María Jesús Rosa renueva la corona de campeona de Europa de boxeo femenino

Es la mejor en Europa en el peso mosca. Nacida en Madrid y con 28 años de edad, nos dice que “del boxeo no se puede vivir”. La deportista intenta romper todos los prejuicios que se han creado en un deporte eminentemente masculino, pero en el que ha logrado alzarse con un título continental y ha conseguido también el reconocimiento de buena parte de la afición.

María Jesús Rosa (Madrid, 1974) es una campeona de Europa atípica, de un deporte donde las mujeres tienen poca participación y siendo la única profesional en España. Este “privilegio”, que para otros deportistas es una forma de asegurarse un cómodo futuro, no es suficiente para que esta la boxeadora pueda dedicarse de lleno a su especialidad, por lo que tiene que trabajar en sus horas libres para “llegar a fin de mes”.

Tras desempeñar tareas de limpiadora, carnicera o dependienta, la campeona de Europa de los pesos moscas ha encontrado una vía de escape trabajando de secretaría en una agencia de publicidad. Allí, María Jesús atiende las llamadas telefónicas y organiza la agenda de la empresa antes de irse al gimnasio y ponerse los guantes. “El boxeo no da para vivir”, asegura.

A María Jesús le pagan por pelea, cifras de las que no quiere hablar, aunque sí reconoce que ha ahorrado un poco tras proclamarse campeona de Europa en marzo de 2002 y defender su título en dos ocasiones.

La...

Es la mejor en Europa en el peso mosca. Nacida en Madrid y con 28 años de edad, nos dice que “del boxeo no se puede vivir”. La deportista intenta romper todos los prejuicios que se han creado en un deporte eminentemente masculino, pero en el que ha logrado alzarse con un título continental y ha conseguido también el reconocimiento de buena parte de la afición.

María Jesús Rosa (Madrid, 1974) es una campeona de Europa atípica, de un deporte donde las mujeres tienen poca participación y siendo la única profesional en España. Este “privilegio”, que para otros deportistas es una forma de asegurarse un cómodo futuro, no es suficiente para que esta la boxeadora pueda dedicarse de lleno a su especialidad, por lo que tiene que trabajar en sus horas libres para “llegar a fin de mes”.

Tras desempeñar tareas de limpiadora, carnicera o dependienta, la campeona de Europa de los pesos moscas ha encontrado una vía de escape trabajando de secretaría en una agencia de publicidad. Allí, María Jesús atiende las llamadas telefónicas y organiza la agenda de la empresa antes de irse al gimnasio y ponerse los guantes. “El boxeo no da para vivir”, asegura.

A María Jesús le pagan por pelea, cifras de las que no quiere hablar, aunque sí reconoce que ha ahorrado un poco tras proclamarse campeona de Europa en marzo de 2002 y defender su título en dos ocasiones.

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Es la mejor en Europa en el peso mosca. Nacida en Madrid y con 28 años de edad, nos dice que “del boxeo no se puede vivir”. La deportista intenta romper todos los prejuicios que se han creado en un deporte eminentemente masculino, pero en el que ha logrado alzarse con un título continental y ha conseguido también el reconocimiento de buena parte de la afición.

María Jesús Rosa (Madrid, 1974) es una campeona de Europa atípica, de un deporte donde las mujeres tienen poca participación y siendo la única profesional en España. Este “privilegio”, que para otros deportistas es una forma de asegurarse un cómodo futuro, no es suficiente para que esta la boxeadora pueda dedicarse de lleno a su especialidad, por lo que tiene que trabajar en sus horas libres para “llegar a fin de mes”.

Tras desempeñar tareas de limpiadora, carnicera o dependienta, la campeona de Europa de los pesos moscas ha encontrado una vía de escape trabajando de secretaría en una agencia de publicidad. Allí, María Jesús atiende las llamadas telefónicas y organiza la agenda de la empresa antes de irse al gimnasio y ponerse los guantes. “El boxeo no da para vivir”, asegura.

A María Jesús le pagan por pelea, cifras de las que no quiere hablar, aunque sí reconoce que ha ahorrado un poco tras proclamarse campeona de Europa en marzo de 2002 y defender su título en dos ocasiones.

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Es la mejor en Europa en el peso mosca. Nacida en Madrid y con 28 años de edad, nos dice que “del boxeo no se puede vivir”. La deportista intenta romper todos los prejuicios que se han creado en un deporte eminentemente masculino, pero en el que ha logrado alzarse con un título continental y ha conseguido también el reconocimiento de buena parte de la afición.

María Jesús Rosa (Madrid, 1974) es una campeona de Europa atípica, de un deporte donde las mujeres tienen poca participación y siendo la única profesional en España. Este “privilegio”, que para otros deportistas es una forma de asegurarse un cómodo futuro, no es suficiente para que esta la boxeadora pueda dedicarse de lleno a su especialidad, por lo que tiene que trabajar en sus horas libres para “llegar a fin de mes”.

Tras desempeñar tareas de limpiadora, carnicera o dependienta, la campeona de Europa de los pesos moscas ha encontrado una vía de escape trabajando de secretaría en una agencia de publicidad. Allí, María Jesús atiende las llamadas telefónicas y organiza la agenda de la empresa antes de irse al gimnasio y ponerse los guantes. “El boxeo no da para vivir”, asegura.

A María Jesús le pagan por pelea, cifras de las que no quiere hablar, aunque sí reconoce que ha ahorrado un poco tras proclamarse campeona de Europa en marzo de 2002 y defender su título en dos ocasiones.

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Es la mejor en Europa en el peso mosca. Nacida en Madrid y con 28 años de edad, nos dice que “del boxeo no se puede vivir”. La deportista intenta romper todos los prejuicios que se han creado en un deporte eminentemente masculino, pero en el que ha logrado alzarse con un título continental y ha conseguido también el reconocimiento de buena parte de la afición.

María Jesús Rosa (Madrid, 1974) es una campeona de Europa atípica, de un deporte donde las mujeres tienen poca participación y siendo la única profesional en España. Este “privilegio”, que para otros deportistas es una forma de asegurarse un cómodo futuro, no es suficiente para que esta la boxeadora pueda dedicarse de lleno a su especialidad, por lo que tiene que trabajar en sus horas libres para “llegar a fin de mes”.

Tras desempeñar tareas de limpiadora, carnicera o dependienta, la campeona de Europa de los pesos moscas ha encontrado una vía de escape trabajando de secretaría en una agencia de publicidad. Allí, María Jesús atiende las llamadas telefónicas y organiza la agenda de la empresa antes de irse al gimnasio y ponerse los guantes. “El boxeo no da para vivir”, asegura.

A María Jesús le pagan por pelea, cifras de las que no quiere hablar, aunque sí reconoce que ha ahorrado un poco tras proclamarse campeona de Europa en marzo de 2002 y defender su título en dos ocasiones.

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