Dalí y Gala íntimos, vistos por Marc Lacroix

El fotógrafo francés Marc Lacroix no sólo plasmó en imágenes al genio catalán, su obra y los espacios donde vivir era un ritual, ambos establecieron también una fructífera relación profesional en beneficio del arte

De lo primero, del tránsito de Lacroix por la vida de Gala y Dalí, quedó un apasionante registro visual, una ventana abierta a su mundo. Son sesenta fotografías que pueden ser contempladas en la sala Rivas Briones de la ciudad costera de Vilagarcía de Arousa (provincia de Pontevedra, en Galicia, norte de España) en ocasión del centenario de Salvador Dalí

La fotografía tiene la posibilidad de llegar a la intangible profundidad que todo ser humano calla en la palabra pero revela en la mirada, en la expresión, en las manos, en los surcos visibles del rostro, en ese gesto inmortalizado en lo eterno de la imagen.

Marc Lacroix, quien nació en Francia y desde los 14 años se apasionó con la fotografía, aprovechó la oportunidad que la vida sólo concede una vez: conoció a Gala y Dalí; también la intimidad de su mundo mágico, envolvente y extraño. El resultado es un “álbum” que recorre la personalidad del genial artista catalán y de su musa.

Sesenta fotografías que en la actualidad se exponen en...

El fotógrafo francés Marc Lacroix no sólo plasmó en imágenes al genio catalán, su obra y los espacios donde vivir era un ritual, ambos establecieron también una fructífera relación profesional en beneficio del arte

De lo primero, del tránsito de Lacroix por la vida de Gala y Dalí, quedó un apasionante registro visual, una ventana abierta a su mundo. Son sesenta fotografías que pueden ser contempladas en la sala Rivas Briones de la ciudad costera de Vilagarcía de Arousa (provincia de Pontevedra, en Galicia, norte de España) en ocasión del centenario de Salvador Dalí

La fotografía tiene la posibilidad de llegar a la intangible profundidad que todo ser humano calla en la palabra pero revela en la mirada, en la expresión, en las manos, en los surcos visibles del rostro, en ese gesto inmortalizado en lo eterno de la imagen.

Marc Lacroix, quien nació en Francia y desde los 14 años se apasionó con la fotografía, aprovechó la oportunidad que la vida sólo concede una vez: conoció a Gala y Dalí; también la intimidad de su mundo mágico, envolvente y extraño. El resultado es un “álbum” que recorre la personalidad del genial artista catalán y de su musa.

Sesenta fotografías que en la actualidad se exponen en...

El fotógrafo francés Marc Lacroix no sólo plasmó en imágenes al genio catalán, su obra y los espacios donde vivir era un ritual, ambos establecieron también una fructífera relación profesional en beneficio del arte

De lo primero, del tránsito de Lacroix por la vida de Gala y Dalí, quedó un apasionante registro visual, una ventana abierta a su mundo. Son sesenta fotografías que pueden ser contempladas en la sala Rivas Briones de la ciudad costera de Vilagarcía de Arousa (provincia de Pontevedra, en Galicia, norte de España) en ocasión del centenario de Salvador Dalí

La fotografía tiene la posibilidad de llegar a la intangible profundidad que todo ser humano calla en la palabra pero revela en la mirada, en la expresión, en las manos, en los surcos visibles del rostro, en ese gesto inmortalizado en lo eterno de la imagen.

Marc Lacroix, quien nació en Francia y desde los 14 años se apasionó con la fotografía, aprovechó la oportunidad que la vida sólo concede una vez: conoció a Gala y Dalí; también la intimidad de su mundo mágico, envolvente y extraño. El resultado es un “álbum” que recorre la personalidad del genial artista catalán y de su musa.

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El fotógrafo francés Marc Lacroix no sólo plasmó en imágenes al genio catalán, su obra y los espacios donde vivir era un ritual, ambos establecieron también una fructífera relación profesional en beneficio del arte

De lo primero, del tránsito de Lacroix por la vida de Gala y Dalí, quedó un apasionante registro visual, una ventana abierta a su mundo. Son sesenta fotografías que pueden ser contempladas en la sala Rivas Briones de la ciudad costera de Vilagarcía de Arousa (provincia de Pontevedra, en Galicia, norte de España) en ocasión del centenario de Salvador Dalí

La fotografía tiene la posibilidad de llegar a la intangible profundidad que todo ser humano calla en la palabra pero revela en la mirada, en la expresión, en las manos, en los surcos visibles del rostro, en ese gesto inmortalizado en lo eterno de la imagen.

