22/08/2003 12:00 (UTC)
El triunfo de Omar Geles es un auténtico proceso de reconversión humana. Lo que pudo ser un fracaso personal terminó siendo uno de los más sonados éxitos de la música tropical de los últimos tiempos. Es la historia del líder de "Los Diablitos", el acordeonista colombiano con cara de diablillo que hace vibrar multitudes en América y Europa.
La picardía se le escapa por los chispeantes ojos y la pinta de niño travieso no la puede esconder aunque ya esté bastante crecidito. El remoquete de "El Diablito" lo tiene más que bien merecido y, después de mirarlo fijamente, a uno no le quedan dudas de que a Omar Geles sólo le hace falta el satánico tridente que él, armónicamente, cambió a los cinco años de edad por un viejo acordeón remendado.Este instrumento fue todo lo que heredó de su padre, Roberto Geles, cuando el progenitor abandonó el hogar, aunque se lo había regalado al hermano mayor, Juan Manuel, para que tuviera un oficio con el que ganarse la vida.Pero como reza el refrán, de "sí naciste para martillo, del cielo te caerán los clavos" a Omar, el momento difícil de la pérdida de su padre que por razones del corazón abandonó el lar por el cariño de otra mujer, con la llegada a su casa de ese instrumento musical, le cambiaría la vida y permitiría su nacimiento universal para deleite de los melómanos del "vallenato".NACE...
El triunfo de Omar Geles es un auténtico proceso de reconversión humana. Lo que pudo ser un fracaso personal terminó siendo uno de los más sonados éxitos de la música tropical de los últimos tiempos. Es la historia del líder de "Los Diablitos", el acordeonista colombiano con cara de diablillo que hace vibrar multitudes en América y Europa.
La picardía se le escapa por los chispeantes ojos y la pinta de niño travieso no la puede esconder aunque ya esté bastante crecidito. El remoquete de "El Diablito" lo tiene más que bien merecido y, después de mirarlo fijamente, a uno no le quedan dudas de que a Omar Geles sólo le hace falta el satánico tridente que él, armónicamente, cambió a los cinco años de edad por un viejo acordeón remendado.Este instrumento fue todo lo que heredó de su padre, Roberto Geles, cuando el progenitor abandonó el hogar, aunque se lo había regalado al hermano mayor, Juan Manuel, para que tuviera un oficio con el que ganarse la vida.Pero como reza el refrán, de "sí naciste para martillo, del cielo te caerán los clavos" a Omar, el momento difícil de la pérdida de su padre que por razones del corazón abandonó el lar por el cariño de otra mujer, con la llegada a su casa de ese instrumento musical, le cambiaría la vida y permitiría su nacimiento universal para deleite de los melómanos del "vallenato".NACE...
El triunfo de Omar Geles es un auténtico proceso de reconversión humana. Lo que pudo ser un fracaso personal terminó siendo uno de los más sonados éxitos de la música tropical de los últimos tiempos. Es la historia del líder de "Los Diablitos", el acordeonista colombiano con cara de diablillo que hace vibrar multitudes en América y Europa.
La picardía se le escapa por los chispeantes ojos y la pinta de niño travieso no la puede esconder aunque ya esté bastante crecidito. El remoquete de "El Diablito" lo tiene más que bien merecido y, después de mirarlo fijamente, a uno no le quedan dudas de que a Omar Geles sólo le hace falta el satánico tridente que él, armónicamente, cambió a los cinco años de edad por un viejo acordeón remendado.Este instrumento fue todo lo que heredó de su padre, Roberto Geles, cuando el progenitor abandonó el hogar, aunque se lo había regalado al hermano mayor, Juan Manuel, para que tuviera un oficio con el que ganarse la vida.Pero como reza el refrán, de "sí naciste para martillo, del cielo te caerán los clavos" a Omar, el momento difícil de la pérdida de su padre que por razones del corazón abandonó el lar por el cariño de otra mujer, con la llegada a su casa de ese instrumento musical, le cambiaría la vida y permitiría su nacimiento universal para deleite de los melómanos del "vallenato".NACE...
El triunfo de Omar Geles es un auténtico proceso de reconversión humana. Lo que pudo ser un fracaso personal terminó siendo uno de los más sonados éxitos de la música tropical de los últimos tiempos. Es la historia del líder de "Los Diablitos", el acordeonista colombiano con cara de diablillo que hace vibrar multitudes en América y Europa.
