Gauguin, la última huida

Paul Gauguin, buscador de paraísos, eterno descontento, poco antes de su muerte pintó un cuadro que llenó de interrogantes: ¿De donde venimos? ¿¡Qué somos? ¿Adónde vamos?. Eran las preguntas de un hombre enfermo y sólo, incapaz de seguir avanzando en una vida en la que buscó permanentemente la belleza.

“Solo quiero silencio y que me dejen morir tranquilo” expresó el pintor cuando intentó suicidarse con arsénico, en los días de 1897 en los que pintó este cuadro-testamento que vuelve a Francia por vez primera desde hace 50 años, con ocasión de una gran muestra conmemorativa del centenario de la desaparición del artista.

En el cuadro aparece una naturaleza lujuriante y diversos animales y personajes en la penumbra. Pero no rebosa alegría, sino misterio. Es una de las piezas destacadas de la exposición, procedente del Fine Arts Museum de Boston, colaborador con el ministerio de cultura francés en el evento.

Ya hace cien años que Gauguin murió en las tierras de Polinesia, y con tal motivo, el Grand Palais de París prepara la gran exposición sobre la obra de este eterno descontento. Pinturas, esculturas y fotografías debidas a Gauguin y realizadas entre 1891 y 1903 –más de 200 obras- se presentan en la cita “Gauguin, el taller de los trópicos”, abierta desde el inicio de octubre al 19 de...

Paul Gauguin, buscador de paraísos, eterno descontento, poco antes de su muerte pintó un cuadro que llenó de interrogantes: ¿De donde venimos? ¿¡Qué somos? ¿Adónde vamos?. Eran las preguntas de un hombre enfermo y sólo, incapaz de seguir avanzando en una vida en la que buscó permanentemente la belleza.

“Solo quiero silencio y que me dejen morir tranquilo” expresó el pintor cuando intentó suicidarse con arsénico, en los días de 1897 en los que pintó este cuadro-testamento que vuelve a Francia por vez primera desde hace 50 años, con ocasión de una gran muestra conmemorativa del centenario de la desaparición del artista.

En el cuadro aparece una naturaleza lujuriante y diversos animales y personajes en la penumbra. Pero no rebosa alegría, sino misterio. Es una de las piezas destacadas de la exposición, procedente del Fine Arts Museum de Boston, colaborador con el ministerio de cultura francés en el evento.

Ya hace cien años que Gauguin murió en las tierras de Polinesia, y con tal motivo, el Grand Palais de París prepara la gran exposición sobre la obra de este eterno descontento. Pinturas, esculturas y fotografías debidas a Gauguin y realizadas entre 1891 y 1903 –más de 200 obras- se presentan en la cita “Gauguin, el taller de los trópicos”, abierta desde el inicio de octubre al 19 de...

Paul Gauguin, buscador de paraísos, eterno descontento, poco antes de su muerte pintó un cuadro que llenó de interrogantes: ¿De donde venimos? ¿¡Qué somos? ¿Adónde vamos?. Eran las preguntas de un hombre enfermo y sólo, incapaz de seguir avanzando en una vida en la que buscó permanentemente la belleza.

“Solo quiero silencio y que me dejen morir tranquilo” expresó el pintor cuando intentó suicidarse con arsénico, en los días de 1897 en los que pintó este cuadro-testamento que vuelve a Francia por vez primera desde hace 50 años, con ocasión de una gran muestra conmemorativa del centenario de la desaparición del artista.

En el cuadro aparece una naturaleza lujuriante y diversos animales y personajes en la penumbra. Pero no rebosa alegría, sino misterio. Es una de las piezas destacadas de la exposición, procedente del Fine Arts Museum de Boston, colaborador con el ministerio de cultura francés en el evento.

Ya hace cien años que Gauguin murió en las tierras de Polinesia, y con tal motivo, el Grand Palais de París prepara la gran exposición sobre la obra de este eterno descontento. Pinturas, esculturas y fotografías debidas a Gauguin y realizadas entre 1891 y 1903 –más de 200 obras- se presentan en la cita “Gauguin, el taller de los trópicos”, abierta desde el inicio de octubre al 19 de...

Paul Gauguin, buscador de paraísos, eterno descontento, poco antes de su muerte pintó un cuadro que llenó de interrogantes: ¿De donde venimos? ¿¡Qué somos? ¿Adónde vamos?. Eran las preguntas de un hombre enfermo y sólo, incapaz de seguir avanzando en una vida en la que buscó permanentemente la belleza.

“Solo quiero silencio y que me dejen morir tranquilo” expresó el pintor cuando intentó suicidarse con arsénico, en los días de 1897 en los que pintó este cuadro-testamento que vuelve a Francia por vez primera desde hace 50 años, con ocasión de una gran muestra conmemorativa del centenario de la desaparición del artista.

