12/06/2023 04:00 (UTC)
Las nanas son esas mágicas canciones con las que los bebés se duermen arrullados por los sonidos compasados y lentos que las madres u otros seres cercanos les dirigen para establecer una comunicación en la que más interviene el cariño con la que se canta que la intención de que aprendan sus letras. Sin embargo, se ha demostrado recientemente que tanto la música que escucha una madre gestante como la que canta interviene en las futuras capacidades lingüísticas del bebé.
DESTACADOS:.--- Una reciente investigación realizada por Carles Escera, profesor del Instituto de Neurociencia Cognitiva de Barcelona, junto con su equipo del mismo departamento y en colaboración con el Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Sant Joan de Déu, explica el efecto que la música tiene sobre los bebés desde que se encuentran en el seno de sus madres.--- Lo que sorprendió a los científicos fue que en los niños que habían estado expuestos diariamente al canto de la madre o de la música con altavoces “la respuesta era mucho más robusta, es decir, que su cerebro codificaba con más precisión o más fidelidad a los sonidos del lenguaje, que los niños que no habían estado expuestos a la música”, asegura Escera.--- “Hay muchos estudios sobre estas interpretaciones musicales infantiles, por un lado, están las nanas y, por otra, una forma de hablar que se utiliza en muchas culturas, muy pausada, marcando mucho los ritmos, los inicios de las palabras y modulando el...
Las nanas son esas mágicas canciones con las que los bebés se duermen arrullados por los sonidos compasados y lentos que las madres u otros seres cercanos les dirigen para establecer una comunicación en la que más interviene el cariño con la que se canta que la intención de que aprendan sus letras. Sin embargo, se ha demostrado recientemente que tanto la música que escucha una madre gestante como la que canta interviene en las futuras capacidades lingüísticas del bebé.
DESTACADOS:.--- Una reciente investigación realizada por Carles Escera, profesor del Instituto de Neurociencia Cognitiva de Barcelona, junto con su equipo del mismo departamento y en colaboración con el Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Sant Joan de Déu, explica el efecto que la música tiene sobre los bebés desde que se encuentran en el seno de sus madres.--- Lo que sorprendió a los científicos fue que en los niños que habían estado expuestos diariamente al canto de la madre o de la música con altavoces “la respuesta era mucho más robusta, es decir, que su cerebro codificaba con más precisión o más fidelidad a los sonidos del lenguaje, que los niños que no habían estado expuestos a la música”, asegura Escera.--- “Hay muchos estudios sobre estas interpretaciones musicales infantiles, por un lado, están las nanas y, por otra, una forma de hablar que se utiliza en muchas culturas, muy pausada, marcando mucho los ritmos, los inicios de las palabras y modulando el...
Las nanas son esas mágicas canciones con las que los bebés se duermen arrullados por los sonidos compasados y lentos que las madres u otros seres cercanos les dirigen para establecer una comunicación en la que más interviene el cariño con la que se canta que la intención de que aprendan sus letras. Sin embargo, se ha demostrado recientemente que tanto la música que escucha una madre gestante como la que canta interviene en las futuras capacidades lingüísticas del bebé.
DESTACADOS:.--- Una reciente investigación realizada por Carles Escera, profesor del Instituto de Neurociencia Cognitiva de Barcelona, junto con su equipo del mismo departamento y en colaboración con el Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Sant Joan de Déu, explica el efecto que la música tiene sobre los bebés desde que se encuentran en el seno de sus madres.--- Lo que sorprendió a los científicos fue que en los niños que habían estado expuestos diariamente al canto de la madre o de la música con altavoces “la respuesta era mucho más robusta, es decir, que su cerebro codificaba con más precisión o más fidelidad a los sonidos del lenguaje, que los niños que no habían estado expuestos a la música”, asegura Escera.--- “Hay muchos estudios sobre estas interpretaciones musicales infantiles, por un lado, están las nanas y, por otra, una forma de hablar que se utiliza en muchas culturas, muy pausada, marcando mucho los ritmos, los inicios de las palabras y modulando el...
