29/11/2003 12:00 (UTC)
Rubia, de 1,79 metros de altura, y originaria, como el famoso mármol, de Carrara (Italia), en su país tiene una auténtica legión de admiradores que siguen con detalle todos sus movimientos. Es, además, la imagen publicitaria de numerosas marcas deportivas; de hecho, hay quien la denomina “la Kournikova del voley”. Quizá no sea la mejor jugadora de voleibol del mundo, pero sí es, desde luego, la que mayor expectación levanta. En esta entrevista lo demuestra.
Cuando jugaba en Italia, Maurizia demostró que, además de ser una excelente jugadora, posee un fuerte carácter: durante un partido de liga, cuando jugaba en el Pérgamo, obligó a un cámara de la RAI a abandonar la cancha, en vista de que no dejaba de enfocar insistentemente su trasero: "Es como si en un partido de fútbol la televisión sólo se dedicase a ofrecer imágenes de los pantalones de los jugadores", dijo la guapa deportista.El presidente de su nuevo club, el Tenerife Marichal, Francisco Cabrera, dice de ella que se ha adaptado al equipo “de maravilla. La he fichado porque juega muy bien, no por otra cosa”, asegura. “Lo otro”, añade, entre risas, en clara alusión a la espléndida belleza de la colocadora, “ya vino, como quien dice, añadido”.En Tenerife, su nuevo hogar, esta italiana simpática y extrovertida, que lo ha ganado casi todo en el mundo del voleybol (campeona de Europa con su anterior equipo, el Bérgamo, campeona de Italia, mejor colocadora del Mundial de 1998...)...
Rubia, de 1,79 metros de altura, y originaria, como el famoso mármol, de Carrara (Italia), en su país tiene una auténtica legión de admiradores que siguen con detalle todos sus movimientos. Es, además, la imagen publicitaria de numerosas marcas deportivas; de hecho, hay quien la denomina “la Kournikova del voley”. Quizá no sea la mejor jugadora de voleibol del mundo, pero sí es, desde luego, la que mayor expectación levanta. En esta entrevista lo demuestra.
Cuando jugaba en Italia, Maurizia demostró que, además de ser una excelente jugadora, posee un fuerte carácter: durante un partido de liga, cuando jugaba en el Pérgamo, obligó a un cámara de la RAI a abandonar la cancha, en vista de que no dejaba de enfocar insistentemente su trasero: "Es como si en un partido de fútbol la televisión sólo se dedicase a ofrecer imágenes de los pantalones de los jugadores", dijo la guapa deportista.El presidente de su nuevo club, el Tenerife Marichal, Francisco Cabrera, dice de ella que se ha adaptado al equipo “de maravilla. La he fichado porque juega muy bien, no por otra cosa”, asegura. “Lo otro”, añade, entre risas, en clara alusión a la espléndida belleza de la colocadora, “ya vino, como quien dice, añadido”.En Tenerife, su nuevo hogar, esta italiana simpática y extrovertida, que lo ha ganado casi todo en el mundo del voleybol (campeona de Europa con su anterior equipo, el Bérgamo, campeona de Italia, mejor colocadora del Mundial de 1998...)...
Rubia, de 1,79 metros de altura, y originaria, como el famoso mármol, de Carrara (Italia), en su país tiene una auténtica legión de admiradores que siguen con detalle todos sus movimientos. Es, además, la imagen publicitaria de numerosas marcas deportivas; de hecho, hay quien la denomina “la Kournikova del voley”. Quizá no sea la mejor jugadora de voleibol del mundo, pero sí es, desde luego, la que mayor expectación levanta. En esta entrevista lo demuestra.
Cuando jugaba en Italia, Maurizia demostró que, además de ser una excelente jugadora, posee un fuerte carácter: durante un partido de liga, cuando jugaba en el Pérgamo, obligó a un cámara de la RAI a abandonar la cancha, en vista de que no dejaba de enfocar insistentemente su trasero: "Es como si en un partido de fútbol la televisión sólo se dedicase a ofrecer imágenes de los pantalones de los jugadores", dijo la guapa deportista.El presidente de su nuevo club, el Tenerife Marichal, Francisco Cabrera, dice de ella que se ha adaptado al equipo “de maravilla. La he fichado porque juega muy bien, no por otra cosa”, asegura. “Lo otro”, añade, entre risas, en clara alusión a la espléndida belleza de la colocadora, “ya vino, como quien dice, añadido”.En Tenerife, su nuevo hogar, esta italiana simpática y extrovertida, que lo ha ganado casi todo en el mundo del voleybol (campeona de Europa con su anterior equipo, el Bérgamo, campeona de Italia, mejor colocadora del Mundial de 1998...)...
