo, Viena, Amsterdam, Chicago y Nueva York ya han visto las imágenes de la fotógrafo alemana. Ahora están en Valencia, en el prestigioso IVAM, Instituto Valenciano de Arte Moderno, hasta el 15 de septiembre.El espectador se encuentra ante arquitecturas calladas y aparentemente fuera del tiempo; territorios intermedios en los que convive el hombre con un espacio o una arquitectura aparentemente inapropiada; o manifestaciones lumínicas que ayudan a revelar el fin de una construcción religiosa.Todo, aparentemente, resulta frío. Se notan las ausencias del ser humano; pero en medio de la ausencia se revela la presencia del mismo; se percibe una huella lejana que sembró destellos cubistas en una gruta de eremitas, o la fría inteligencia de quien ubicó un oportuno ventanal...
La fotógrafa alemana Ursula Schulz-Dorburg ha realizado durante las dos últimas décadas un trabajo fotográfico de altísima calidad, un trabajo en el que ha reflejado espacios del hombre, aunque el hombre rara vez aparece en sus imágenes.
Ursula Schulz-Dorburg ha recorrido medio mundo, durante las dos últimas décadas, para realizar un trabajo notable. Con sus fotografías, ha hallado poesía y miserio de paisajes aparentemente vacíos.Bonn, Dusseldorf, Hamburgo, Viena, Amsterdam, Chicago y Nueva York ya han visto las imágenes de la fotógrafo alemana. Ahora están en Valencia, en el prestigioso IVAM, Instituto Valenciano de Arte Moderno, hasta el 15 de septiembre.El espectador se encuentra ante arquitecturas calladas y aparentemente fuera del tiempo; territorios intermedios en los que convive el hombre con un espacio o una arquitectura aparentemente inapropiada; o manifestaciones lumínicas que ayudan a revelar el fin de una construcción religiosa.Todo, aparentemente, resulta frío. Se notan las ausencias del ser humano; pero en medio de la ausencia se revela la presencia del mismo; se percibe una huella lejana que sembró destellos cubistas en una gruta de eremitas, o la fría inteligencia de quien ubicó un oportuno ventanal...
Story content:
Fotografía de una de las grutas eremíticas del entorno georgiano
Parada de autobús. Armenia
Imagen tomada en el Museo del Ártico de San Petesburgo
Imagen del entorno pantanoso del Tigris
Luz en interior de ermita, en el camino de Santiago
Luz en interior de ermita, en el camino de Santiago
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