Bayly: “Hay que atreverse a cuestionar lo incuestionable”

Jaime Bayly (Perú 1965) es un hombre extremadamente inteligente que sabe muy bien lo que se hace, exponiendo su sensibilidad y sus sentimientos personales, incluyendo su bisexualidad. Acaba de publicar "El huracán lleva tu nombre", una novela sobre el amor de una mujer por un hombre bisexual

En las ruedas de prensa entra, saluda, da la mano, pregunta uno a uno su nombre, mira de soslayo y luego a los ojos, y desde el primer momento, intima con la prensa, hace de la información un asunto personal, les escucha y se ocupa de lo que escucha.

En la entrevista mide al interlocutor, muestra su mejor lado, busca una posición más cómoda, se ocupa, se esfuerza, por hacerse entender. Si sus novelas se vendieran solo por la imagen que se esfuerza en dar, tendrían un éxito garantizado.

Acomoda su cuerpo frente al interlocutor, lo ausculta con la mirada, hace las pausas necesarias en un limpio control de los silencios y las pausas mientras cuenta que es un buen chico que sufre mucho porque su bisexualidad es incomprendida, que entiende la realidad latinoamericana y que de alguna manera la historia le absolverá.

A Bayly se le trata duramente, y él se resiente por su supuesta falta de decoro en lo referente a su conducta sexual, pero su humanidad muestra en apariencia que está más...

Jaime Bayly (Perú 1965) es un hombre extremadamente inteligente que sabe muy bien lo que se hace, exponiendo su sensibilidad y sus sentimientos personales, incluyendo su bisexualidad. Acaba de publicar "El huracán lleva tu nombre", una novela sobre el amor de una mujer por un hombre bisexual

En las ruedas de prensa entra, saluda, da la mano, pregunta uno a uno su nombre, mira de soslayo y luego a los ojos, y desde el primer momento, intima con la prensa, hace de la información un asunto personal, les escucha y se ocupa de lo que escucha.

En la entrevista mide al interlocutor, muestra su mejor lado, busca una posición más cómoda, se ocupa, se esfuerza, por hacerse entender. Si sus novelas se vendieran solo por la imagen que se esfuerza en dar, tendrían un éxito garantizado.

Acomoda su cuerpo frente al interlocutor, lo ausculta con la mirada, hace las pausas necesarias en un limpio control de los silencios y las pausas mientras cuenta que es un buen chico que sufre mucho porque su bisexualidad es incomprendida, que entiende la realidad latinoamericana y que de alguna manera la historia le absolverá.

A Bayly se le trata duramente, y él se resiente por su supuesta falta de decoro en lo referente a su conducta sexual, pero su humanidad muestra en apariencia que está más...

Jaime Bayly (Perú 1965) es un hombre extremadamente inteligente que sabe muy bien lo que se hace, exponiendo su sensibilidad y sus sentimientos personales, incluyendo su bisexualidad. Acaba de publicar "El huracán lleva tu nombre", una novela sobre el amor de una mujer por un hombre bisexual

En las ruedas de prensa entra, saluda, da la mano, pregunta uno a uno su nombre, mira de soslayo y luego a los ojos, y desde el primer momento, intima con la prensa, hace de la información un asunto personal, les escucha y se ocupa de lo que escucha.

En la entrevista mide al interlocutor, muestra su mejor lado, busca una posición más cómoda, se ocupa, se esfuerza, por hacerse entender. Si sus novelas se vendieran solo por la imagen que se esfuerza en dar, tendrían un éxito garantizado.

Acomoda su cuerpo frente al interlocutor, lo ausculta con la mirada, hace las pausas necesarias en un limpio control de los silencios y las pausas mientras cuenta que es un buen chico que sufre mucho porque su bisexualidad es incomprendida, que entiende la realidad latinoamericana y que de alguna manera la historia le absolverá.

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En las ruedas de prensa entra, saluda, da la mano, pregunta uno a uno su nombre, mira de soslayo y luego a los ojos, y desde el primer momento, intima con la prensa, hace de la información un asunto personal, les escucha y se ocupa de lo que escucha.

En la entrevista mide al interlocutor, muestra su mejor lado, busca una posición más cómoda, se ocupa, se esfuerza, por hacerse entender. Si sus novelas se vendieran solo por la imagen que se esfuerza en dar, tendrían un éxito garantizado.

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A Bayly se le trata duramente, y él se resiente por su supuesta falta de decoro en lo referente a su conducta sexual, pero su humanidad muestra en apariencia que está más...