01/06/2003 12:00 (UTC)
Los colores fuertes y vibrantes de los cuadros haitianos llenan la ciudad colonial de Santo Domingo (República Dominicana) y adornan el malecón, convertido en un mercado permanente de arte al que muy pocos turistas pueden resistirse.
Jocelin Joseph, originario de Gonaives, en el noroeste de Haití, lleva "muchos años" a cargo de varios metros de pared en el malecón en los que se amontonan las obras de sus compatriotas junto a las de pintores dominicanos."Los dominicanos pintan más cabezas, frutas, flamboyanes (árboles rojos) y nosotros mercados, marinas, selvas. Es un arte primitivo y naif que se vende bien", dice Joseph.Los miles de cuadros que cubren por completo el muro permanecen en el lugar día y noche, y tras las ventas se llenan los huecos con nuevas obras, apenas diferentes de las que antes ocupaban ese lugar.Algunos de los cuadros son importados de Haití, otros se elaboran en el corazón de Santo Domingo, en el llamado "pequeño Haití".Claudio Careton Millot es uno de estos pintores haitianos que elabora sus obras en plena calle. Esta vez es un cuadro azul monocromático que representa un mercado."El azul es mi color favorito, pero lo que más suelen pedir son obras en color amarillo o verde", dice este...
Los colores fuertes y vibrantes de los cuadros haitianos llenan la ciudad colonial de Santo Domingo (República Dominicana) y adornan el malecón, convertido en un mercado permanente de arte al que muy pocos turistas pueden resistirse.
Jocelin Joseph, originario de Gonaives, en el noroeste de Haití, lleva "muchos años" a cargo de varios metros de pared en el malecón en los que se amontonan las obras de sus compatriotas junto a las de pintores dominicanos."Los dominicanos pintan más cabezas, frutas, flamboyanes (árboles rojos) y nosotros mercados, marinas, selvas. Es un arte primitivo y naif que se vende bien", dice Joseph.Los miles de cuadros que cubren por completo el muro permanecen en el lugar día y noche, y tras las ventas se llenan los huecos con nuevas obras, apenas diferentes de las que antes ocupaban ese lugar.Algunos de los cuadros son importados de Haití, otros se elaboran en el corazón de Santo Domingo, en el llamado "pequeño Haití".Claudio Careton Millot es uno de estos pintores haitianos que elabora sus obras en plena calle. Esta vez es un cuadro azul monocromático que representa un mercado."El azul es mi color favorito, pero lo que más suelen pedir son obras en color amarillo o verde", dice este...
Los colores fuertes y vibrantes de los cuadros haitianos llenan la ciudad colonial de Santo Domingo (República Dominicana) y adornan el malecón, convertido en un mercado permanente de arte al que muy pocos turistas pueden resistirse.
Jocelin Joseph, originario de Gonaives, en el noroeste de Haití, lleva "muchos años" a cargo de varios metros de pared en el malecón en los que se amontonan las obras de sus compatriotas junto a las de pintores dominicanos."Los dominicanos pintan más cabezas, frutas, flamboyanes (árboles rojos) y nosotros mercados, marinas, selvas. Es un arte primitivo y naif que se vende bien", dice Joseph.Los miles de cuadros que cubren por completo el muro permanecen en el lugar día y noche, y tras las ventas se llenan los huecos con nuevas obras, apenas diferentes de las que antes ocupaban ese lugar.Algunos de los cuadros son importados de Haití, otros se elaboran en el corazón de Santo Domingo, en el llamado "pequeño Haití".Claudio Careton Millot es uno de estos pintores haitianos que elabora sus obras en plena calle. Esta vez es un cuadro azul monocromático que representa un mercado."El azul es mi color favorito, pero lo que más suelen pedir son obras en color amarillo o verde", dice este...
Los colores fuertes y vibrantes de los cuadros haitianos llenan la ciudad colonial de Santo Domingo (República Dominicana) y adornan el malecón, convertido en un mercado permanente de arte al que muy pocos turistas pueden resistirse.
Jocelin Joseph, originario de Gonaives, en el noroeste de Haití, lleva "muchos años" a cargo de varios metros de pared en el malecón en los que se amontonan las obras de sus compatriotas junto a las de pintores dominicanos."Los dominicanos pintan más cabezas, frutas, flamboyanes (árboles rojos) y nosotros mercados, marinas, selvas. Es un arte primitivo y naif que se vende bien", dice Joseph.Los miles de cuadros que cubren por completo el muro permanecen en el lugar día y noche, y tras las ventas se llenan los huecos con nuevas obras, apenas diferentes de las que antes ocupaban ese lugar.Algunos de los cuadros son importados de Haití, otros se elaboran en el corazón de Santo Domingo, en el llamado "pequeño Haití".Claudio Careton Millot es uno de estos pintores haitianos que elabora sus obras en plena calle. Esta vez es un cuadro azul monocromático que representa un mercado."El azul es mi color favorito, pero lo que más suelen pedir son obras en color amarillo o verde", dice este...
Los colores fuertes y vibrantes de los cuadros haitianos llenan la ciudad colonial de Santo Domingo (República Dominicana) y adornan el malecón, convertido en un mercado permanente de arte al que muy pocos turistas pueden resistirse.