Rubia, de 1,79 metros de altura, y originaria, como el famoso mármol, de Carrara (Italia), en su país tiene una auténtica legión de admiradores que siguen con detalle todos sus movimientos. Es, además, la imagen publicitaria de numerosas marcas deportivas; de hecho, hay quien la denomina “la Kournikova del voley”. Quizá no sea la mejor jugadora de voleibol del mundo, pero sí es, desde luego, la que mayor expectación levanta. En esta entrevista lo demuestra.
Cuando jugaba en Italia, Maurizia demostró que, además de ser una excelente jugadora, posee un fuerte carácter: durante un partido de liga, cuando jugaba en el Pérgamo, obligó a un cámara de la RAI a abandonar la cancha, en vista de que no dejaba de enfocar insistentemente su trasero: "Es como si en un partido de fútbol la televisión sólo se dedicase a ofrecer imágenes de los pantalones de los jugadores", dijo la guapa deportista.El presidente de su nuevo club, el Tenerife Marichal, Francisco Cabrera, dice de ella que se ha adaptado al equipo “de maravilla. La he fichado porque juega muy bien, no por otra cosa”, asegura. “Lo otro”, añade, entre risas, en clara alusión a la espléndida belleza de la colocadora, “ya vino, como quien dice, añadido”.En Tenerife, su nuevo hogar, esta italiana simpática y extrovertida, que lo ha ganado casi todo en el mundo del voleybol (campeona de Europa con su anterior equipo, el Bérgamo, campeona de Italia, mejor colocadora del Mundial de 1998...)...
Rubia, de 1,79 metros de altura, y originaria, como el famoso mármol, de Carrara (Italia), en su país tiene una auténtica legión de admiradores que siguen con detalle todos sus movimientos. Es, además, la imagen publicitaria de numerosas marcas deportivas; de hecho, hay quien la denomina “la Kournikova del voley”. Quizá no sea la mejor jugadora de voleibol del mundo, pero sí es, desde luego, la que mayor expectación levanta. En esta entrevista lo demuestra.
Cuando jugaba en Italia, Maurizia demostró que, además de ser una excelente jugadora, posee un fuerte carácter: durante un partido de liga, cuando jugaba en el Pérgamo, obligó a un cámara de la RAI a abandonar la cancha, en vista de que no dejaba de enfocar insistentemente su trasero: "Es como si en un partido de fútbol la televisión sólo se dedicase a ofrecer imágenes de los pantalones de los jugadores", dijo la guapa deportista.El presidente de su nuevo club, el Tenerife Marichal, Francisco Cabrera, dice de ella que se ha adaptado al equipo “de maravilla. La he fichado porque juega muy bien, no por otra cosa”, asegura. “Lo otro”, añade, entre risas, en clara alusión a la espléndida belleza de la colocadora, “ya vino, como quien dice, añadido”.En Tenerife, su nuevo hogar, esta italiana simpática y extrovertida, que lo ha ganado casi todo en el mundo del voleybol (campeona de Europa con su anterior equipo, el Bérgamo, campeona de Italia, mejor colocadora del Mundial de 1998...)...
Rubia, de 1,79 metros de altura, y originaria, como el famoso mármol, de Carrara (Italia), en su país tiene una auténtica legión de admiradores que siguen con detalle todos sus movimientos. Es, además, la imagen publicitaria de numerosas marcas deportivas; de hecho, hay quien la denomina “la Kournikova del voley”. Quizá no sea la mejor jugadora de voleibol del mundo, pero sí es, desde luego, la que mayor expectación levanta. En esta entrevista lo demuestra.