Marc Lacroix, quien nació en Francia y desde los 14 años se apasionó con la fotografía, aprovechó la oportunidad que la vida sólo concede una vez: conoció a Gala y Dalí; también la intimidad de su mundo mágico, envolvente y extraño. El resultado es un “álbum” que recorre la personalidad del genial artista catalán y de su musa.

Sesenta fotografías que en la actualidad se exponen en...

El fotógrafo francés Marc Lacroix no sólo plasmó en imágenes al genio catalán, su obra y los espacios donde vivir era un ritual, ambos establecieron también una fructífera relación profesional en beneficio del arte

De lo primero, del tránsito de Lacroix por la vida de Gala y Dalí, quedó un apasionante registro visual, una ventana abierta a su mundo. Son sesenta fotografías que pueden ser contempladas en la sala Rivas Briones de la ciudad costera de Vilagarcía de Arousa (provincia de Pontevedra, en Galicia, norte de España) en ocasión del centenario de Salvador Dalí

La fotografía tiene la posibilidad de llegar a la intangible profundidad que todo ser humano calla en la palabra pero revela en la mirada, en la expresión, en las manos, en los surcos visibles del rostro, en ese gesto inmortalizado en lo eterno de la imagen.

Marc Lacroix, quien nació en Francia y desde los 14 años se apasionó con la fotografía, aprovechó la oportunidad que la vida sólo concede una vez: conoció a Gala y Dalí; también la intimidad de su mundo mágico, envolvente y extraño. El resultado es un “álbum” que recorre la personalidad del genial artista catalán y de su musa.

Sesenta fotografías que en la actualidad se exponen en...

El fotógrafo francés Marc Lacroix no sólo plasmó en imágenes al genio catalán, su obra y los espacios donde vivir era un ritual, ambos establecieron también una fructífera relación profesional en beneficio del arte

De lo primero, del tránsito de Lacroix por la vida de Gala y Dalí, quedó un apasionante registro visual, una ventana abierta a su mundo. Son sesenta fotografías que pueden ser contempladas en la sala Rivas Briones de la ciudad costera de Vilagarcía de Arousa (provincia de Pontevedra, en Galicia, norte de España) en ocasión del centenario de Salvador Dalí

La fotografía tiene la posibilidad de llegar a la intangible profundidad que todo ser humano calla en la palabra pero revela en la mirada, en la expresión, en las manos, en los surcos visibles del rostro, en ese gesto inmortalizado en lo eterno de la imagen.

Marc Lacroix, quien nació en Francia y desde los 14 años se apasionó con la fotografía, aprovechó la oportunidad que la vida sólo concede una vez: conoció a Gala y Dalí; también la intimidad de su mundo mágico, envolvente y extraño. El resultado es un “álbum” que recorre la personalidad del genial artista catalán y de su musa.

Sesenta fotografías que en la actualidad se exponen en...

El fotógrafo francés Marc Lacroix no sólo plasmó en imágenes al genio catalán, su obra y los espacios donde vivir era un ritual, ambos establecieron también una fructífera relación profesional en beneficio del arte

De lo primero, del tránsito de Lacroix por la vida de Gala y Dalí, quedó un apasionante registro visual, una ventana abierta a su mundo. Son sesenta fotografías que pueden ser contempladas en la sala Rivas Briones de la ciudad costera de Vilagarcía de Arousa (provincia de Pontevedra, en Galicia, norte de España) en ocasión del centenario de Salvador Dalí

La fotografía tiene la posibilidad de llegar a la intangible profundidad que todo ser humano calla en la palabra pero revela en la mirada, en la expresión, en las manos, en los surcos visibles del rostro, en ese gesto inmortalizado en lo eterno de la imagen.

Marc Lacroix, quien nació en Francia y desde los 14 años se apasionó con la fotografía, aprovechó la oportunidad que la vida sólo concede una vez: conoció a Gala y Dalí; también la intimidad de su mundo mágico, envolvente y extraño. El resultado es un “álbum” que recorre la personalidad del genial artista catalán y de su musa.

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