Una silla para el compositor

“Tête à tête” es una colección que pretende hacer accesible los imprescindibles de la música clásica a través del diseño y una resumida explicación de las piezas de Mozart, Handel, Bach, Biber, Corelli, Couperin, Scarlatti, Vivaldi o Schumann. Las cubiertas de estos dobles álbumes se ilustran con las sillas más bellas del mundo forjadas en los estudios de Gallé, Carlo Bugatti, Eero Aarnio, Studio 65, Jean-Charles de Castelbajac…

Repertorios clásicos como las suites para violonchelo de Bach, el “Mesías” de Handel o los conciertos para piano de Mozart, las “Vísperas” de Vivaldi, las sonatas de Biber, las cantatas de A. Scarlatti y los Concerti Grossi de Corelli se encuentran disponibles con la curiosidad de unas portadas repletas de sillas. Mobiliario barroco, neorromántico, moderno, abstracto inspirado por cada una de las composiciones magnas.

Una manera más templada de acercar la clásica al gran público con la complicidad de la imagen y unos textos breves pero accesibles. Así, el chelo de Peter Bruns desgaja una a una las seis Suites de Johan Sebastian Bach; el Concerto Italiano y Rinaldo Alessandrini imaginan el Arte de la Fuga del mismo autor; los solos vertiginosos del violinista Biber a través de las pulsaciones de Manfredo Kraemer; las pocas obras que legó Corelli – recobradas por Fabio Biondi-; las piezas para clavecín de Couperin en las manos de Blandine Verlet; “La Maddalena” de Alessandro Scarlatti...

“Tête à tête” es una colección que pretende hacer accesible los imprescindibles de la música clásica a través del diseño y una resumida explicación de las piezas de Mozart, Handel, Bach, Biber, Corelli, Couperin, Scarlatti, Vivaldi o Schumann. Las cubiertas de estos dobles álbumes se ilustran con las sillas más bellas del mundo forjadas en los estudios de Gallé, Carlo Bugatti, Eero Aarnio, Studio 65, Jean-Charles de Castelbajac…

Repertorios clásicos como las suites para violonchelo de Bach, el “Mesías” de Handel o los conciertos para piano de Mozart, las “Vísperas” de Vivaldi, las sonatas de Biber, las cantatas de A. Scarlatti y los Concerti Grossi de Corelli se encuentran disponibles con la curiosidad de unas portadas repletas de sillas. Mobiliario barroco, neorromántico, moderno, abstracto inspirado por cada una de las composiciones magnas.

Una manera más templada de acercar la clásica al gran público con la complicidad de la imagen y unos textos breves pero accesibles. Así, el chelo de Peter Bruns desgaja una a una las seis Suites de Johan Sebastian Bach; el Concerto Italiano y Rinaldo Alessandrini imaginan el Arte de la Fuga del mismo autor; los solos vertiginosos del violinista Biber a través de las pulsaciones de Manfredo Kraemer; las pocas obras que legó Corelli – recobradas por Fabio Biondi-; las piezas para clavecín de Couperin en las manos de Blandine Verlet; “La Maddalena” de Alessandro Scarlatti...

“Tête à tête” es una colección que pretende hacer accesible los imprescindibles de la música clásica a través del diseño y una resumida explicación de las piezas de Mozart, Handel, Bach, Biber, Corelli, Couperin, Scarlatti, Vivaldi o Schumann. Las cubiertas de estos dobles álbumes se ilustran con las sillas más bellas del mundo forjadas en los estudios de Gallé, Carlo Bugatti, Eero Aarnio, Studio 65, Jean-Charles de Castelbajac…

Repertorios clásicos como las suites para violonchelo de Bach, el “Mesías” de Handel o los conciertos para piano de Mozart, las “Vísperas” de Vivaldi, las sonatas de Biber, las cantatas de A. Scarlatti y los Concerti Grossi de Corelli se encuentran disponibles con la curiosidad de unas portadas repletas de sillas. Mobiliario barroco, neorromántico, moderno, abstracto inspirado por cada una de las composiciones magnas.

Una manera más templada de acercar la clásica al gran público con la complicidad de la imagen y unos textos breves pero accesibles. Así, el chelo de Peter Bruns desgaja una a una las seis Suites de Johan Sebastian Bach; el Concerto Italiano y Rinaldo Alessandrini imaginan el Arte de la Fuga del mismo autor; los solos vertiginosos del violinista Biber a través de las pulsaciones de Manfredo Kraemer; las pocas obras que legó Corelli – recobradas por Fabio Biondi-; las piezas para clavecín de Couperin en las manos de Blandine Verlet; “La Maddalena” de Alessandro Scarlatti...