08/03/2000 12:00 (UTC)
-- “La copla forma parte de nuestra cultura, de nuestra tradición y no quisiera que desapareciera. Pero esto no significa que no me interese el jazz, el soul o el funky” -- “Antes la gente joven me pedía autógrafos para su madre, ahora ellas me los piden para sus hijos” -- “El torero Morante de la Puebla y yo nos conocemos desde que hace muchísimo tiempo. Somos grandes amigos. Me molesta ese interés desmedido sobre mi vida privada” INMA TAPIA/CARMEN MARTÍN JAM/EFE-REPORTAJES
Su pelo de fuego nos dibuja con su movimiento a una mujer con carácter, pero sus ojos azules nos transmiten su lado más dulce y sensible. No se obsesiona con el cuidado de su voz, pero no fuma ni bebe cuando disfruta con sus amigos de la noche de Sevilla . Pastora Soler vive en un continuo trasiego desde el sur de España a Madrid, pero no la molesta porque hace lo que le gusta. Empezó a cantar siendo una niña y con quince años grabó su primer disco. En su corazón bulle la copla y las batas de cola comparten armario con los pantalones ajustados y camisetas ceñidas.A sus veinte años, no quiere perder la oportunidad de cantar para los más jóvenes y tras grabar un disco de coplas tradicionales, el pop y la rumba se han apoderado de su garganta en “Fuente de luna”, por el que está a punto de lograr el disco de platino. - ¿Ha sido difícil empezar a cantar con 15 años? - No, porque no he tenido que renunciar a nada. Subirme a un escenario era lo que más anhelaba. He disfrutado de mi...
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