Un cómico llamado Robin Williams

Histriónico y muchas veces desmedido, la mejor palabra que le encaja a Robin Williams es, simplemente, la de cómico. Un “showman” de la gran pantalla que llena a los espectadores de ternura en películas como “El club de los poetas muertos” (1989) o “El indomable Will Hunting” (1997), por el que obtuvo el Óscar al mejor secundario.

DESTACADOS:.

*** Ahora hace 60 años que nació, y su infancia fue solitaria porque su padre, un alto ejecutivo de una empresa de coches, debía cambiar continuamente de residencia, lo que dificultaba que su hijo afianzara sus amistades.

*** Su madre, actriz frustada, alimentó la vocación por la interpretación de su hijo.

*** Su afición por el alcohol le ha dado problemas: en los años ochenta ingresó en un centro de rehabilitación de drogas y, en 2006, en otro para tratar su adicción al alcohol.



Robin Williams (Chicago, EE.UU., 21 de julio de 1951) es el actor que pone caras, el intérprete que continuamente despliega afectación o exageración, el hombre que en una fiesta cuenta historias gesticulando y haciendo brotar la risa al corro que le observa.

Ahora hace 60 años que nació, y su infancia fue solitaria porque su padre, un alto ejecutivo de una empresa de coches, debía cambiar continuamente de residencia, lo que dificultaba que su hijo afianzara sus amistades. Su madre, actriz...

Histriónico y muchas veces desmedido, la mejor palabra que le encaja a Robin Williams es, simplemente, la de cómico. Un “showman” de la gran pantalla que llena a los espectadores de ternura en películas como “El club de los poetas muertos” (1989) o “El indomable Will Hunting” (1997), por el que obtuvo el Óscar al mejor secundario.

DESTACADOS:.

*** Ahora hace 60 años que nació, y su infancia fue solitaria porque su padre, un alto ejecutivo de una empresa de coches, debía cambiar continuamente de residencia, lo que dificultaba que su hijo afianzara sus amistades.

*** Su madre, actriz frustada, alimentó la vocación por la interpretación de su hijo.

*** Su afición por el alcohol le ha dado problemas: en los años ochenta ingresó en un centro de rehabilitación de drogas y, en 2006, en otro para tratar su adicción al alcohol.



Robin Williams (Chicago, EE.UU., 21 de julio de 1951) es el actor que pone caras, el intérprete que continuamente despliega afectación o exageración, el hombre que en una fiesta cuenta historias gesticulando y haciendo brotar la risa al corro que le observa.

Ahora hace 60 años que nació, y su infancia fue solitaria porque su padre, un alto ejecutivo de una empresa de coches, debía cambiar continuamente de residencia, lo que dificultaba que su hijo afianzara sus amistades. Su madre, actriz...