Karl Malden, el gran triunfador secundario

Su vida es intensa, sobre todo profesionalmente. Es una leyenda, una figura mítica, lo suficiente como para que esté a punto de iniciarse en Hollywood el rodaje de una película sobre su trayectoria vital y profesional

"Fui un niño lleno de complejos, y al llegar al colegio se me agudizaron porque los compañeros se reían de mi nariz. Me llamaban Cyrano. Yo no sabía quién era el tal Cyrano, hasta que supe que era el personaje de inmensa nariz creado por Edmond Rostand en su obra Cyrano de Bergerac. Aún cuando lo recuerdo me produce cierta tristeza", dice el actor Karl Malden.

Quizá por su físico nunca pudo ejercer de galán, lo que no impidió consagrarse como uno de los más grandes actores del mundo. ¿Eterno secundario? No importa. Él creó un estilo de actuación. Muchos de las generaciones que le siguieron pueden presumir de haber seguido su escuela.

Su vida es intensa, sobre todo profesionalmente. Es una leyenda, una figura mítica, lo suficiente como para que esté a punto de iniciarse en Hollywood el rodaje de una película sobre su vida.

"Lo que más me interesa es que lo que he vivido -en el ámbito humano y profesional-, sirva de ejemplo, sobre todo a la gente joven que quiere ser actor, la carrera...

Su vida es intensa, sobre todo profesionalmente. Es una leyenda, una figura mítica, lo suficiente como para que esté a punto de iniciarse en Hollywood el rodaje de una película sobre su trayectoria vital y profesional

"Fui un niño lleno de complejos, y al llegar al colegio se me agudizaron porque los compañeros se reían de mi nariz. Me llamaban Cyrano. Yo no sabía quién era el tal Cyrano, hasta que supe que era el personaje de inmensa nariz creado por Edmond Rostand en su obra Cyrano de Bergerac. Aún cuando lo recuerdo me produce cierta tristeza", dice el actor Karl Malden.

Quizá por su físico nunca pudo ejercer de galán, lo que no impidió consagrarse como uno de los más grandes actores del mundo. ¿Eterno secundario? No importa. Él creó un estilo de actuación. Muchos de las generaciones que le siguieron pueden presumir de haber seguido su escuela.

Su vida es intensa, sobre todo profesionalmente. Es una leyenda, una figura mítica, lo suficiente como para que esté a punto de iniciarse en Hollywood el rodaje de una película sobre su vida.

"Lo que más me interesa es que lo que he vivido -en el ámbito humano y profesional-, sirva de ejemplo, sobre todo a la gente joven que quiere ser actor, la carrera...

Su vida es intensa, sobre todo profesionalmente. Es una leyenda, una figura mítica, lo suficiente como para que esté a punto de iniciarse en Hollywood el rodaje de una película sobre su trayectoria vital y profesional

"Fui un niño lleno de complejos, y al llegar al colegio se me agudizaron porque los compañeros se reían de mi nariz. Me llamaban Cyrano. Yo no sabía quién era el tal Cyrano, hasta que supe que era el personaje de inmensa nariz creado por Edmond Rostand en su obra Cyrano de Bergerac. Aún cuando lo recuerdo me produce cierta tristeza", dice el actor Karl Malden.

Quizá por su físico nunca pudo ejercer de galán, lo que no impidió consagrarse como uno de los más grandes actores del mundo. ¿Eterno secundario? No importa. Él creó un estilo de actuación. Muchos de las generaciones que le siguieron pueden presumir de haber seguido su escuela.

Su vida es intensa, sobre todo profesionalmente. Es una leyenda, una figura mítica, lo suficiente como para que esté a punto de iniciarse en Hollywood el rodaje de una película sobre su vida.

"Lo que más me interesa es que lo que he vivido -en el ámbito humano y profesional-, sirva de ejemplo, sobre todo a la gente joven que quiere ser actor, la carrera...

Su vida es intensa, sobre todo profesionalmente. Es una leyenda, una figura mítica, lo suficiente como para que esté a punto de iniciarse en Hollywood el rodaje de una película sobre su trayectoria vital y profesional

"Fui un niño lleno de complejos, y al llegar al colegio se me agudizaron porque los compañeros se reían de mi nariz. Me llamaban Cyrano. Yo no sabía quién era el tal Cyrano, hasta que supe que era el personaje de inmensa nariz creado por Edmond Rostand en su obra Cyrano de Bergerac. Aún cuando lo recuerdo me produce cierta tristeza", dice el actor Karl Malden.

Quizá por su físico nunca pudo ejercer de galán, lo que no impidió consagrarse como uno de los más grandes actores del mundo. ¿Eterno secundario? No importa. Él creó un estilo de actuación. Muchos de las generaciones que le siguieron pueden presumir de haber seguido su escuela.

Su vida es intensa, sobre todo profesionalmente. Es una leyenda, una figura mítica, lo suficiente como para que esté a punto de iniciarse en Hollywood el rodaje de una película sobre su vida.

"Lo que más me interesa es que lo que he vivido -en el ámbito humano y profesional-, sirva de ejemplo, sobre todo a la gente joven que quiere ser actor, la carrera...