En el cuadro aparece una naturaleza lujuriante y diversos animales y personajes en la penumbra. Pero no rebosa alegría, sino misterio. Es una de las piezas destacadas de la exposición, procedente del Fine Arts Museum de Boston, colaborador con el ministerio de cultura francés en el evento.

Ya hace cien años que Gauguin murió en las tierras de Polinesia, y con tal motivo, el Grand Palais de París prepara la gran exposición sobre la obra de este eterno descontento. Pinturas, esculturas y fotografías debidas a Gauguin y realizadas entre 1891 y 1903 –más de 200 obras- se presentan en la cita “Gauguin, el taller de los trópicos”, abierta desde el inicio de octubre al 19 de...

Paul Gauguin, buscador de paraísos, eterno descontento, poco antes de su muerte pintó un cuadro que llenó de interrogantes: ¿De donde venimos? ¿¡Qué somos? ¿Adónde vamos?. Eran las preguntas de un hombre enfermo y sólo, incapaz de seguir avanzando en una vida en la que buscó permanentemente la belleza.

“Solo quiero silencio y que me dejen morir tranquilo” expresó el pintor cuando intentó suicidarse con arsénico, en los días de 1897 en los que pintó este cuadro-testamento que vuelve a Francia por vez primera desde hace 50 años, con ocasión de una gran muestra conmemorativa del centenario de la desaparición del artista.

En el cuadro aparece una naturaleza lujuriante y diversos animales y personajes en la penumbra. Pero no rebosa alegría, sino misterio. Es una de las piezas destacadas de la exposición, procedente del Fine Arts Museum de Boston, colaborador con el ministerio de cultura francés en el evento.

Ya hace cien años que Gauguin murió en las tierras de Polinesia, y con tal motivo, el Grand Palais de París prepara la gran exposición sobre la obra de este eterno descontento. Pinturas, esculturas y fotografías debidas a Gauguin y realizadas entre 1891 y 1903 –más de 200 obras- se presentan en la cita “Gauguin, el taller de los trópicos”, abierta desde el inicio de octubre al 19 de...

Paul Gauguin, buscador de paraísos, eterno descontento, poco antes de su muerte pintó un cuadro que llenó de interrogantes: ¿De donde venimos? ¿¡Qué somos? ¿Adónde vamos?. Eran las preguntas de un hombre enfermo y sólo, incapaz de seguir avanzando en una vida en la que buscó permanentemente la belleza.

“Solo quiero silencio y que me dejen morir tranquilo” expresó el pintor cuando intentó suicidarse con arsénico, en los días de 1897 en los que pintó este cuadro-testamento que vuelve a Francia por vez primera desde hace 50 años, con ocasión de una gran muestra conmemorativa del centenario de la desaparición del artista.

En el cuadro aparece una naturaleza lujuriante y diversos animales y personajes en la penumbra. Pero no rebosa alegría, sino misterio. Es una de las piezas destacadas de la exposición, procedente del Fine Arts Museum de Boston, colaborador con el ministerio de cultura francés en el evento.

Ya hace cien años que Gauguin murió en las tierras de Polinesia, y con tal motivo, el Grand Palais de París prepara la gran exposición sobre la obra de este eterno descontento. Pinturas, esculturas y fotografías debidas a Gauguin y realizadas entre 1891 y 1903 –más de 200 obras- se presentan en la cita “Gauguin, el taller de los trópicos”, abierta desde el inicio de octubre al 19 de...

Paul Gauguin, buscador de paraísos, eterno descontento, poco antes de su muerte pintó un cuadro que llenó de interrogantes: ¿De donde venimos? ¿¡Qué somos? ¿Adónde vamos?. Eran las preguntas de un hombre enfermo y sólo, incapaz de seguir avanzando en una vida en la que buscó permanentemente la belleza.

“Solo quiero silencio y que me dejen morir tranquilo” expresó el pintor cuando intentó suicidarse con arsénico, en los días de 1897 en los que pintó este cuadro-testamento que vuelve a Francia por vez primera desde hace 50 años, con ocasión de una gran muestra conmemorativa del centenario de la desaparición del artista.

En el cuadro aparece una naturaleza lujuriante y diversos animales y personajes en la penumbra. Pero no rebosa alegría, sino misterio. Es una de las piezas destacadas de la exposición, procedente del Fine Arts Museum de Boston, colaborador con el ministerio de cultura francés en el evento.

Ya hace cien años que Gauguin murió en las tierras de Polinesia, y con tal motivo, el Grand Palais de París prepara la gran exposición sobre la obra de este eterno descontento. Pinturas, esculturas y fotografías debidas a Gauguin y realizadas entre 1891 y 1903 –más de 200 obras- se presentan en la cita “Gauguin, el taller de los trópicos”, abierta desde el inicio de octubre al 19 de...