Siempre nos quedará… Ingrid Bergman

El 29 de agosto se cumplen veinte años de su fallecimiento. Sus numerosas películas, su tres estatuillas, así como su rostro inmortalizado en celuloide permanecen revestidos de ese halo que sólo Hollywood brinda. El paso del tiempo no ha borrado su trabajo, pero sí ha eliminado algunas de las sombras de su vida. Las luces de los focos vuelven a iluminar hoy a Ingrid Bergman.

Una infancia poco deseada fue la que le tocó vivir a la que sería por un tiempo la estrella más amada de Hollwood. Ingrid Bergman nació en Estocolmo (Suecia) en el seno de una familia acomodada. A los dos años perdió a su madre; con doce a su padre y vivió a partir de entonces con sus tíos.

Su pasión por Rossellini, así como la pasión de América por ella, acabaron volviéndose en su contra. A pesar de ello, Bergman reconoció: “No me arrepiento de nada de lo que hecho. Me arrepiento de lo que no he hecho”.

La holgada situación económica de su familia, permitió que Ingrid Bergman se matriculara en la Real Escuela de Arte dramático de Estocolmo (Suecia), su ciudad natal. Sólo cursó dos años. En 1934 dejó los estudios para interpretar su primer papel, de criada, en la película “El collar”.

Desde entonces y hasta 1939, fecha en que se trasladó a Norteamérica, actúo en doce películas europeas. A Hollywood llegó de la mano del director David Selznick, que dijo de ella: “Desde el momento que...

El 29 de agosto se cumplen veinte años de su fallecimiento. Sus numerosas películas, su tres estatuillas, así como su rostro inmortalizado en celuloide permanecen revestidos de ese halo que sólo Hollywood brinda. El paso del tiempo no ha borrado su trabajo, pero sí ha eliminado algunas de las sombras de su vida. Las luces de los focos vuelven a iluminar hoy a Ingrid Bergman.

Una infancia poco deseada fue la que le tocó vivir a la que sería por un tiempo la estrella más amada de Hollwood. Ingrid Bergman nació en Estocolmo (Suecia) en el seno de una familia acomodada. A los dos años perdió a su madre; con doce a su padre y vivió a partir de entonces con sus tíos.

Su pasión por Rossellini, así como la pasión de América por ella, acabaron volviéndose en su contra. A pesar de ello, Bergman reconoció: “No me arrepiento de nada de lo que hecho. Me arrepiento de lo que no he hecho”.

La holgada situación económica de su familia, permitió que Ingrid Bergman se matriculara en la Real Escuela de Arte dramático de Estocolmo (Suecia), su ciudad natal. Sólo cursó dos años. En 1934 dejó los estudios para interpretar su primer papel, de criada, en la película “El collar”.

Desde entonces y hasta 1939, fecha en que se trasladó a Norteamérica, actúo en doce películas europeas. A Hollywood llegó de la mano del director David Selznick, que dijo de ella: “Desde el momento que...

El 29 de agosto se cumplen veinte años de su fallecimiento. Sus numerosas películas, su tres estatuillas, así como su rostro inmortalizado en celuloide permanecen revestidos de ese halo que sólo Hollywood brinda. El paso del tiempo no ha borrado su trabajo, pero sí ha eliminado algunas de las sombras de su vida. Las luces de los focos vuelven a iluminar hoy a Ingrid Bergman.

Una infancia poco deseada fue la que le tocó vivir a la que sería por un tiempo la estrella más amada de Hollwood. Ingrid Bergman nació en Estocolmo (Suecia) en el seno de una familia acomodada. A los dos años perdió a su madre; con doce a su padre y vivió a partir de entonces con sus tíos.

Su pasión por Rossellini, así como la pasión de América por ella, acabaron volviéndose en su contra. A pesar de ello, Bergman reconoció: “No me arrepiento de nada de lo que hecho. Me arrepiento de lo que no he hecho”.

La holgada situación económica de su familia, permitió que Ingrid Bergman se matriculara en la Real Escuela de Arte dramático de Estocolmo (Suecia), su ciudad natal. Sólo cursó dos años. En 1934 dejó los estudios para interpretar su primer papel, de criada, en la película “El collar”.

Desde entonces y hasta 1939, fecha en que se trasladó a Norteamérica, actúo en doce películas europeas. A Hollywood llegó de la mano del director David Selznick, que dijo de ella: “Desde el momento que...

El 29 de agosto se cumplen veinte años de su fallecimiento. Sus numerosas películas, su tres estatuillas, así como su rostro inmortalizado en celuloide permanecen revestidos de ese halo que sólo Hollywood brinda. El paso del tiempo no ha borrado su trabajo, pero sí ha eliminado algunas de las sombras de su vida. Las luces de los focos vuelven a iluminar hoy a Ingrid Bergman.

Una infancia poco deseada fue la que le tocó vivir a la que sería por un tiempo la estrella más amada de Hollwood. Ingrid Bergman nació en Estocolmo (Suecia) en el seno de una familia acomodada. A los dos años perdió a su madre; con doce a su padre y vivió a partir de entonces con sus tíos.

Su pasión por Rossellini, así como la pasión de América por ella, acabaron volviéndose en su contra. A pesar de ello, Bergman reconoció: “No me arrepiento de nada de lo que hecho. Me arrepiento de lo que no he hecho”.

La holgada situación económica de su familia, permitió que Ingrid Bergman se matriculara en la Real Escuela de Arte dramático de Estocolmo (Suecia), su ciudad natal. Sólo cursó dos años. En 1934 dejó los estudios para interpretar su primer papel, de criada, en la película “El collar”.

Desde entonces y hasta 1939, fecha en que se trasladó a Norteamérica, actúo en doce películas europeas. A Hollywood llegó de la mano del director David Selznick, que dijo de ella: “Desde el momento que...

El 29 de agosto se cumplen veinte años de su fallecimiento. Sus numerosas películas, su tres estatuillas, así como su rostro inmortalizado en celuloide permanecen revestidos de ese halo que sólo Hollywood brinda. El paso del tiempo no ha borrado su trabajo, pero sí ha eliminado algunas de las sombras de su vida. Las luces de los focos vuelven a iluminar hoy a Ingrid Bergman.

Una infancia poco deseada fue la que le tocó vivir a la que sería por un tiempo la estrella más amada de Hollwood. Ingrid Bergman nació en Estocolmo (Suecia) en el seno de una familia acomodada. A los dos años perdió a su madre; con doce a su padre y vivió a partir de entonces con sus tíos.

Su pasión por Rossellini, así como la pasión de América por ella, acabaron volviéndose en su contra. A pesar de ello, Bergman reconoció: “No me arrepiento de nada de lo que hecho. Me arrepiento de lo que no he hecho”.

La holgada situación económica de su familia, permitió que Ingrid Bergman se matriculara en la Real Escuela de Arte dramático de Estocolmo (Suecia), su ciudad natal. Sólo cursó dos años. En 1934 dejó los estudios para interpretar su primer papel, de criada, en la película “El collar”.

Desde entonces y hasta 1939, fecha en que se trasladó a Norteamérica, actúo en doce películas europeas. A Hollywood llegó de la mano del director David Selznick, que dijo de ella: “Desde el momento que...