24/04/2002 12:00 (UTC)
En la "casa del futuro" de Microsoft, el felpudo dice "comienzo" en lugar de "bienvenidos", como si uno fuera a entrar a un vídeo-juego en lugar de a un hogarNatalia Martín CanteroEFE REPORTAJES
En la "casa del futuro" de Microsoft, un museo-prototipo que la compañía renueva constantemente con el último grito en tecnología, la abuela se volvería loca entre decenas de pantallas táctiles, porta-retratos digitales y hasta recetas de cocina impresas con rayos láser. En la puerta de esta casa, una de las principales atracciones de las que Microsoft dispone en sus cuarteles generales en Seattle (Washington), el felpudo dice "comienzo" en lugar de "bienvenidos", como si uno fuera a entrar a un vídeo-juego en lugar de a un hogar. Y, efectivamente, las numerosas pantallas, mandos a distancia y electrodomésticos a los que sólo falta llevar el desayuno a la cama dan más idea de un mundo artificial que del calor de un hogar. La primera de estas pantallas -que el visitante poco avisado confundiría con un cajero automático- hace las veces de timbre, el primer indicativo de que buena parte de lo que se ve en las películas existe en la realidad, o al menos existe en la realidad de Microsoft....
En la "casa del futuro" de Microsoft, el felpudo dice "comienzo" en lugar de "bienvenidos", como si uno fuera a entrar a un vídeo-juego en lugar de a un hogarNatalia Martín CanteroEFE REPORTAJES
En la "casa del futuro" de Microsoft, un museo-prototipo que la compañía renueva constantemente con el último grito en tecnología, la abuela se volvería loca entre decenas de pantallas táctiles, porta-retratos digitales y hasta recetas de cocina impresas con rayos láser. En la puerta de esta casa, una de las principales atracciones de las que Microsoft dispone en sus cuarteles generales en Seattle (Washington), el felpudo dice "comienzo" en lugar de "bienvenidos", como si uno fuera a entrar a un vídeo-juego en lugar de a un hogar. Y, efectivamente, las numerosas pantallas, mandos a distancia y electrodomésticos a los que sólo falta llevar el desayuno a la cama dan más idea de un mundo artificial que del calor de un hogar. La primera de estas pantallas -que el visitante poco avisado confundiría con un cajero automático- hace las veces de timbre, el primer indicativo de que buena parte de lo que se ve en las películas existe en la realidad, o al menos existe en la realidad de Microsoft....
En la "casa del futuro" de Microsoft, el felpudo dice "comienzo" en lugar de "bienvenidos", como si uno fuera a entrar a un vídeo-juego en lugar de a un hogarNatalia Martín CanteroEFE REPORTAJES
En la "casa del futuro" de Microsoft, un museo-prototipo que la compañía renueva constantemente con el último grito en tecnología, la abuela se volvería loca entre decenas de pantallas táctiles, porta-retratos digitales y hasta recetas de cocina impresas con rayos láser. En la puerta de esta casa, una de las principales atracciones de las que Microsoft dispone en sus cuarteles generales en Seattle (Washington), el felpudo dice "comienzo" en lugar de "bienvenidos", como si uno fuera a entrar a un vídeo-juego en lugar de a un hogar. Y, efectivamente, las numerosas pantallas, mandos a distancia y electrodomésticos a los que sólo falta llevar el desayuno a la cama dan más idea de un mundo artificial que del calor de un hogar. La primera de estas pantallas -que el visitante poco avisado confundiría con un cajero automático- hace las veces de timbre, el primer indicativo de que buena parte de lo que se ve en las películas existe en la realidad, o al menos existe en la realidad de Microsoft....
En la "casa del futuro" de Microsoft, el felpudo dice "comienzo" en lugar de "bienvenidos", como si uno fuera a entrar a un vídeo-juego en lugar de a un hogarNatalia Martín CanteroEFE REPORTAJES
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En la "casa del futuro" de Microsoft, el felpudo dice "comienzo" en lugar de "bienvenidos", como si uno fuera a entrar a un vídeo-juego en lugar de a un hogarNatalia Martín CanteroEFE REPORTAJES
En la "casa del futuro" de Microsoft, un museo-prototipo que la compañía renueva constantemente con el último grito en tecnología, la abuela se volvería loca entre decenas de pantallas táctiles, porta-retratos digitales y hasta recetas de cocina impresas con rayos láser. En la puerta de esta casa, una de las principales atracciones de las que Microsoft dispone en sus cuarteles generales en Seattle (Washington), el felpudo dice "comienzo" en lugar de "bienvenidos", como si uno fuera a entrar a un vídeo-juego en lugar de a un hogar. Y, efectivamente, las numerosas pantallas, mandos a distancia y electrodomésticos a los que sólo falta llevar el desayuno a la cama dan más idea de un mundo artificial que del calor de un hogar. La primera de estas pantallas -que el visitante poco avisado confundiría con un cajero automático- hace las veces de timbre, el primer indicativo de que buena parte de lo que se ve en las películas existe en la realidad, o al menos existe en la realidad de Microsoft....
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