Eduardo Milán y el club de los antipoetas

Eduardo Milán (Uruguay 1952), perteneció a aquella categoría de jóvenes complicados y sensibles, a quienes las dictaduras latinoamericanas rompieron en pedazos, o que en el mejor de los casos les obligaron a sacar de las entrañas, una poesía urgente, reflexiva y solidaria, mientras huían de sus países.

De esa generación que reaccionaba contra la métrica, adentrándose en los predios de la antipoesía, surgieron poetisas y poetas que contestaron al mundo de la intolerancia desde sus respectivos compromisos políticos, y también contaron sobre la intimidad, y la audacia de la palabra.

SINTONÍA CON EL UNIVERSO LATINO.

Es posible que de la tez blanca y limpia de Eduardo Milán, surja una reconcentrada timidez, que le obliga a hacer un esfuerzo para explicarse abiertamente. Da la impresión de hacer difícil lo fácil y viceversa, apretando un poco las palabras medio oculto tras su barba y pelo blancos exactamente cortados.

El haberse recorrido toda la geografía hispanoamericana, le pone en sintonía con el universo latino que abarca las ciudades del continente, desde Montevideo al D. F. mexicano. Eduardo Milán presenta “Querencias, Gracias y Otros Poemas”, una recopilación de su poesía desde 1975, hasta el 2003.

Huérfano de madre desde la edad de año y medio, vivió no solo la dictadura militar...

Eduardo Milán (Uruguay 1952), perteneció a aquella categoría de jóvenes complicados y sensibles, a quienes las dictaduras latinoamericanas rompieron en pedazos, o que en el mejor de los casos les obligaron a sacar de las entrañas, una poesía urgente, reflexiva y solidaria, mientras huían de sus países.

De esa generación que reaccionaba contra la métrica, adentrándose en los predios de la antipoesía, surgieron poetisas y poetas que contestaron al mundo de la intolerancia desde sus respectivos compromisos políticos, y también contaron sobre la intimidad, y la audacia de la palabra.

SINTONÍA CON EL UNIVERSO LATINO.

Es posible que de la tez blanca y limpia de Eduardo Milán, surja una reconcentrada timidez, que le obliga a hacer un esfuerzo para explicarse abiertamente. Da la impresión de hacer difícil lo fácil y viceversa, apretando un poco las palabras medio oculto tras su barba y pelo blancos exactamente cortados.

El haberse recorrido toda la geografía hispanoamericana, le pone en sintonía con el universo latino que abarca las ciudades del continente, desde Montevideo al D. F. mexicano. Eduardo Milán presenta “Querencias, Gracias y Otros Poemas”, una recopilación de su poesía desde 1975, hasta el 2003.

Huérfano de madre desde la edad de año y medio, vivió no solo la dictadura militar...

Eduardo Milán (Uruguay 1952), perteneció a aquella categoría de jóvenes complicados y sensibles, a quienes las dictaduras latinoamericanas rompieron en pedazos, o que en el mejor de los casos les obligaron a sacar de las entrañas, una poesía urgente, reflexiva y solidaria, mientras huían de sus países.

De esa generación que reaccionaba contra la métrica, adentrándose en los predios de la antipoesía, surgieron poetisas y poetas que contestaron al mundo de la intolerancia desde sus respectivos compromisos políticos, y también contaron sobre la intimidad, y la audacia de la palabra.

SINTONÍA CON EL UNIVERSO LATINO.

Es posible que de la tez blanca y limpia de Eduardo Milán, surja una reconcentrada timidez, que le obliga a hacer un esfuerzo para explicarse abiertamente. Da la impresión de hacer difícil lo fácil y viceversa, apretando un poco las palabras medio oculto tras su barba y pelo blancos exactamente cortados.

El haberse recorrido toda la geografía hispanoamericana, le pone en sintonía con el universo latino que abarca las ciudades del continente, desde Montevideo al D. F. mexicano. Eduardo Milán presenta “Querencias, Gracias y Otros Poemas”, una recopilación de su poesía desde 1975, hasta el 2003.

Huérfano de madre desde la edad de año y medio, vivió no solo la dictadura militar...