Cuando jugaba en Italia, Maurizia demostró que, además de ser una excelente jugadora, posee un fuerte carácter: durante un partido de liga, cuando jugaba en el Pérgamo, obligó a un cámara de la RAI a abandonar la cancha, en vista de que no dejaba de enfocar insistentemente su trasero: "Es como si en un partido de fútbol la televisión sólo se dedicase a ofrecer imágenes de los pantalones de los jugadores", dijo la guapa deportista.El presidente de su nuevo club, el Tenerife Marichal, Francisco Cabrera, dice de ella que se ha adaptado al equipo “de maravilla. La he fichado porque juega muy bien, no por otra cosa”, asegura. “Lo otro”, añade, entre risas, en clara alusión a la espléndida belleza de la colocadora, “ya vino, como quien dice, añadido”.En Tenerife, su nuevo hogar, esta italiana simpática y extrovertida, que lo ha ganado casi todo en el mundo del voleybol (campeona de Europa con su anterior equipo, el Bérgamo, campeona de Italia, mejor colocadora del Mundial de 1998...)...
Rubia, de 1,79 metros de altura, y originaria, como el famoso mármol, de Carrara (Italia), en su país tiene una auténtica legión de admiradores que siguen con detalle todos sus movimientos. Es, además, la imagen publicitaria de numerosas marcas deportivas; de hecho, hay quien la denomina “la Kournikova del voley”. Quizá no sea la mejor jugadora de voleibol del mundo, pero sí es, desde luego, la que mayor expectación levanta. En esta entrevista lo demuestra.
Cuando jugaba en Italia, Maurizia demostró que, además de ser una excelente jugadora, posee un fuerte carácter: durante un partido de liga, cuando jugaba en el Pérgamo, obligó a un cámara de la RAI a abandonar la cancha, en vista de que no dejaba de enfocar insistentemente su trasero: "Es como si en un partido de fútbol la televisión sólo se dedicase a ofrecer imágenes de los pantalones de los jugadores", dijo la guapa deportista.El presidente de su nuevo club, el Tenerife Marichal, Francisco Cabrera, dice de ella que se ha adaptado al equipo “de maravilla. La he fichado porque juega muy bien, no por otra cosa”, asegura. “Lo otro”, añade, entre risas, en clara alusión a la espléndida belleza de la colocadora, “ya vino, como quien dice, añadido”.En Tenerife, su nuevo hogar, esta italiana simpática y extrovertida, que lo ha ganado casi todo en el mundo del voleybol (campeona de Europa con su anterior equipo, el Bérgamo, campeona de Italia, mejor colocadora del Mundial de 1998...)...
Rubia, de 1,79 metros de altura, y originaria, como el famoso mármol, de Carrara (Italia), en su país tiene una auténtica legión de admiradores que siguen con detalle todos sus movimientos. Es, además, la imagen publicitaria de numerosas marcas deportivas; de hecho, hay quien la denomina “la Kournikova del voley”. Quizá no sea la mejor jugadora de voleibol del mundo, pero sí es, desde luego, la que mayor expectación levanta. En esta entrevista lo demuestra.
Cuando jugaba en Italia, Maurizia demostró que, además de ser una excelente jugadora, posee un fuerte carácter: durante un partido de liga, cuando jugaba en el Pérgamo, obligó a un cámara de la RAI a abandonar la cancha, en vista de que no dejaba de enfocar insistentemente su trasero: "Es como si en un partido de fútbol la televisión sólo se dedicase a ofrecer imágenes de los pantalones de los jugadores", dijo la guapa deportista.El presidente de su nuevo club, el Tenerife Marichal, Francisco Cabrera, dice de ella que se ha adaptado al equipo “de maravilla. La he fichado porque juega muy bien, no por otra cosa”, asegura. “Lo otro”, añade, entre risas, en clara alusión a la espléndida belleza de la colocadora, “ya vino, como quien dice, añadido”.En Tenerife, su nuevo hogar, esta italiana simpática y extrovertida, que lo ha ganado casi todo en el mundo del voleybol (campeona de Europa con su anterior equipo, el Bérgamo, campeona de Italia, mejor colocadora del Mundial de 1998...)...
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Maurizia Cacciatori
Maurizia Cacciatori
Maurizia Cacciatori
Maurizia Cacciatori
Maurizia Cacciatori
Maurizia Cacciatori
Maurizia Cacciatori, sobre la pista
Maurizia Cacciatori
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