04/02/2004 12:00 (UTC)
Las novias que se casen este año llegarán al altar con vestidos de color blanco o marfil, muy ajustados al cuerpo, con encajes antiguos y cubiertas de bordados y encajes, toques de oro y plata, lentejuelas y perlas para más lujo como si fueran sirenas blancas.
El rutilante concepto de vestido de boda ha cambiado sustancialmente en las últimas temporadas. Algunos diseñadores anuncian el nuevo “boom” de la moda nupcial adaptada a la mujer actual y a los veloces cambios que transcurren en la sociedad. Elegir el modelo para ese día tan especial dependerá de si la ceremonia es religiosa o civil. La primera encierra unos cánones protocolarios; la segunda permite mayor libertad estética. En las tendencias de novia son cada vez más habituales los cortes arriesgados, el talle ajustado y los centímetros de piel al descubierto. Los volúmenes y la caída del tejido ayudan a reinventar unas líneas que absorben lo mejor de la tradición pero también de las propuestas más arriesgadas. Los tejidos protagonistas siguen siendo las muselinas, la organza, el mikado, el raso, los encajes, tules, sedas, encajes de chantilly, puntillas antiguas, organdí, texturas que realzan la depuración de las líneas y permiten adornarlas con reminiscencias de épocas...
Las novias que se casen este año llegarán al altar con vestidos de color blanco o marfil, muy ajustados al cuerpo, con encajes antiguos y cubiertas de bordados y encajes, toques de oro y plata, lentejuelas y perlas para más lujo como si fueran sirenas blancas.
El rutilante concepto de vestido de boda ha cambiado sustancialmente en las últimas temporadas. Algunos diseñadores anuncian el nuevo “boom” de la moda nupcial adaptada a la mujer actual y a los veloces cambios que transcurren en la sociedad. Elegir el modelo para ese día tan especial dependerá de si la ceremonia es religiosa o civil. La primera encierra unos cánones protocolarios; la segunda permite mayor libertad estética. En las tendencias de novia son cada vez más habituales los cortes arriesgados, el talle ajustado y los centímetros de piel al descubierto. Los volúmenes y la caída del tejido ayudan a reinventar unas líneas que absorben lo mejor de la tradición pero también de las propuestas más arriesgadas. Los tejidos protagonistas siguen siendo las muselinas, la organza, el mikado, el raso, los encajes, tules, sedas, encajes de chantilly, puntillas antiguas, organdí, texturas que realzan la depuración de las líneas y permiten adornarlas con reminiscencias de épocas...
Las novias que se casen este año llegarán al altar con vestidos de color blanco o marfil, muy ajustados al cuerpo, con encajes antiguos y cubiertas de bordados y encajes, toques de oro y plata, lentejuelas y perlas para más lujo como si fueran sirenas blancas.
El rutilante concepto de vestido de boda ha cambiado sustancialmente en las últimas temporadas. Algunos diseñadores anuncian el nuevo “boom” de la moda nupcial adaptada a la mujer actual y a los veloces cambios que transcurren en la sociedad. Elegir el modelo para ese día tan especial dependerá de si la ceremonia es religiosa o civil. La primera encierra unos cánones protocolarios; la segunda permite mayor libertad estética. En las tendencias de novia son cada vez más habituales los cortes arriesgados, el talle ajustado y los centímetros de piel al descubierto. Los volúmenes y la caída del tejido ayudan a reinventar unas líneas que absorben lo mejor de la tradición pero también de las propuestas más arriesgadas. Los tejidos protagonistas siguen siendo las muselinas, la organza, el mikado, el raso, los encajes, tules, sedas, encajes de chantilly, puntillas antiguas, organdí, texturas que realzan la depuración de las líneas y permiten adornarlas con reminiscencias de épocas...
Las novias que se casen este año llegarán al altar con vestidos de color blanco o marfil, muy ajustados al cuerpo, con encajes antiguos y cubiertas de bordados y encajes, toques de oro y plata, lentejuelas y perlas para más lujo como si fueran sirenas blancas.
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Las novias que se casen este año llegarán al altar con vestidos de color blanco o marfil, muy ajustados al cuerpo, con encajes antiguos y cubiertas de bordados y encajes, toques de oro y plata, lentejuelas y perlas para más lujo como si fueran sirenas blancas.