La picardía se le escapa por los chispeantes ojos y la pinta de niño travieso no la puede esconder aunque ya esté bastante crecidito. El remoquete de "El Diablito" lo tiene más que bien merecido y, después de mirarlo fijamente, a uno no le quedan dudas de que a Omar Geles sólo le hace falta el satánico tridente que él, armónicamente, cambió a los cinco años de edad por un viejo acordeón remendado.Este instrumento fue todo lo que heredó de su padre, Roberto Geles, cuando el progenitor abandonó el hogar, aunque se lo había regalado al hermano mayor, Juan Manuel, para que tuviera un oficio con el que ganarse la vida.Pero como reza el refrán, de "sí naciste para martillo, del cielo te caerán los clavos" a Omar, el momento difícil de la pérdida de su padre que por razones del corazón abandonó el lar por el cariño de otra mujer, con la llegada a su casa de ese instrumento musical, le cambiaría la vida y permitiría su nacimiento universal para deleite de los melómanos del "vallenato".NACE...
El triunfo de Omar Geles es un auténtico proceso de reconversión humana. Lo que pudo ser un fracaso personal terminó siendo uno de los más sonados éxitos de la música tropical de los últimos tiempos. Es la historia del líder de "Los Diablitos", el acordeonista colombiano con cara de diablillo que hace vibrar multitudes en América y Europa.
La picardía se le escapa por los chispeantes ojos y la pinta de niño travieso no la puede esconder aunque ya esté bastante crecidito. El remoquete de "El Diablito" lo tiene más que bien merecido y, después de mirarlo fijamente, a uno no le quedan dudas de que a Omar Geles sólo le hace falta el satánico tridente que él, armónicamente, cambió a los cinco años de edad por un viejo acordeón remendado.Este instrumento fue todo lo que heredó de su padre, Roberto Geles, cuando el progenitor abandonó el hogar, aunque se lo había regalado al hermano mayor, Juan Manuel, para que tuviera un oficio con el que ganarse la vida.Pero como reza el refrán, de "sí naciste para martillo, del cielo te caerán los clavos" a Omar, el momento difícil de la pérdida de su padre que por razones del corazón abandonó el lar por el cariño de otra mujer, con la llegada a su casa de ese instrumento musical, le cambiaría la vida y permitiría su nacimiento universal para deleite de los melómanos del "vallenato".NACE...
El triunfo de Omar Geles es un auténtico proceso de reconversión humana. Lo que pudo ser un fracaso personal terminó siendo uno de los más sonados éxitos de la música tropical de los últimos tiempos. Es la historia del líder de "Los Diablitos", el acordeonista colombiano con cara de diablillo que hace vibrar multitudes en América y Europa.
La picardía se le escapa por los chispeantes ojos y la pinta de niño travieso no la puede esconder aunque ya esté bastante crecidito. El remoquete de "El Diablito" lo tiene más que bien merecido y, después de mirarlo fijamente, a uno no le quedan dudas de que a Omar Geles sólo le hace falta el satánico tridente que él, armónicamente, cambió a los cinco años de edad por un viejo acordeón remendado.Este instrumento fue todo lo que heredó de su padre, Roberto Geles, cuando el progenitor abandonó el hogar, aunque se lo había regalado al hermano mayor, Juan Manuel, para que tuviera un oficio con el que ganarse la vida.Pero como reza el refrán, de "sí naciste para martillo, del cielo te caerán los clavos" a Omar, el momento difícil de la pérdida de su padre que por razones del corazón abandonó el lar por el cariño de otra mujer, con la llegada a su casa de ese instrumento musical, le cambiaría la vida y permitiría su nacimiento universal para deleite de los melómanos del "vallenato".NACE...
El triunfo de Omar Geles es un auténtico proceso de reconversión humana. Lo que pudo ser un fracaso personal terminó siendo uno de los más sonados éxitos de la música tropical de los últimos tiempos. Es la historia del líder de "Los Diablitos", el acordeonista colombiano con cara de diablillo que hace vibrar multitudes en América y Europa.
La picardía se le escapa por los chispeantes ojos y la pinta de niño travieso no la puede esconder aunque ya esté bastante crecidito. El remoquete de "El Diablito" lo tiene más que bien merecido y, después de mirarlo fijamente, a uno no le quedan dudas de que a Omar Geles sólo le hace falta el satánico tridente que él, armónicamente, cambió a los cinco años de edad por un viejo acordeón remendado.Este instrumento fue todo lo que heredó de su padre, Roberto Geles, cuando el progenitor abandonó el hogar, aunque se lo había regalado al hermano mayor, Juan Manuel, para que tuviera un oficio con el que ganarse la vida.Pero como reza el refrán, de "sí naciste para martillo, del cielo te caerán los clavos" a Omar, el momento difícil de la pérdida de su padre que por razones del corazón abandonó el lar por el cariño de otra mujer, con la llegada a su casa de ese instrumento musical, le cambiaría la vida y permitiría su nacimiento universal para deleite de los melómanos del "vallenato".NACE...
Story content:
en la cúspide de su popularidad, Omar Geles
El acordeón convirtió a Geles, de niño problema a genio del vallenato
Omar Geles
Omar con sus "Diablitos"
Una actuación en Madrid de "Los Diablitos"
El acordeón es lo que salvó a Omar. En la imagen uno de los componentesde "Los diablitos"
El público enloquecido con "Los diablitos"
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