Las nanas son esas mágicas canciones con las que los bebés se duermen arrullados por los sonidos compasados y lentos que las madres u otros seres cercanos les dirigen para establecer una comunicación en la que más interviene el cariño con la que se canta que la intención de que aprendan sus letras. Sin embargo, se ha demostrado recientemente que tanto la música que escucha una madre gestante como la que canta interviene en las futuras capacidades lingüísticas del bebé.
DESTACADOS:.--- Una reciente investigación realizada por Carles Escera, profesor del Instituto de Neurociencia Cognitiva de Barcelona, junto con su equipo del mismo departamento y en colaboración con el Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Sant Joan de Déu, explica el efecto que la música tiene sobre los bebés desde que se encuentran en el seno de sus madres.--- Lo que sorprendió a los científicos fue que en los niños que habían estado expuestos diariamente al canto de la madre o de la música con altavoces “la respuesta era mucho más robusta, es decir, que su cerebro codificaba con más precisión o más fidelidad a los sonidos del lenguaje, que los niños que no habían estado expuestos a la música”, asegura Escera.--- “Hay muchos estudios sobre estas interpretaciones musicales infantiles, por un lado, están las nanas y, por otra, una forma de hablar que se utiliza en muchas culturas, muy pausada, marcando mucho los ritmos, los inicios de las palabras y modulando el...
Las nanas son esas mágicas canciones con las que los bebés se duermen arrullados por los sonidos compasados y lentos que las madres u otros seres cercanos les dirigen para establecer una comunicación en la que más interviene el cariño con la que se canta que la intención de que aprendan sus letras. Sin embargo, se ha demostrado recientemente que tanto la música que escucha una madre gestante como la que canta interviene en las futuras capacidades lingüísticas del bebé.
DESTACADOS:.--- Una reciente investigación realizada por Carles Escera, profesor del Instituto de Neurociencia Cognitiva de Barcelona, junto con su equipo del mismo departamento y en colaboración con el Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Sant Joan de Déu, explica el efecto que la música tiene sobre los bebés desde que se encuentran en el seno de sus madres.--- Lo que sorprendió a los científicos fue que en los niños que habían estado expuestos diariamente al canto de la madre o de la música con altavoces “la respuesta era mucho más robusta, es decir, que su cerebro codificaba con más precisión o más fidelidad a los sonidos del lenguaje, que los niños que no habían estado expuestos a la música”, asegura Escera.--- “Hay muchos estudios sobre estas interpretaciones musicales infantiles, por un lado, están las nanas y, por otra, una forma de hablar que se utiliza en muchas culturas, muy pausada, marcando mucho los ritmos, los inicios de las palabras y modulando el...
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El experimento del equipo de Carles Escera consistía en preguntar a las madres embarazadas si durante el último trimestre del embarazo habían escuchado música o habían cantado al feto, además de la frecuencia con la que lo hacían. Foto: Alexander Becher.
La nana aún se encuentra viva en la tradición de los países de habla hispana con ese nombre, o con el de canción de cuna, e incluso con otras denominaciones no tan conocidas en España: arrullos, cantos de arrorró o rurrupatas. Foto: ATTILA BALAZS. PROHIBIDO SU USO EN HUNGRÍA
Según el neurocientífico Carles Escera, “los recién nacidos responden a los sonidos y, durante los primeros meses de vida, aprenden a discriminar los sonidos que pertenecen a la voz materna y los que no”. Foto: Robin Van Lonkhuijsen.
La bailaora Rocío Molina (i), embarazada de siete meses, durante el ensayo general del espectáculo “Grito Pelao”, que junto a la cantante Silvia Pérez Cruz (d), representaron en el Teatro de La Maestranza dentro de la XX Bienal de Flamenco de Sevilla. Foto: Julio Muñoz
Carles Escera, profesor del Instituto de Neurociencia Cognitiva de Barcelona, quien junto con su equipo del mismo departamento y en colaboración con el Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Sant Joan de Déu, han realizado un estudio para conocer el efecto que la música tiene sobre los bebés desde que se encuentran en el seno de sus madres. Foto: cedida por Escera.
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