21/06/2010 12:00 (UTC)
Se casaba una princesa y un plebeyo. Era una historia de amor, de esas que concitan la atención de los ciudadanos, aunque no sean nobles ni hidalgos. La heredera al trono sueco, Victoria, se casó con su entrenador personal, Daniel Westling. Lucía un sol espléndido. Como testigos del enlace, se congregaron 11 soberanos y 15 príncipes. La última boda que reunió a tantos monarcas y herederos fue la de los príncipes de España, Felipe y Letizia.
DESTACADOS:.*** La ceremonia luterana duró media hora y fue impartida por tres obispos a los que acompañaba una “arzobispa”, tal como exige el protocolo sueco.*** La princesa entró del brazo de su padre, el rey Gustavo, quien, al llegar al altar, cedió su mano a su futuro esposo, que se iba a convertir en príncipe y duque de Västergötland. *** “Gracias por darme a mi Príncipe”, dijo Victoria, dirigiéndose a sus súbditos, y a su marido, Daniel, se le llenaron los ojos de lágrimas. Desde primera hora de la mañana, 6.000 soldados, el dispositivo de seguridad, vigilaban los alrededores de la catedral de San Nicolás, en Estocolmo, donde tuvo lugar la ceremonia luterana, que duró media hora y fue impartida por tres obispos a los que acompañaba una “arzobispa”, tal como exige el protocolo sueco. Estaban acreditados, para cubrir la ceremonia, 2.000 periodistas de todo el mundo. La princesa entró del brazo de su padre, el rey Gustavo, quien, al llegar al altar, cedió su mano a su futuro...
Se casaba una princesa y un plebeyo. Era una historia de amor, de esas que concitan la atención de los ciudadanos, aunque no sean nobles ni hidalgos. La heredera al trono sueco, Victoria, se casó con su entrenador personal, Daniel Westling. Lucía un sol espléndido. Como testigos del enlace, se congregaron 11 soberanos y 15 príncipes. La última boda que reunió a tantos monarcas y herederos fue la de los príncipes de España, Felipe y Letizia.
DESTACADOS:.*** La ceremonia luterana duró media hora y fue impartida por tres obispos a los que acompañaba una “arzobispa”, tal como exige el protocolo sueco.*** La princesa entró del brazo de su padre, el rey Gustavo, quien, al llegar al altar, cedió su mano a su futuro esposo, que se iba a convertir en príncipe y duque de Västergötland. *** “Gracias por darme a mi Príncipe”, dijo Victoria, dirigiéndose a sus súbditos, y a su marido, Daniel, se le llenaron los ojos de lágrimas. Desde primera hora de la mañana, 6.000 soldados, el dispositivo de seguridad, vigilaban los alrededores de la catedral de San Nicolás, en Estocolmo, donde tuvo lugar la ceremonia luterana, que duró media hora y fue impartida por tres obispos a los que acompañaba una “arzobispa”, tal como exige el protocolo sueco. Estaban acreditados, para cubrir la ceremonia, 2.000 periodistas de todo el mundo. La princesa entró del brazo de su padre, el rey Gustavo, quien, al llegar al altar, cedió su mano a su futuro...
Se casaba una princesa y un plebeyo. Era una historia de amor, de esas que concitan la atención de los ciudadanos, aunque no sean nobles ni hidalgos. La heredera al trono sueco, Victoria, se casó con su entrenador personal, Daniel Westling. Lucía un sol espléndido. Como testigos del enlace, se congregaron 11 soberanos y 15 príncipes. La última boda que reunió a tantos monarcas y herederos fue la de los príncipes de España, Felipe y Letizia.
DESTACADOS:.*** La ceremonia luterana duró media hora y fue impartida por tres obispos a los que acompañaba una “arzobispa”, tal como exige el protocolo sueco.*** La princesa entró del brazo de su padre, el rey Gustavo, quien, al llegar al altar, cedió su mano a su futuro esposo, que se iba a convertir en príncipe y duque de Västergötland. *** “Gracias por darme a mi Príncipe”, dijo Victoria, dirigiéndose a sus súbditos, y a su marido, Daniel, se le llenaron los ojos de lágrimas. Desde primera hora de la mañana, 6.000 soldados, el dispositivo de seguridad, vigilaban los alrededores de la catedral de San Nicolás, en Estocolmo, donde tuvo lugar la ceremonia luterana, que duró media hora y fue impartida por tres obispos a los que acompañaba una “arzobispa”, tal como exige el protocolo sueco. Estaban acreditados, para cubrir la ceremonia, 2.000 periodistas de todo el mundo. La princesa entró del brazo de su padre, el rey Gustavo, quien, al llegar al altar, cedió su mano a su futuro...
