10/10/2003 12:00 (UTC)
Los treinta años de la muerte del poeta chileno han sembrado el mundo de versos y tertulias. En la Fundación Camilo José Cela, espacio fecundo del patrimonio personal del Nobel español de Literatura, se exponen algunos tesoros editoriales que Cela conservó de Neruda, entre ellos, la célebre revista “Caballo verde para la poesía”, cuyo primer número publicó en Madrid en octubre de 1935
A la poesía hay que recordarla con más poesía. Es el único modo posible de rendir tributo a quienes, en la evidencia de la escritura transitada a fuerza de versos y estremecimientos, se reconocen en la fugacidad de la vida pero en la inmortalidad de la literatura. Neruda es de los inmortales y Camilo José Cela también. Hablar del poeta chileno tiene un sentido profundo: se acaban de recordar los treinta años de su muerte. Mencionar al español, Premio Nobel de Literatura, no es casualidad: Cela fue amigo de Neruda al punto de la admiración. De hecho, cuando supo que la enfermedad y la tristeza eran dos cargas demasiado difíciles de soportar, le escribió una carta para ofrecerle el descanso de su casa de Marbella en compañía de su esposa Matilde. Las letras no pudieron llegar. El poeta falleció antes de dar tiempo al autor de La familia de Pascual Duarte de enviar la correspondencia generosa. Del puño y letra de Cela se conserva el telegrama que le mandó a Neruda cuando recibió el...
Los treinta años de la muerte del poeta chileno han sembrado el mundo de versos y tertulias. En la Fundación Camilo José Cela, espacio fecundo del patrimonio personal del Nobel español de Literatura, se exponen algunos tesoros editoriales que Cela conservó de Neruda, entre ellos, la célebre revista “Caballo verde para la poesía”, cuyo primer número publicó en Madrid en octubre de 1935
A la poesía hay que recordarla con más poesía. Es el único modo posible de rendir tributo a quienes, en la evidencia de la escritura transitada a fuerza de versos y estremecimientos, se reconocen en la fugacidad de la vida pero en la inmortalidad de la literatura. Neruda es de los inmortales y Camilo José Cela también. Hablar del poeta chileno tiene un sentido profundo: se acaban de recordar los treinta años de su muerte. Mencionar al español, Premio Nobel de Literatura, no es casualidad: Cela fue amigo de Neruda al punto de la admiración. De hecho, cuando supo que la enfermedad y la tristeza eran dos cargas demasiado difíciles de soportar, le escribió una carta para ofrecerle el descanso de su casa de Marbella en compañía de su esposa Matilde. Las letras no pudieron llegar. El poeta falleció antes de dar tiempo al autor de La familia de Pascual Duarte de enviar la correspondencia generosa. Del puño y letra de Cela se conserva el telegrama que le mandó a Neruda cuando recibió el...
Los treinta años de la muerte del poeta chileno han sembrado el mundo de versos y tertulias. En la Fundación Camilo José Cela, espacio fecundo del patrimonio personal del Nobel español de Literatura, se exponen algunos tesoros editoriales que Cela conservó de Neruda, entre ellos, la célebre revista “Caballo verde para la poesía”, cuyo primer número publicó en Madrid en octubre de 1935
A la poesía hay que recordarla con más poesía. Es el único modo posible de rendir tributo a quienes, en la evidencia de la escritura transitada a fuerza de versos y estremecimientos, se reconocen en la fugacidad de la vida pero en la inmortalidad de la literatura. Neruda es de los inmortales y Camilo José Cela también. Hablar del poeta chileno tiene un sentido profundo: se acaban de recordar los treinta años de su muerte. Mencionar al español, Premio Nobel de Literatura, no es casualidad: Cela fue amigo de Neruda al punto de la admiración. De hecho, cuando supo que la enfermedad y la tristeza eran dos cargas demasiado difíciles de soportar, le escribió una carta para ofrecerle el descanso de su casa de Marbella en compañía de su esposa Matilde. Las letras no pudieron llegar. El poeta falleció antes de dar tiempo al autor de La familia de Pascual Duarte de enviar la correspondencia generosa. Del puño y letra de Cela se conserva el telegrama que le mandó a Neruda cuando recibió el...
Los treinta años de la muerte del poeta chileno han sembrado el mundo de versos y tertulias. En la Fundación Camilo José Cela, espacio fecundo del patrimonio personal del Nobel español de Literatura, se exponen algunos tesoros editoriales que Cela conservó de Neruda, entre ellos, la célebre revista “Caballo verde para la poesía”, cuyo primer número publicó en Madrid en octubre de 1935
A la poesía hay que recordarla con más poesía. Es el único modo posible de rendir tributo a quienes, en la evidencia de la escritura transitada a fuerza de versos y estremecimientos, se reconocen en la fugacidad de la vida pero en la inmortalidad de la literatura. Neruda es de los inmortales y Camilo José Cela también. Hablar del poeta chileno tiene un sentido profundo: se acaban de recordar los treinta años de su muerte. Mencionar al español, Premio Nobel de Literatura, no es casualidad: Cela fue amigo de Neruda al punto de la admiración. De hecho, cuando supo que la enfermedad y la tristeza eran dos cargas demasiado difíciles de soportar, le escribió una carta para ofrecerle el descanso de su casa de Marbella en compañía de su esposa Matilde. Las letras no pudieron llegar. El poeta falleció antes de dar tiempo al autor de La familia de Pascual Duarte de enviar la correspondencia generosa. Del puño y letra de Cela se conserva el telegrama que le mandó a Neruda cuando recibió el...
Los treinta años de la muerte del poeta chileno han sembrado el mundo de versos y tertulias. En la Fundación Camilo José Cela, espacio fecundo del patrimonio personal del Nobel español de Literatura, se exponen algunos tesoros editoriales que Cela conservó de Neruda, entre ellos, la célebre revista “Caballo verde para la poesía”, cuyo primer número publicó en Madrid en octubre de 1935
A la poesía hay que recordarla con más poesía. Es el único modo posible de rendir tributo a quienes, en la evidencia de la escritura transitada a fuerza de versos y estremecimientos, se reconocen en la fugacidad de la vida pero en la inmortalidad de la literatura. Neruda es de los inmortales y Camilo José Cela también. Hablar del poeta chileno tiene un sentido profundo: se acaban de recordar los treinta años de su muerte. Mencionar al español, Premio Nobel de Literatura, no es casualidad: Cela fue amigo de Neruda al punto de la admiración. De hecho, cuando supo que la enfermedad y la tristeza eran dos cargas demasiado difíciles de soportar, le escribió una carta para ofrecerle el descanso de su casa de Marbella en compañía de su esposa Matilde. Las letras no pudieron llegar. El poeta falleció antes de dar tiempo al autor de La familia de Pascual Duarte de enviar la correspondencia generosa. Del puño y letra de Cela se conserva el telegrama que le mandó a Neruda cuando recibió el...
Story content:
La revista es expresión de un momento emblemático del quehacer poético.
Carta de Neruda al director de la edición facsimilar de “Caballo verde para la poesía”.
Neruda y Camilo José Cela en La Californie, Cannes (Francia), en 1958.
Telegrama enviado a Neruda por Cela cuando el poeta chileno recibió el Nobel de Literatura.
Tomás Cavanna Benet, director general de la Fundación Camilo José Cela.
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