Russell Crowe: masculinidad proscrita

Con tanta metrosexualidad, rostros pluscuamperfectos y galanes sensibles, el estrellato del neozelandés Russell Crowe se encargó de cubrir un hueco: el del hombre asilvestrado, rudo y de fuerza desbocada que sólo abre su corazón en el momento adecuado y en el lugar adecuado. Una vacante que habían dejado Marlon Brando y Richard Burton y que le permitió saltar a la fama vistiendo faldas de "Gladiator". Ahora, su masculinidad proscrita lleva a cabo un nuevo asalto como el primer "Robin Hood" del siglo XXI.

DESTACADOS:.

-- Russell Crowe estrena en mayo su quinta colaboración con Ridley Scott: una peculiar visión de "Robin Hood" sin mallas ni acrobacias, con menos flechas, más kilos y luchando del bando del rey Juan.

-- El actor neozelandés ha desempolvado el atractivo de la masculinidad sin paliativos y los excesos de la vida personal, detenciones policiales incluidas, en una época dominada por la feminización de los galanes y la corrección política.

-- Ha sido una de las estrellas con mejor olfato durante la transición del siglo XX al XXI: en siete años colocó cinco títulos en la batalla por el Óscar a la mejor película. Además es cantante, como demostrará en su próximo proyecto: "A Star is Born".

A menudo, con la evolución en cuestiones de derechos, en la apertura de la escala de grises entre masculinidad y feminidad, se olvida el poder de la fórmula añeja de un verdadero macho. No el que se alinea con su "ismo", sino el que se abandera con la nobleza y la fuerza no reñidas con la...

Con tanta metrosexualidad, rostros pluscuamperfectos y galanes sensibles, el estrellato del neozelandés Russell Crowe se encargó de cubrir un hueco: el del hombre asilvestrado, rudo y de fuerza desbocada que sólo abre su corazón en el momento adecuado y en el lugar adecuado. Una vacante que habían dejado Marlon Brando y Richard Burton y que le permitió saltar a la fama vistiendo faldas de "Gladiator". Ahora, su masculinidad proscrita lleva a cabo un nuevo asalto como el primer "Robin Hood" del siglo XXI.

DESTACADOS:.

-- Russell Crowe estrena en mayo su quinta colaboración con Ridley Scott: una peculiar visión de "Robin Hood" sin mallas ni acrobacias, con menos flechas, más kilos y luchando del bando del rey Juan.

-- El actor neozelandés ha desempolvado el atractivo de la masculinidad sin paliativos y los excesos de la vida personal, detenciones policiales incluidas, en una época dominada por la feminización de los galanes y la corrección política.

-- Ha sido una de las estrellas con mejor olfato durante la transición del siglo XX al XXI: en siete años colocó cinco títulos en la batalla por el Óscar a la mejor película. Además es cantante, como demostrará en su próximo proyecto: "A Star is Born".

A menudo, con la evolución en cuestiones de derechos, en la apertura de la escala de grises entre masculinidad y feminidad, se olvida el poder de la fórmula añeja de un verdadero macho. No el que se alinea con su "ismo", sino el que se abandera con la nobleza y la fuerza no reñidas con la...

Con tanta metrosexualidad, rostros pluscuamperfectos y galanes sensibles, el estrellato del neozelandés Russell Crowe se encargó de cubrir un hueco: el del hombre asilvestrado, rudo y de fuerza desbocada que sólo abre su corazón en el momento adecuado y en el lugar adecuado. Una vacante que habían dejado Marlon Brando y Richard Burton y que le permitió saltar a la fama vistiendo faldas de "Gladiator". Ahora, su masculinidad proscrita lleva a cabo un nuevo asalto como el primer "Robin Hood" del siglo XXI.

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-- Russell Crowe estrena en mayo su quinta colaboración con Ridley Scott: una peculiar visión de "Robin Hood" sin mallas ni acrobacias, con menos flechas, más kilos y luchando del bando del rey Juan.

