15/04/2003 12:00 (UTC)
A los 20 años de su fallecimiento, aún no ha surgido otra actriz que la pueda emular. Fue la gran primera diva del cine mudo, pero también triunfó en el sonoro, gracias a Cecil B. DeMille. Gloria Swanson rodó 41 películas, se casó seis veces, tuvo dos hijos, pero nunca mezcló su vida privada con la profesional. Fue querida y odiada. Pero muchas intentaron imitarla sin conseguirlo.
Desde que Gloria Swanson inició su carrera de actriz en el cine mudo destacó como uno de los “monstruos sagrados” de Hollywood. Su sola aparición bastó para que el mundo de los entendidos en la materia descubrieran que era una estrella, una diva en toda la extensión de la palabra. Fue de las pocas actrices de su época que sobrevivió al cine mudo, aunque hay que reconocer que tampoco se prodigó demasiado. Era un genio, tan original y espectacular, que aunque no hubiese rodado “El crepúsculo de los dioses” (“Sunset Boulevard”) merecía todos los títulos. Ella, como la Garbo o la Dietrich, no ha muerto, porque dejó un legado fílmico que garantiza su estancia entre nosotros. Gloria Swanson creó un estilo de actuación que intentaron imitar. “Estoy convencida de que seré parte de la historia de Hollywood. Nadie podrá hablar de nuestro cine sin mencionarme”, dijo segura de sí en una de sus últimas entrevista. Por su carácter fuerte y exigente, también tuvo detractores. Que una actriz...
A los 20 años de su fallecimiento, aún no ha surgido otra actriz que la pueda emular. Fue la gran primera diva del cine mudo, pero también triunfó en el sonoro, gracias a Cecil B. DeMille. Gloria Swanson rodó 41 películas, se casó seis veces, tuvo dos hijos, pero nunca mezcló su vida privada con la profesional. Fue querida y odiada. Pero muchas intentaron imitarla sin conseguirlo.
Desde que Gloria Swanson inició su carrera de actriz en el cine mudo destacó como uno de los “monstruos sagrados” de Hollywood. Su sola aparición bastó para que el mundo de los entendidos en la materia descubrieran que era una estrella, una diva en toda la extensión de la palabra. Fue de las pocas actrices de su época que sobrevivió al cine mudo, aunque hay que reconocer que tampoco se prodigó demasiado. Era un genio, tan original y espectacular, que aunque no hubiese rodado “El crepúsculo de los dioses” (“Sunset Boulevard”) merecía todos los títulos. Ella, como la Garbo o la Dietrich, no ha muerto, porque dejó un legado fílmico que garantiza su estancia entre nosotros. Gloria Swanson creó un estilo de actuación que intentaron imitar. “Estoy convencida de que seré parte de la historia de Hollywood. Nadie podrá hablar de nuestro cine sin mencionarme”, dijo segura de sí en una de sus últimas entrevista. Por su carácter fuerte y exigente, también tuvo detractores. Que una actriz...
A los 20 años de su fallecimiento, aún no ha surgido otra actriz que la pueda emular. Fue la gran primera diva del cine mudo, pero también triunfó en el sonoro, gracias a Cecil B. DeMille. Gloria Swanson rodó 41 películas, se casó seis veces, tuvo dos hijos, pero nunca mezcló su vida privada con la profesional. Fue querida y odiada. Pero muchas intentaron imitarla sin conseguirlo.
Desde que Gloria Swanson inició su carrera de actriz en el cine mudo destacó como uno de los “monstruos sagrados” de Hollywood. Su sola aparición bastó para que el mundo de los entendidos en la materia descubrieran que era una estrella, una diva en toda la extensión de la palabra. Fue de las pocas actrices de su época que sobrevivió al cine mudo, aunque hay que reconocer que tampoco se prodigó demasiado. Era un genio, tan original y espectacular, que aunque no hubiese rodado “El crepúsculo de los dioses” (“Sunset Boulevard”) merecía todos los títulos. Ella, como la Garbo o la Dietrich, no ha muerto, porque dejó un legado fílmico que garantiza su estancia entre nosotros. Gloria Swanson creó un estilo de actuación que intentaron imitar. “Estoy convencida de que seré parte de la historia de Hollywood. Nadie podrá hablar de nuestro cine sin mencionarme”, dijo segura de sí en una de sus últimas entrevista. Por su carácter fuerte y exigente, también tuvo detractores. Que una actriz...
A los 20 años de su fallecimiento, aún no ha surgido otra actriz que la pueda emular. Fue la gran primera diva del cine mudo, pero también triunfó en el sonoro, gracias a Cecil B. DeMille. Gloria Swanson rodó 41 películas, se casó seis veces, tuvo dos hijos, pero nunca mezcló su vida privada con la profesional. Fue querida y odiada. Pero muchas intentaron imitarla sin conseguirlo.
Desde que Gloria Swanson inició su carrera de actriz en el cine mudo destacó como uno de los “monstruos sagrados” de Hollywood. Su sola aparición bastó para que el mundo de los entendidos en la materia descubrieran que era una estrella, una diva en toda la extensión de la palabra. Fue de las pocas actrices de su época que sobrevivió al cine mudo, aunque hay que reconocer que tampoco se prodigó demasiado. Era un genio, tan original y espectacular, que aunque no hubiese rodado “El crepúsculo de los dioses” (“Sunset Boulevard”) merecía todos los títulos. Ella, como la Garbo o la Dietrich, no ha muerto, porque dejó un legado fílmico que garantiza su estancia entre nosotros. Gloria Swanson creó un estilo de actuación que intentaron imitar. “Estoy convencida de que seré parte de la historia de Hollywood. Nadie podrá hablar de nuestro cine sin mencionarme”, dijo segura de sí en una de sus últimas entrevista. Por su carácter fuerte y exigente, también tuvo detractores. Que una actriz...
Story content:
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