23/10/2002 12:00 (UTC)
El escritor colombiano, hijo de Fernando Botero, tiene como norma seguir los consejos de Hemingway, y todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Así nos cuenta en su última novela: “la sentencia”, que acaba de presentar en España, la historia de un buscador de tesoros en la que, parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura". En la obra se observa la mirada de un alma de bucanero, pirata o soñador claro de la aventura, que se vive para escribirla.
Defensor de las novelas de aventuras, Juan Carlos Botero (Colombia, 1959) en su última obra “La sentencia”, parte del mundo marino contemplado por Hemingway, Conrad o Melvin, para escribir desde una literatura propiamente hispana. Francisco Rayo, el protagonista, se presenta como buscador de tesoros, aunque Botero mismo acabe por sentenciar a su protagonista: "la búsqueda final es de problemas", los mismos que ha buscado el propio autor en su vida. Desde la navegación que él mismo ha experimentado; siguiendo los consejos de Hemingway, todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura", una experiencia en dos dimensiones que se contrasta con un personaje principal que parece no sufrir cambio alguno en sus experiencias. EL MAR, LA MAR, REFERENTE OBLIGADO. Afincado en una narrativa ágil, rápida y precisa; detrás de su acento dulce y sus...
El escritor colombiano, hijo de Fernando Botero, tiene como norma seguir los consejos de Hemingway, y todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Así nos cuenta en su última novela: “la sentencia”, que acaba de presentar en España, la historia de un buscador de tesoros en la que, parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura". En la obra se observa la mirada de un alma de bucanero, pirata o soñador claro de la aventura, que se vive para escribirla.
Defensor de las novelas de aventuras, Juan Carlos Botero (Colombia, 1959) en su última obra “La sentencia”, parte del mundo marino contemplado por Hemingway, Conrad o Melvin, para escribir desde una literatura propiamente hispana. Francisco Rayo, el protagonista, se presenta como buscador de tesoros, aunque Botero mismo acabe por sentenciar a su protagonista: "la búsqueda final es de problemas", los mismos que ha buscado el propio autor en su vida. Desde la navegación que él mismo ha experimentado; siguiendo los consejos de Hemingway, todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura", una experiencia en dos dimensiones que se contrasta con un personaje principal que parece no sufrir cambio alguno en sus experiencias. EL MAR, LA MAR, REFERENTE OBLIGADO. Afincado en una narrativa ágil, rápida y precisa; detrás de su acento dulce y sus...
El escritor colombiano, hijo de Fernando Botero, tiene como norma seguir los consejos de Hemingway, y todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Así nos cuenta en su última novela: “la sentencia”, que acaba de presentar en España, la historia de un buscador de tesoros en la que, parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura". En la obra se observa la mirada de un alma de bucanero, pirata o soñador claro de la aventura, que se vive para escribirla.
Defensor de las novelas de aventuras, Juan Carlos Botero (Colombia, 1959) en su última obra “La sentencia”, parte del mundo marino contemplado por Hemingway, Conrad o Melvin, para escribir desde una literatura propiamente hispana. Francisco Rayo, el protagonista, se presenta como buscador de tesoros, aunque Botero mismo acabe por sentenciar a su protagonista: "la búsqueda final es de problemas", los mismos que ha buscado el propio autor en su vida. Desde la navegación que él mismo ha experimentado; siguiendo los consejos de Hemingway, todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura", una experiencia en dos dimensiones que se contrasta con un personaje principal que parece no sufrir cambio alguno en sus experiencias. EL MAR, LA MAR, REFERENTE OBLIGADO. Afincado en una narrativa ágil, rápida y precisa; detrás de su acento dulce y sus...
El escritor colombiano, hijo de Fernando Botero, tiene como norma seguir los consejos de Hemingway, y todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Así nos cuenta en su última novela: “la sentencia”, que acaba de presentar en España, la historia de un buscador de tesoros en la que, parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura". En la obra se observa la mirada de un alma de bucanero, pirata o soñador claro de la aventura, que se vive para escribirla.
Defensor de las novelas de aventuras, Juan Carlos Botero (Colombia, 1959) en su última obra “La sentencia”, parte del mundo marino contemplado por Hemingway, Conrad o Melvin, para escribir desde una literatura propiamente hispana. Francisco Rayo, el protagonista, se presenta como buscador de tesoros, aunque Botero mismo acabe por sentenciar a su protagonista: "la búsqueda final es de problemas", los mismos que ha buscado el propio autor en su vida. Desde la navegación que él mismo ha experimentado; siguiendo los consejos de Hemingway, todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura", una experiencia en dos dimensiones que se contrasta con un personaje principal que parece no sufrir cambio alguno en sus experiencias. EL MAR, LA MAR, REFERENTE OBLIGADO. Afincado en una narrativa ágil, rápida y precisa; detrás de su acento dulce y sus...
El escritor colombiano, hijo de Fernando Botero, tiene como norma seguir los consejos de Hemingway, y todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Así nos cuenta en su última novela: “la sentencia”, que acaba de presentar en España, la historia de un buscador de tesoros en la que, parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura". En la obra se observa la mirada de un alma de bucanero, pirata o soñador claro de la aventura, que se vive para escribirla.
Defensor de las novelas de aventuras, Juan Carlos Botero (Colombia, 1959) en su última obra “La sentencia”, parte del mundo marino contemplado por Hemingway, Conrad o Melvin, para escribir desde una literatura propiamente hispana. Francisco Rayo, el protagonista, se presenta como buscador de tesoros, aunque Botero mismo acabe por sentenciar a su protagonista: "la búsqueda final es de problemas", los mismos que ha buscado el propio autor en su vida. Desde la navegación que él mismo ha experimentado; siguiendo los consejos de Hemingway, todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura", una experiencia en dos dimensiones que se contrasta con un personaje principal que parece no sufrir cambio alguno en sus experiencias. EL MAR, LA MAR, REFERENTE OBLIGADO. Afincado en una narrativa ágil, rápida y precisa; detrás de su acento dulce y sus...
El escritor colombiano, hijo de Fernando Botero, tiene como norma seguir los consejos de Hemingway, y todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Así nos cuenta en su última novela: “la sentencia”, que acaba de presentar en España, la historia de un buscador de tesoros en la que, parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura". En la obra se observa la mirada de un alma de bucanero, pirata o soñador claro de la aventura, que se vive para escribirla.
Defensor de las novelas de aventuras, Juan Carlos Botero (Colombia, 1959) en su última obra “La sentencia”, parte del mundo marino contemplado por Hemingway, Conrad o Melvin, para escribir desde una literatura propiamente hispana. Francisco Rayo, el protagonista, se presenta como buscador de tesoros, aunque Botero mismo acabe por sentenciar a su protagonista: "la búsqueda final es de problemas", los mismos que ha buscado el propio autor en su vida. Desde la navegación que él mismo ha experimentado; siguiendo los consejos de Hemingway, todo lo que escribe parte de lo conocido de primera mano. Parafraseando a Conrad, describe el océano y sus profundidades como un escenario, "para la búsqueda interior a través de la aventura", una experiencia en dos dimensiones que se contrasta con un personaje principal que parece no sufrir cambio alguno en sus experiencias. EL MAR, LA MAR, REFERENTE OBLIGADO. Afincado en una narrativa ágil, rápida y precisa; detrás de su acento dulce y sus...
Story content:
Juan Carlos Botero en la presentación de su libro en Madrid
El hijo escritor de Fernando Botero
El autor tiene como centro de la narración el mar
Juan Carlos Botero
Presentación de la obra, "la sentencia", en Madrid
El autor tiene claro que quiere escribir desde la experiencia
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