-- El actor neozelandés ha desempolvado el atractivo de la masculinidad sin paliativos y los excesos de la vida personal, detenciones policiales incluidas, en una época dominada por la feminización de los galanes y la corrección política.

-- Ha sido una de las estrellas con mejor olfato durante la transición del siglo XX al XXI: en siete años colocó cinco títulos en la batalla por el Óscar a la mejor película. Además es cantante, como demostrará en su próximo proyecto: "A Star is Born".

A menudo, con la evolución en cuestiones de derechos, en la apertura de la escala de grises entre masculinidad y feminidad, se olvida el poder de la fórmula añeja de un verdadero macho. No el que se alinea con su "ismo", sino el que se abandera con la nobleza y la fuerza no reñidas con la...

Con tanta metrosexualidad, rostros pluscuamperfectos y galanes sensibles, el estrellato del neozelandés Russell Crowe se encargó de cubrir un hueco: el del hombre asilvestrado, rudo y de fuerza desbocada que sólo abre su corazón en el momento adecuado y en el lugar adecuado. Una vacante que habían dejado Marlon Brando y Richard Burton y que le permitió saltar a la fama vistiendo faldas de "Gladiator". Ahora, su masculinidad proscrita lleva a cabo un nuevo asalto como el primer "Robin Hood" del siglo XXI.

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-- Russell Crowe estrena en mayo su quinta colaboración con Ridley Scott: una peculiar visión de "Robin Hood" sin mallas ni acrobacias, con menos flechas, más kilos y luchando del bando del rey Juan.

-- El actor neozelandés ha desempolvado el atractivo de la masculinidad sin paliativos y los excesos de la vida personal, detenciones policiales incluidas, en una época dominada por la feminización de los galanes y la corrección política.

-- Ha sido una de las estrellas con mejor olfato durante la transición del siglo XX al XXI: en siete años colocó cinco títulos en la batalla por el Óscar a la mejor película. Además es cantante, como demostrará en su próximo proyecto: "A Star is Born".

A menudo, con la evolución en cuestiones de derechos, en la apertura de la escala de grises entre masculinidad y feminidad, se olvida el poder de la fórmula añeja de un verdadero macho. No el que se alinea con su "ismo", sino el que se abandera con la nobleza y la fuerza no reñidas con la...

Con tanta metrosexualidad, rostros pluscuamperfectos y galanes sensibles, el estrellato del neozelandés Russell Crowe se encargó de cubrir un hueco: el del hombre asilvestrado, rudo y de fuerza desbocada que sólo abre su corazón en el momento adecuado y en el lugar adecuado. Una vacante que habían dejado Marlon Brando y Richard Burton y que le permitió saltar a la fama vistiendo faldas de "Gladiator". Ahora, su masculinidad proscrita lleva a cabo un nuevo asalto como el primer "Robin Hood" del siglo XXI.

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-- Russell Crowe estrena en mayo su quinta colaboración con Ridley Scott: una peculiar visión de "Robin Hood" sin mallas ni acrobacias, con menos flechas, más kilos y luchando del bando del rey Juan.

-- El actor neozelandés ha desempolvado el atractivo de la masculinidad sin paliativos y los excesos de la vida personal, detenciones policiales incluidas, en una época dominada por la feminización de los galanes y la corrección política.

-- Ha sido una de las estrellas con mejor olfato durante la transición del siglo XX al XXI: en siete años colocó cinco títulos en la batalla por el Óscar a la mejor película. Además es cantante, como demostrará en su próximo proyecto: "A Star is Born".

A menudo, con la evolución en cuestiones de derechos, en la apertura de la escala de grises entre masculinidad y feminidad, se olvida el poder de la fórmula añeja de un verdadero macho. No el que se alinea con su "ismo", sino el que se abandera con la nobleza y la fuerza no reñidas con la...