Nicolas Cage, por partida doble

Cada uno de sus trabajos se espera con ansiedad. Pero en el caso de su última película, “El ladrón de orquídeas”, con mayor motivo, porque el actor que enamoró a Penélope Cruz en “La mandolina del capitán Corelli”, es candidato al Oscar como Mejor Actor.

Empezó en el cine intentando pasar desapercibido, pues no era el único de su familia que se dedicaba a la industria. Su tío, Francis Ford Coppola, ya era una autoridad cuando él comenzaba, y no quería que corriera el rumor de que su carrera dependiera directamente de las influencias de su familia. Lo que no significa que no se sienta “muy orgulloso de apellidarme Coppola”.

Comedias románticas, dramas o películas de acción, nada se le resiste. Se entrega en cuerpo y alma a todo tipo de papeles, y no duda en someterse a las pruebas más extremas para que su personaje resulte realista.

En la película “El beso del vampiro” no dudó en comerse una cucaracha viva para poner en situación a su personaje. En “Birdy”, de Alan Parker, encarna a un excombatiente de Vietnam con graves problemas mentales. En el rodaje no puso ningún impedimento a que le extrajeran una muela sin anestesia para dar más credibilidad a su actuación.

Sus incursiones en la comedia le han reportado críticas excelentes,...

Cada uno de sus trabajos se espera con ansiedad. Pero en el caso de su última película, “El ladrón de orquídeas”, con mayor motivo, porque el actor que enamoró a Penélope Cruz en “La mandolina del capitán Corelli”, es candidato al Oscar como Mejor Actor.

Empezó en el cine intentando pasar desapercibido, pues no era el único de su familia que se dedicaba a la industria. Su tío, Francis Ford Coppola, ya era una autoridad cuando él comenzaba, y no quería que corriera el rumor de que su carrera dependiera directamente de las influencias de su familia. Lo que no significa que no se sienta “muy orgulloso de apellidarme Coppola”.

Comedias románticas, dramas o películas de acción, nada se le resiste. Se entrega en cuerpo y alma a todo tipo de papeles, y no duda en someterse a las pruebas más extremas para que su personaje resulte realista.

En la película “El beso del vampiro” no dudó en comerse una cucaracha viva para poner en situación a su personaje. En “Birdy”, de Alan Parker, encarna a un excombatiente de Vietnam con graves problemas mentales. En el rodaje no puso ningún impedimento a que le extrajeran una muela sin anestesia para dar más credibilidad a su actuación.

Sus incursiones en la comedia le han reportado críticas excelentes,...