Jocelin Joseph, originario de Gonaives, en el noroeste de Haití, lleva "muchos años" a cargo de varios metros de pared en el malecón en los que se amontonan las obras de sus compatriotas junto a las de pintores dominicanos."Los dominicanos pintan más cabezas, frutas, flamboyanes (árboles rojos) y nosotros mercados, marinas, selvas. Es un arte primitivo y naif que se vende bien", dice Joseph.Los miles de cuadros que cubren por completo el muro permanecen en el lugar día y noche, y tras las ventas se llenan los huecos con nuevas obras, apenas diferentes de las que antes ocupaban ese lugar.Algunos de los cuadros son importados de Haití, otros se elaboran en el corazón de Santo Domingo, en el llamado "pequeño Haití".Claudio Careton Millot es uno de estos pintores haitianos que elabora sus obras en plena calle. Esta vez es un cuadro azul monocromático que representa un mercado."El azul es mi color favorito, pero lo que más suelen pedir son obras en color amarillo o verde", dice este...
Los colores fuertes y vibrantes de los cuadros haitianos llenan la ciudad colonial de Santo Domingo (República Dominicana) y adornan el malecón, convertido en un mercado permanente de arte al que muy pocos turistas pueden resistirse.
Jocelin Joseph, originario de Gonaives, en el noroeste de Haití, lleva "muchos años" a cargo de varios metros de pared en el malecón en los que se amontonan las obras de sus compatriotas junto a las de pintores dominicanos."Los dominicanos pintan más cabezas, frutas, flamboyanes (árboles rojos) y nosotros mercados, marinas, selvas. Es un arte primitivo y naif que se vende bien", dice Joseph.Los miles de cuadros que cubren por completo el muro permanecen en el lugar día y noche, y tras las ventas se llenan los huecos con nuevas obras, apenas diferentes de las que antes ocupaban ese lugar.Algunos de los cuadros son importados de Haití, otros se elaboran en el corazón de Santo Domingo, en el llamado "pequeño Haití".Claudio Careton Millot es uno de estos pintores haitianos que elabora sus obras en plena calle. Esta vez es un cuadro azul monocromático que representa un mercado."El azul es mi color favorito, pero lo que más suelen pedir son obras en color amarillo o verde", dice este...
Los colores fuertes y vibrantes de los cuadros haitianos llenan la ciudad colonial de Santo Domingo (República Dominicana) y adornan el malecón, convertido en un mercado permanente de arte al que muy pocos turistas pueden resistirse.
Jocelin Joseph, originario de Gonaives, en el noroeste de Haití, lleva "muchos años" a cargo de varios metros de pared en el malecón en los que se amontonan las obras de sus compatriotas junto a las de pintores dominicanos."Los dominicanos pintan más cabezas, frutas, flamboyanes (árboles rojos) y nosotros mercados, marinas, selvas. Es un arte primitivo y naif que se vende bien", dice Joseph.Los miles de cuadros que cubren por completo el muro permanecen en el lugar día y noche, y tras las ventas se llenan los huecos con nuevas obras, apenas diferentes de las que antes ocupaban ese lugar.Algunos de los cuadros son importados de Haití, otros se elaboran en el corazón de Santo Domingo, en el llamado "pequeño Haití".Claudio Careton Millot es uno de estos pintores haitianos que elabora sus obras en plena calle. Esta vez es un cuadro azul monocromático que representa un mercado."El azul es mi color favorito, pero lo que más suelen pedir son obras en color amarillo o verde", dice este...
Los colores fuertes y vibrantes de los cuadros haitianos llenan la ciudad colonial de Santo Domingo (República Dominicana) y adornan el malecón, convertido en un mercado permanente de arte al que muy pocos turistas pueden resistirse.
Jocelin Joseph, originario de Gonaives, en el noroeste de Haití, lleva "muchos años" a cargo de varios metros de pared en el malecón en los que se amontonan las obras de sus compatriotas junto a las de pintores dominicanos."Los dominicanos pintan más cabezas, frutas, flamboyanes (árboles rojos) y nosotros mercados, marinas, selvas. Es un arte primitivo y naif que se vende bien", dice Joseph.Los miles de cuadros que cubren por completo el muro permanecen en el lugar día y noche, y tras las ventas se llenan los huecos con nuevas obras, apenas diferentes de las que antes ocupaban ese lugar.Algunos de los cuadros son importados de Haití, otros se elaboran en el corazón de Santo Domingo, en el llamado "pequeño Haití".Claudio Careton Millot es uno de estos pintores haitianos que elabora sus obras en plena calle. Esta vez es un cuadro azul monocromático que representa un mercado."El azul es mi color favorito, pero lo que más suelen pedir son obras en color amarillo o verde", dice este...
Story content:
Una turista observa un cuadro del artista colombiano Fernando Botero en el Mercado Modelo de la capital dominicana
Jocelyn Joseph, originario de Gonaives, en el noroeste de Haiti, lleva "muchos años" a cargo de varios metro de pared en el malecón en los que se amontonan las obras de sus compatriotas junto a las de pintores dominicanos
Los colores fuertes y vibrantes de los cuadros haitianos llenan la ciudad colonial y adornan el malecón de la capital dominicana, convertido en un mercado permanente de arte.
Jocelyn Joseph, originario de Gonaives, en el noroeste de Haiti, lleva "muchos años" a cargo de varios metro de pared en el malecón en los que se amontonan las obras de sus compatriotas junto a las de pintores dominicanos
Claudio Careton Millot es uno de los pintores haitianos que elabora sus obras en plena calle de la capital dominicana. Esta vez se trata de un cuadro azul que representa un mercado.
Los colores fuertes y vibrantes de los cuadros haitianos llenan la ciudad colonial y adornan el malecón de la capital dominicana, convertido en un mercado permanente de arte.
Claudio Careton Millot es uno de los pintores haitianos que elabora sus obras en plena calle de la capital dominicana. Esta vez se trata de un cuadro azul que representa un mercado
Un artista pinta un cuadro en el Mercado Modelo de la capital dominicana
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