17/04/2001 12:00 (UTC)
--- " Vivimos en un mundo donde los ganadores, moralmente, son poco recomendables"--- "El héroe moderno ha derivado en el antihéroe, que es el ser humano que sólo sobrevive y que hace épica de esa supervivencia"---"No me interesa la idea del artista como gran sufridor o como gran conciencia de todos los demás. No me siento nada distante del resto de seres humanos por tener la capacidad para escribir"---"El escritor que quiere hacer literatura pura y dura hoy en día tiene que tenerlo claro para que no le lleven a donde uno no quiere ir"
Luis Mateo Díez (Villablino, León, 1942) es uno de esos escritores que no se contentan con la realidad y, pese a su formación literaria -con un firme basamento en los clásicos y las vanguardias, pero, si cabe, más aún en el mito y la leyenda propios de la tradición oral que tanto le influyó en su niñez-, creó hace ya años Celama, una comarca de idiosincrasia mítica donde ha ubicado sus novelas "El espíritu del páramo" (1996) y "La ruina del cielo" (1999), por la que el año pasado ganó el Premio de la Crítica en narrativa castellana (ya en 1987 fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura y el año pasado recibió el de Narrativa). Esa particular zona geográfica que tiene construida y memorizada en su mente como si se tratara de un croquis al que sólo él tiene libre acceso sirve a Mateo Díez como localización para las que define como sus tres fábulas más extremas y que se reúnen en su nuevo libro, "El diablo meridiano". Y es que, según explica en esta entrevista, eso es...
--- " Vivimos en un mundo donde los ganadores, moralmente, son poco recomendables"--- "El héroe moderno ha derivado en el antihéroe, que es el ser humano que sólo sobrevive y que hace épica de esa supervivencia"---"No me interesa la idea del artista como gran sufridor o como gran conciencia de todos los demás. No me siento nada distante del resto de seres humanos por tener la capacidad para escribir"---"El escritor que quiere hacer literatura pura y dura hoy en día tiene que tenerlo claro para que no le lleven a donde uno no quiere ir"
Luis Mateo Díez (Villablino, León, 1942) es uno de esos escritores que no se contentan con la realidad y, pese a su formación literaria -con un firme basamento en los clásicos y las vanguardias, pero, si cabe, más aún en el mito y la leyenda propios de la tradición oral que tanto le influyó en su niñez-, creó hace ya años Celama, una comarca de idiosincrasia mítica donde ha ubicado sus novelas "El espíritu del páramo" (1996) y "La ruina del cielo" (1999), por la que el año pasado ganó el Premio de la Crítica en narrativa castellana (ya en 1987 fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura y el año pasado recibió el de Narrativa). Esa particular zona geográfica que tiene construida y memorizada en su mente como si se tratara de un croquis al que sólo él tiene libre acceso sirve a Mateo Díez como localización para las que define como sus tres fábulas más extremas y que se reúnen en su nuevo libro, "El diablo meridiano". Y es que, según explica en esta entrevista, eso es...
--- " Vivimos en un mundo donde los ganadores, moralmente, son poco recomendables"--- "El héroe moderno ha derivado en el antihéroe, que es el ser humano que sólo sobrevive y que hace épica de esa supervivencia"---"No me interesa la idea del artista como gran sufridor o como gran conciencia de todos los demás. No me siento nada distante del resto de seres humanos por tener la capacidad para escribir"---"El escritor que quiere hacer literatura pura y dura hoy en día tiene que tenerlo claro para que no le lleven a donde uno no quiere ir"
Luis Mateo Díez (Villablino, León, 1942) es uno de esos escritores que no se contentan con la realidad y, pese a su formación literaria -con un firme basamento en los clásicos y las vanguardias, pero, si cabe, más aún en el mito y la leyenda propios de la tradición oral que tanto le influyó en su niñez-, creó hace ya años Celama, una comarca de idiosincrasia mítica donde ha ubicado sus novelas "El espíritu del páramo" (1996) y "La ruina del cielo" (1999), por la que el año pasado ganó el Premio de la Crítica en narrativa castellana (ya en 1987 fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura y el año pasado recibió el de Narrativa). Esa particular zona geográfica que tiene construida y memorizada en su mente como si se tratara de un croquis al que sólo él tiene libre acceso sirve a Mateo Díez como localización para las que define como sus tres fábulas más extremas y que se reúnen en su nuevo libro, "El diablo meridiano". Y es que, según explica en esta entrevista, eso es...
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