Natalia Vodianova, la "Top model" del siglo XXI

A sus 22 años, esta rusa se ha convertido en una de las “top model” más cotizadas del momento. La descubrieron cuando vendía hortalizas en un mercado de Gorki (actual Nizhni Novgorod), su ciudad natal, pero pocos conocen que además de ser una de las mejores modelos, Natalia es la mamá más joven de las pasarelas.

Su vida recuerda al cuento de la cenicienta con príncipe azul y todo. Natalia vivía con su madre (sus padres se divorciaron cuando la “top model” era una niña) y sus dos hermanastras en una pequeña ciudad a 300 kilómetros de Moscú. Su infancia fue difícil, ella misma afirma que en su casa “faltaba de todo”.

DE ORIGEN HUMILDE.

Su familia no atravesaba un buen momento económico, una situación que obligó a Natalia a compaginar sus estudios en la escuela con su trabajo en un puesto de frutas y verduras, desde los seis años.

Pero Larisa, la madre de Natalia, quiso que su hija recibiera clases de baile, piano y patinaje, una formación que le ha servido de mucho en su carrera como modelo.

Natalia no era feliz con su vida y decidió aspirar a más. Siempre le había gustado la moda pero nunca había pensado en subirse encima de una pasarela y mucho menos que la moda se convertiría en su profesión. Su salto al mundo de la moda fue una sorpresa para todos como explica su madre “de pequeña era...

A sus 22 años, esta rusa se ha convertido en una de las “top model” más cotizadas del momento. La descubrieron cuando vendía hortalizas en un mercado de Gorki (actual Nizhni Novgorod), su ciudad natal, pero pocos conocen que además de ser una de las mejores modelos, Natalia es la mamá más joven de las pasarelas.

Su vida recuerda al cuento de la cenicienta con príncipe azul y todo. Natalia vivía con su madre (sus padres se divorciaron cuando la “top model” era una niña) y sus dos hermanastras en una pequeña ciudad a 300 kilómetros de Moscú. Su infancia fue difícil, ella misma afirma que en su casa “faltaba de todo”.

DE ORIGEN HUMILDE.

Su familia no atravesaba un buen momento económico, una situación que obligó a Natalia a compaginar sus estudios en la escuela con su trabajo en un puesto de frutas y verduras, desde los seis años.

Pero Larisa, la madre de Natalia, quiso que su hija recibiera clases de baile, piano y patinaje, una formación que le ha servido de mucho en su carrera como modelo.

Natalia no era feliz con su vida y decidió aspirar a más. Siempre le había gustado la moda pero nunca había pensado en subirse encima de una pasarela y mucho menos que la moda se convertiría en su profesión. Su salto al mundo de la moda fue una sorpresa para todos como explica su madre “de pequeña era...

A sus 22 años, esta rusa se ha convertido en una de las “top model” más cotizadas del momento. La descubrieron cuando vendía hortalizas en un mercado de Gorki (actual Nizhni Novgorod), su ciudad natal, pero pocos conocen que además de ser una de las mejores modelos, Natalia es la mamá más joven de las pasarelas.

Su vida recuerda al cuento de la cenicienta con príncipe azul y todo. Natalia vivía con su madre (sus padres se divorciaron cuando la “top model” era una niña) y sus dos hermanastras en una pequeña ciudad a 300 kilómetros de Moscú. Su infancia fue difícil, ella misma afirma que en su casa “faltaba de todo”.

DE ORIGEN HUMILDE.

Su familia no atravesaba un buen momento económico, una situación que obligó a Natalia a compaginar sus estudios en la escuela con su trabajo en un puesto de frutas y verduras, desde los seis años.

Pero Larisa, la madre de Natalia, quiso que su hija recibiera clases de baile, piano y patinaje, una formación que le ha servido de mucho en su carrera como modelo.

Natalia no era feliz con su vida y decidió aspirar a más. Siempre le había gustado la moda pero nunca había pensado en subirse encima de una pasarela y mucho menos que la moda se convertiría en su profesión. Su salto al mundo de la moda fue una sorpresa para todos como explica su madre “de pequeña era...

A sus 22 años, esta rusa se ha convertido en una de las “top model” más cotizadas del momento. La descubrieron cuando vendía hortalizas en un mercado de Gorki (actual Nizhni Novgorod), su ciudad natal, pero pocos conocen que además de ser una de las mejores modelos, Natalia es la mamá más joven de las pasarelas.

Su vida recuerda al cuento de la cenicienta con príncipe azul y todo. Natalia vivía con su madre (sus padres se divorciaron cuando la “top model” era una niña) y sus dos hermanastras en una pequeña ciudad a 300 kilómetros de Moscú. Su infancia fue difícil, ella misma afirma que en su casa “faltaba de todo”.

DE ORIGEN HUMILDE.

Su familia no atravesaba un buen momento económico, una situación que obligó a Natalia a compaginar sus estudios en la escuela con su trabajo en un puesto de frutas y verduras, desde los seis años.

Pero Larisa, la madre de Natalia, quiso que su hija recibiera clases de baile, piano y patinaje, una formación que le ha servido de mucho en su carrera como modelo.

Natalia no era feliz con su vida y decidió aspirar a más. Siempre le había gustado la moda pero nunca había pensado en subirse encima de una pasarela y mucho menos que la moda se convertiría en su profesión. Su salto al mundo de la moda fue una sorpresa para todos como explica su madre “de pequeña era...

A sus 22 años, esta rusa se ha convertido en una de las “top model” más cotizadas del momento. La descubrieron cuando vendía hortalizas en un mercado de Gorki (actual Nizhni Novgorod), su ciudad natal, pero pocos conocen que además de ser una de las mejores modelos, Natalia es la mamá más joven de las pasarelas.

Su vida recuerda al cuento de la cenicienta con príncipe azul y todo. Natalia vivía con su madre (sus padres se divorciaron cuando la “top model” era una niña) y sus dos hermanastras en una pequeña ciudad a 300 kilómetros de Moscú. Su infancia fue difícil, ella misma afirma que en su casa “faltaba de todo”.

DE ORIGEN HUMILDE.

Su familia no atravesaba un buen momento económico, una situación que obligó a Natalia a compaginar sus estudios en la escuela con su trabajo en un puesto de frutas y verduras, desde los seis años.

Pero Larisa, la madre de Natalia, quiso que su hija recibiera clases de baile, piano y patinaje, una formación que le ha servido de mucho en su carrera como modelo.

Natalia no era feliz con su vida y decidió aspirar a más. Siempre le había gustado la moda pero nunca había pensado en subirse encima de una pasarela y mucho menos que la moda se convertiría en su profesión. Su salto al mundo de la moda fue una sorpresa para todos como explica su madre “de pequeña era...