03/09/2001 12:00 (UTC)
--- Los eruditos de la ópera tildan su voz de no bella, y describen en su punto de registro alto, su máxima belleza vocal--- ¿Qué era lo que Callas buscaba desesperadamente? Simple y puro amor. Cubrir una falta de cariño que se había convertido en una constante en su vida personal--- La Diva, como se la conocía en sus momentos de gloria por su arrogancia y temperamento, desplegó todo un halo de magia operística en torno a su figura
A partir de que la voz de María Callas irrumpiera un 2 de agosto de 1947 en el panorama operístico europeo, nada volvería a ser igual. Hay algunos que incluso describen con un AC y DC la ruptura espacial de ´Antes de Callas´ y ´Después de Callas´. Tenía 24 años y su debut europeo en Verona (Italia), inauguró algo más que la temporada oficial después de la Segunda Guerra Mundial. Su sino fue “La Gioconda”, obra de Amilcare Ponchielli, dirigida por Tullio Serafin, y el interés de éste por María Callas, su futuro.“Una voz inmortal, toda pasión, temperamento y técnica”. Así describen a la soprano. Un mito de la música, a pesar de su fugacidad -diez años duró su esplendor vocal- que creó escuela, técnica y herencia en sopranos como Montserrat Caballé o Joan Sutherland. La Diva, como se la conocía en sus momentos de gloria por su arrogancia y temperamento, desplegó todo un halo de magia operística en torno a su figura. Estudiaba a la perfección sus papeles, se intriducía en la piel de sus...
--- Los eruditos de la ópera tildan su voz de no bella, y describen en su punto de registro alto, su máxima belleza vocal--- ¿Qué era lo que Callas buscaba desesperadamente? Simple y puro amor. Cubrir una falta de cariño que se había convertido en una constante en su vida personal--- La Diva, como se la conocía en sus momentos de gloria por su arrogancia y temperamento, desplegó todo un halo de magia operística en torno a su figura
A partir de que la voz de María Callas irrumpiera un 2 de agosto de 1947 en el panorama operístico europeo, nada volvería a ser igual. Hay algunos que incluso describen con un AC y DC la ruptura espacial de ´Antes de Callas´ y ´Después de Callas´. Tenía 24 años y su debut europeo en Verona (Italia), inauguró algo más que la temporada oficial después de la Segunda Guerra Mundial. Su sino fue “La Gioconda”, obra de Amilcare Ponchielli, dirigida por Tullio Serafin, y el interés de éste por María Callas, su futuro.“Una voz inmortal, toda pasión, temperamento y técnica”. Así describen a la soprano. Un mito de la música, a pesar de su fugacidad -diez años duró su esplendor vocal- que creó escuela, técnica y herencia en sopranos como Montserrat Caballé o Joan Sutherland. La Diva, como se la conocía en sus momentos de gloria por su arrogancia y temperamento, desplegó todo un halo de magia operística en torno a su figura. Estudiaba a la perfección sus papeles, se intriducía en la piel de sus...
--- Los eruditos de la ópera tildan su voz de no bella, y describen en su punto de registro alto, su máxima belleza vocal--- ¿Qué era lo que Callas buscaba desesperadamente? Simple y puro amor. Cubrir una falta de cariño que se había convertido en una constante en su vida personal--- La Diva, como se la conocía en sus momentos de gloria por su arrogancia y temperamento, desplegó todo un halo de magia operística en torno a su figura
A partir de que la voz de María Callas irrumpiera un 2 de agosto de 1947 en el panorama operístico europeo, nada volvería a ser igual. Hay algunos que incluso describen con un AC y DC la ruptura espacial de ´Antes de Callas´ y ´Después de Callas´. Tenía 24 años y su debut europeo en Verona (Italia), inauguró algo más que la temporada oficial después de la Segunda Guerra Mundial. Su sino fue “La Gioconda”, obra de Amilcare Ponchielli, dirigida por Tullio Serafin, y el interés de éste por María Callas, su futuro.“Una voz inmortal, toda pasión, temperamento y técnica”. Así describen a la soprano. Un mito de la música, a pesar de su fugacidad -diez años duró su esplendor vocal- que creó escuela, técnica y herencia en sopranos como Montserrat Caballé o Joan Sutherland. La Diva, como se la conocía en sus momentos de gloria por su arrogancia y temperamento, desplegó todo un halo de magia operística en torno a su figura. Estudiaba a la perfección sus papeles, se intriducía en la piel de sus...
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