17/07/2002 12:00 (UTC)
Buenos Aires ha albergado la segunda Exposición Iberoamericana del Cómic, donde dibujantes y guionistas, profesionales e inéditos, expusieron sus historietas con la esperanza de que sus cómics crucen océanos y continentes. También se vio la importante colección de un museo itinerante.
Fue como volver a la más tierna infancia cuando Batman y Robin, o incluso Gatúbela, eran los protagonistas de nuestras historias y fantasías. También había otros personajes desconocidos que, estáticos, esperaban una mirada de admiración o reconocimiento. Sin duda, todos recibieron el aliento de hombres y mujeres de carne y hueso que acercaron sus ojos, narices y bocas a distancias que a ellos, como son de papel, no los incomodaron. Fue en la segunda Exposición Iberoamericana del Cómic, que se acaba de clausurar en la ciudad de Buenos Aires. Más de cien jóvenes, y no tanto, dibujantes profesionales e inéditos se encontraron para mostrar al mundo sus creaciones y “verse las caras” entre ellos. Hubo dibujos de consagrados como Hermenegildo Sabat o Roberto Fontanarrosa, expuestos en los paneles del Museo Itinerante del Cómic Argentino, como también historietas de ignotos e inéditos que ganaron un concurso organizado y financiado por el alma mater de la muestra, Claudio Bernardis....
Buenos Aires ha albergado la segunda Exposición Iberoamericana del Cómic, donde dibujantes y guionistas, profesionales e inéditos, expusieron sus historietas con la esperanza de que sus cómics crucen océanos y continentes. También se vio la importante colección de un museo itinerante.
Fue como volver a la más tierna infancia cuando Batman y Robin, o incluso Gatúbela, eran los protagonistas de nuestras historias y fantasías. También había otros personajes desconocidos que, estáticos, esperaban una mirada de admiración o reconocimiento. Sin duda, todos recibieron el aliento de hombres y mujeres de carne y hueso que acercaron sus ojos, narices y bocas a distancias que a ellos, como son de papel, no los incomodaron. Fue en la segunda Exposición Iberoamericana del Cómic, que se acaba de clausurar en la ciudad de Buenos Aires. Más de cien jóvenes, y no tanto, dibujantes profesionales e inéditos se encontraron para mostrar al mundo sus creaciones y “verse las caras” entre ellos. Hubo dibujos de consagrados como Hermenegildo Sabat o Roberto Fontanarrosa, expuestos en los paneles del Museo Itinerante del Cómic Argentino, como también historietas de ignotos e inéditos que ganaron un concurso organizado y financiado por el alma mater de la muestra, Claudio Bernardis....
Buenos Aires ha albergado la segunda Exposición Iberoamericana del Cómic, donde dibujantes y guionistas, profesionales e inéditos, expusieron sus historietas con la esperanza de que sus cómics crucen océanos y continentes. También se vio la importante colección de un museo itinerante.
Fue como volver a la más tierna infancia cuando Batman y Robin, o incluso Gatúbela, eran los protagonistas de nuestras historias y fantasías. También había otros personajes desconocidos que, estáticos, esperaban una mirada de admiración o reconocimiento. Sin duda, todos recibieron el aliento de hombres y mujeres de carne y hueso que acercaron sus ojos, narices y bocas a distancias que a ellos, como son de papel, no los incomodaron. Fue en la segunda Exposición Iberoamericana del Cómic, que se acaba de clausurar en la ciudad de Buenos Aires. Más de cien jóvenes, y no tanto, dibujantes profesionales e inéditos se encontraron para mostrar al mundo sus creaciones y “verse las caras” entre ellos. Hubo dibujos de consagrados como Hermenegildo Sabat o Roberto Fontanarrosa, expuestos en los paneles del Museo Itinerante del Cómic Argentino, como también historietas de ignotos e inéditos que ganaron un concurso organizado y financiado por el alma mater de la muestra, Claudio Bernardis....
Buenos Aires ha albergado la segunda Exposición Iberoamericana del Cómic, donde dibujantes y guionistas, profesionales e inéditos, expusieron sus historietas con la esperanza de que sus cómics crucen océanos y continentes. También se vio la importante colección de un museo itinerante.
Fue como volver a la más tierna infancia cuando Batman y Robin, o incluso Gatúbela, eran los protagonistas de nuestras historias y fantasías. También había otros personajes desconocidos que, estáticos, esperaban una mirada de admiración o reconocimiento. Sin duda, todos recibieron el aliento de hombres y mujeres de carne y hueso que acercaron sus ojos, narices y bocas a distancias que a ellos, como son de papel, no los incomodaron. Fue en la segunda Exposición Iberoamericana del Cómic, que se acaba de clausurar en la ciudad de Buenos Aires. Más de cien jóvenes, y no tanto, dibujantes profesionales e inéditos se encontraron para mostrar al mundo sus creaciones y “verse las caras” entre ellos. Hubo dibujos de consagrados como Hermenegildo Sabat o Roberto Fontanarrosa, expuestos en los paneles del Museo Itinerante del Cómic Argentino, como también historietas de ignotos e inéditos que ganaron un concurso organizado y financiado por el alma mater de la muestra, Claudio Bernardis....
Buenos Aires ha albergado la segunda Exposición Iberoamericana del Cómic, donde dibujantes y guionistas, profesionales e inéditos, expusieron sus historietas con la esperanza de que sus cómics crucen océanos y continentes. También se vio la importante colección de un museo itinerante.
Fue como volver a la más tierna infancia cuando Batman y Robin, o incluso Gatúbela, eran los protagonistas de nuestras historias y fantasías. También había otros personajes desconocidos que, estáticos, esperaban una mirada de admiración o reconocimiento. Sin duda, todos recibieron el aliento de hombres y mujeres de carne y hueso que acercaron sus ojos, narices y bocas a distancias que a ellos, como son de papel, no los incomodaron. Fue en la segunda Exposición Iberoamericana del Cómic, que se acaba de clausurar en la ciudad de Buenos Aires. Más de cien jóvenes, y no tanto, dibujantes profesionales e inéditos se encontraron para mostrar al mundo sus creaciones y “verse las caras” entre ellos. Hubo dibujos de consagrados como Hermenegildo Sabat o Roberto Fontanarrosa, expuestos en los paneles del Museo Itinerante del Cómic Argentino, como también historietas de ignotos e inéditos que ganaron un concurso organizado y financiado por el alma mater de la muestra, Claudio Bernardis....
Story content:
Jorge Luis Borges por Beto.
Aspecto del la Exposición Iberoamericana del Cómic.
Hermenilgo Sabat de cerca.
Hasta el decorado fue de historieta.
Jóvenes aprendices se acercaron para descubrir detalles.
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