Se casaba una princesa y un plebeyo. Era una historia de amor, de esas que concitan la atención de los ciudadanos, aunque no sean nobles ni hidalgos. La heredera al trono sueco, Victoria, se casó con su entrenador personal, Daniel Westling. Lucía un sol espléndido. Como testigos del enlace, se congregaron 11 soberanos y 15 príncipes. La última boda que reunió a tantos monarcas y herederos fue la de los príncipes de España, Felipe y Letizia.
DESTACADOS:.*** La ceremonia luterana duró media hora y fue impartida por tres obispos a los que acompañaba una “arzobispa”, tal como exige el protocolo sueco.*** La princesa entró del brazo de su padre, el rey Gustavo, quien, al llegar al altar, cedió su mano a su futuro esposo, que se iba a convertir en príncipe y duque de Västergötland. *** “Gracias por darme a mi Príncipe”, dijo Victoria, dirigiéndose a sus súbditos, y a su marido, Daniel, se le llenaron los ojos de lágrimas. Desde primera hora de la mañana, 6.000 soldados, el dispositivo de seguridad, vigilaban los alrededores de la catedral de San Nicolás, en Estocolmo, donde tuvo lugar la ceremonia luterana, que duró media hora y fue impartida por tres obispos a los que acompañaba una “arzobispa”, tal como exige el protocolo sueco. Estaban acreditados, para cubrir la ceremonia, 2.000 periodistas de todo el mundo. La princesa entró del brazo de su padre, el rey Gustavo, quien, al llegar al altar, cedió su mano a su futuro...
Se casaba una princesa y un plebeyo. Era una historia de amor, de esas que concitan la atención de los ciudadanos, aunque no sean nobles ni hidalgos. La heredera al trono sueco, Victoria, se casó con su entrenador personal, Daniel Westling. Lucía un sol espléndido. Como testigos del enlace, se congregaron 11 soberanos y 15 príncipes. La última boda que reunió a tantos monarcas y herederos fue la de los príncipes de España, Felipe y Letizia.
DESTACADOS:.*** La ceremonia luterana duró media hora y fue impartida por tres obispos a los que acompañaba una “arzobispa”, tal como exige el protocolo sueco.*** La princesa entró del brazo de su padre, el rey Gustavo, quien, al llegar al altar, cedió su mano a su futuro esposo, que se iba a convertir en príncipe y duque de Västergötland. *** “Gracias por darme a mi Príncipe”, dijo Victoria, dirigiéndose a sus súbditos, y a su marido, Daniel, se le llenaron los ojos de lágrimas. Desde primera hora de la mañana, 6.000 soldados, el dispositivo de seguridad, vigilaban los alrededores de la catedral de San Nicolás, en Estocolmo, donde tuvo lugar la ceremonia luterana, que duró media hora y fue impartida por tres obispos a los que acompañaba una “arzobispa”, tal como exige el protocolo sueco. Estaban acreditados, para cubrir la ceremonia, 2.000 periodistas de todo el mundo. La princesa entró del brazo de su padre, el rey Gustavo, quien, al llegar al altar, cedió su mano a su futuro...
Story content:
La princesa heredera Victoria de Suecia (izda) y Daniel Westling intercambian las alianzas durante la ceremonia religiosa en la que contrajeron matrimonio, en la catedral de San Nicolás de Estocolmo, Suecia .
El príncipe Daniel Westling y su esposa, la princesa Victoria de Suecia bailan el vals nupcial, durante la celebración de su boda en el Palacio Real de Estocolmo. EFE/JONAS EKSTROMER/PROHIBIDO SU USO EN SUECIA
El príncipe Daniel, duque de Västergötland (dcha), recibe un beso de su esposa, la princesa heredera Victoria de Suecia, en el balcón del Palacio Real de Estocolmo (Suecia) tras su boda en la catedral de San Nicolás de la capital sueca. EFE/Jochen Luebke
El príncipe de España, don Felipe de Borbón, y la princesa Letizia.
La infanta de España, doña Elena de Borbón.
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