14/12/2010 12:00 (UTC)
Con la vista puesta en la próxima boda de su nieto Guillermo, un año más la reina Isabel II pasará la Navidad con su familia en la mansión campestre de Sandringham, propiedad de la Familia Real desde 1862, y uno de los hogares más personales de la soberana.
DESTACADOS:.*** "Se dedican a cazar, a pasear con los perros, montar a caballo o, si están en casa, a hacer puzzles, jugar a las cartas o ver la tele, como cualquier familia normal", explica la directora de iniciativas públicas de Sandringham, Helen Walch.*** La mansión, que en su momento de esplendor tuvo 365 habitaciones -una por cada día del año-, siempre ha sido de las preferidas de la realeza.*** Sandringham no es más que una típica casa clásica inglesa, con sus diminutos adornos de cerámica, colecciones de objetos eclécticos y hasta alguna pared necesitada de una mano de pintura.Es también uno de sus hogares más personales, ya que la casa, a diferencia del resto de las residencias reales -excepto Balmoral, en Escocia-, es propiedad privada de la Reina y no pertenece al Estado, por lo que la soberana puede tenerla a su gusto y disfrutarla a suconveniencia.Cada año el príncipe Felipe, que se encarga personalmente de la gestión de la finca, e Isabel II, acompañados por sus...
Con la vista puesta en la próxima boda de su nieto Guillermo, un año más la reina Isabel II pasará la Navidad con su familia en la mansión campestre de Sandringham, propiedad de la Familia Real desde 1862, y uno de los hogares más personales de la soberana.
DESTACADOS:.*** "Se dedican a cazar, a pasear con los perros, montar a caballo o, si están en casa, a hacer puzzles, jugar a las cartas o ver la tele, como cualquier familia normal", explica la directora de iniciativas públicas de Sandringham, Helen Walch.*** La mansión, que en su momento de esplendor tuvo 365 habitaciones -una por cada día del año-, siempre ha sido de las preferidas de la realeza.*** Sandringham no es más que una típica casa clásica inglesa, con sus diminutos adornos de cerámica, colecciones de objetos eclécticos y hasta alguna pared necesitada de una mano de pintura.Es también uno de sus hogares más personales, ya que la casa, a diferencia del resto de las residencias reales -excepto Balmoral, en Escocia-, es propiedad privada de la Reina y no pertenece al Estado, por lo que la soberana puede tenerla a su gusto y disfrutarla a suconveniencia.Cada año el príncipe Felipe, que se encarga personalmente de la gestión de la finca, e Isabel II, acompañados por sus...
Con la vista puesta en la próxima boda de su nieto Guillermo, un año más la reina Isabel II pasará la Navidad con su familia en la mansión campestre de Sandringham, propiedad de la Familia Real desde 1862, y uno de los hogares más personales de la soberana.
DESTACADOS:.*** "Se dedican a cazar, a pasear con los perros, montar a caballo o, si están en casa, a hacer puzzles, jugar a las cartas o ver la tele, como cualquier familia normal", explica la directora de iniciativas públicas de Sandringham, Helen Walch.*** La mansión, que en su momento de esplendor tuvo 365 habitaciones -una por cada día del año-, siempre ha sido de las preferidas de la realeza.*** Sandringham no es más que una típica casa clásica inglesa, con sus diminutos adornos de cerámica, colecciones de objetos eclécticos y hasta alguna pared necesitada de una mano de pintura.Es también uno de sus hogares más personales, ya que la casa, a diferencia del resto de las residencias reales -excepto Balmoral, en Escocia-, es propiedad privada de la Reina y no pertenece al Estado, por lo que la soberana puede tenerla a su gusto y disfrutarla a suconveniencia.Cada año el príncipe Felipe, que se encarga personalmente de la gestión de la finca, e Isabel II, acompañados por sus...
Con la vista puesta en la próxima boda de su nieto Guillermo, un año más la reina Isabel II pasará la Navidad con su familia en la mansión campestre de Sandringham, propiedad de la Familia Real desde 1862, y uno de los hogares más personales de la soberana.
DESTACADOS:.*** "Se dedican a cazar, a pasear con los perros, montar a caballo o, si están en casa, a hacer puzzles, jugar a las cartas o ver la tele, como cualquier familia normal", explica la directora de iniciativas públicas de Sandringham, Helen Walch.*** La mansión, que en su momento de esplendor tuvo 365 habitaciones -una por cada día del año-, siempre ha sido de las preferidas de la realeza.*** Sandringham no es más que una típica casa clásica inglesa, con sus diminutos adornos de cerámica, colecciones de objetos eclécticos y hasta alguna pared necesitada de una mano de pintura.Es también uno de sus hogares más personales, ya que la casa, a diferencia del resto de las residencias reales -excepto Balmoral, en Escocia-, es propiedad privada de la Reina y no pertenece al Estado, por lo que la soberana puede tenerla a su gusto y disfrutarla a suconveniencia.Cada año el príncipe Felipe, que se encarga personalmente de la gestión de la finca, e Isabel II, acompañados por sus...
Con la vista puesta en la próxima boda de su nieto Guillermo, un año más la reina Isabel II pasará la Navidad con su familia en la mansión campestre de Sandringham, propiedad de la Familia Real desde 1862, y uno de los hogares más personales de la soberana.
DESTACADOS:.*** "Se dedican a cazar, a pasear con los perros, montar a caballo o, si están en casa, a hacer puzzles, jugar a las cartas o ver la tele, como cualquier familia normal", explica la directora de iniciativas públicas de Sandringham, Helen Walch.*** La mansión, que en su momento de esplendor tuvo 365 habitaciones -una por cada día del año-, siempre ha sido de las preferidas de la realeza.*** Sandringham no es más que una típica casa clásica inglesa, con sus diminutos adornos de cerámica, colecciones de objetos eclécticos y hasta alguna pared necesitada de una mano de pintura.Es también uno de sus hogares más personales, ya que la casa, a diferencia del resto de las residencias reales -excepto Balmoral, en Escocia-, es propiedad privada de la Reina y no pertenece al Estado, por lo que la soberana puede tenerla a su gusto y disfrutarla a suconveniencia.Cada año el príncipe Felipe, que se encarga personalmente de la gestión de la finca, e Isabel II, acompañados por sus...
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La mansión, que en su momento de esplendor tuvo 365 habitaciones -una por cada día del año-, siempre ha sido de las preferidas de la realeza.
"Se dedican a cazar, a pasear con los perros, montar a caballo o, si están en casa, a hacer puzzles, jugar a las cartas o ver la tele, como cualquier familia normal", explica la directora de iniciativas públicas de Sandringham, Helen Walch.
Sandringham no es más que una típica casa clásica inglesa, con sus diminutos adornos de cerámica, colecciones de objetos eclécticos y hasta alguna pared necesitada de una mano de pintura.
La mansión, que en su momento de esplendor tuvo 365 habitaciones -una por cada día del año-, siempre ha sido de las preferidas de la realeza.
Una foto antigua de la Familia Real en Sandringham
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