El rutilante concepto de vestido de boda ha cambiado sustancialmente en las últimas temporadas. Algunos diseñadores anuncian el nuevo “boom” de la moda nupcial adaptada a la mujer actual y a los veloces cambios que transcurren en la sociedad. Elegir el modelo para ese día tan especial dependerá de si la ceremonia es religiosa o civil. La primera encierra unos cánones protocolarios; la segunda permite mayor libertad estética. En las tendencias de novia son cada vez más habituales los cortes arriesgados, el talle ajustado y los centímetros de piel al descubierto. Los volúmenes y la caída del tejido ayudan a reinventar unas líneas que absorben lo mejor de la tradición pero también de las propuestas más arriesgadas. Los tejidos protagonistas siguen siendo las muselinas, la organza, el mikado, el raso, los encajes, tules, sedas, encajes de chantilly, puntillas antiguas, organdí, texturas que realzan la depuración de las líneas y permiten adornarlas con reminiscencias de épocas...
Las novias que se casen este año llegarán al altar con vestidos de color blanco o marfil, muy ajustados al cuerpo, con encajes antiguos y cubiertas de bordados y encajes, toques de oro y plata, lentejuelas y perlas para más lujo como si fueran sirenas blancas.
El rutilante concepto de vestido de boda ha cambiado sustancialmente en las últimas temporadas. Algunos diseñadores anuncian el nuevo “boom” de la moda nupcial adaptada a la mujer actual y a los veloces cambios que transcurren en la sociedad. Elegir el modelo para ese día tan especial dependerá de si la ceremonia es religiosa o civil. La primera encierra unos cánones protocolarios; la segunda permite mayor libertad estética. En las tendencias de novia son cada vez más habituales los cortes arriesgados, el talle ajustado y los centímetros de piel al descubierto. Los volúmenes y la caída del tejido ayudan a reinventar unas líneas que absorben lo mejor de la tradición pero también de las propuestas más arriesgadas. Los tejidos protagonistas siguen siendo las muselinas, la organza, el mikado, el raso, los encajes, tules, sedas, encajes de chantilly, puntillas antiguas, organdí, texturas que realzan la depuración de las líneas y permiten adornarlas con reminiscencias de épocas...
Las novias que se casen este año llegarán al altar con vestidos de color blanco o marfil, muy ajustados al cuerpo, con encajes antiguos y cubiertas de bordados y encajes, toques de oro y plata, lentejuelas y perlas para más lujo como si fueran sirenas blancas.
El rutilante concepto de vestido de boda ha cambiado sustancialmente en las últimas temporadas. Algunos diseñadores anuncian el nuevo “boom” de la moda nupcial adaptada a la mujer actual y a los veloces cambios que transcurren en la sociedad. Elegir el modelo para ese día tan especial dependerá de si la ceremonia es religiosa o civil. La primera encierra unos cánones protocolarios; la segunda permite mayor libertad estética. En las tendencias de novia son cada vez más habituales los cortes arriesgados, el talle ajustado y los centímetros de piel al descubierto. Los volúmenes y la caída del tejido ayudan a reinventar unas líneas que absorben lo mejor de la tradición pero también de las propuestas más arriesgadas. Los tejidos protagonistas siguen siendo las muselinas, la organza, el mikado, el raso, los encajes, tules, sedas, encajes de chantilly, puntillas antiguas, organdí, texturas que realzan la depuración de las líneas y permiten adornarlas con reminiscencias de épocas...
Story content:
La modelo Martina Klein, con uno de los vestidos de novia del diseñador Jesús del Pozo
Dos modelos lucen sendos vestidos de novia del diseñador Jesús del Pozo
La modelo Laura Sanchez presenta la propuesta de novias de la colección para la temporada 2003-04 del diseñador Elio Berhanyer.
Una modelo luce un traje de novia de los diseñadores andaluces Victorio y Lucchino.
Modelo de novia de Victorio y Lucchino.
Propuesta de peinado y maquillaje de Michel Meyer.
Propuesta de peinado y maquillaje de Michel Meyer.
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