Banchs, un misterioso poeta argentino admirado por Borges

Enrique Banchs, poco conocido fuera de las fronteras de su patria, fue, para Jorge Luis Borges, "el primer poeta argentino". Publicó su último libro a los 23 años y a partir de ese momento mantuvo un obstinado silencio de más de medio siglo.

Banchs (1888-1968) integró el grupo de la primera época de la revista "Nosotros", dirigió la publicación pedagógica "El Monitor de la Educación Común" y obtuvo los premios de la Fundación Severo Vaccaro y el de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores.

Su poesía, noble en el pensamiento e impecable en la forma, pertenece cronológicamente al modernismo, aunque no pocas veces se interna, por lo diáfano de los temas y la extremada depuración formal, en el territorio de la poesía pura.

Es visible la influencia de los clásicos italianos y españoles y una grata asimilación de los poetas sajones, en la recreación de algunas escenas del Romancero y de las baladas, y sobre todo en la exaltación del amor, hasta tal punto que su último libro, " La urna", estructurada en sonetos, ha sido comparada con las obras de Petrarca. Son especialmente notables sus sonetos "Tornasolando el flanco", " Entra la aurora en el jardín" y " Hospitalario y fiel en su reflejo".

BUSCANDO LAS FORMAS CLÁSICAS.

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Enrique Banchs, poco conocido fuera de las fronteras de su patria, fue, para Jorge Luis Borges, "el primer poeta argentino". Publicó su último libro a los 23 años y a partir de ese momento mantuvo un obstinado silencio de más de medio siglo.

Banchs (1888-1968) integró el grupo de la primera época de la revista "Nosotros", dirigió la publicación pedagógica "El Monitor de la Educación Común" y obtuvo los premios de la Fundación Severo Vaccaro y el de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores.

Su poesía, noble en el pensamiento e impecable en la forma, pertenece cronológicamente al modernismo, aunque no pocas veces se interna, por lo diáfano de los temas y la extremada depuración formal, en el territorio de la poesía pura.

Es visible la influencia de los clásicos italianos y españoles y una grata asimilación de los poetas sajones, en la recreación de algunas escenas del Romancero y de las baladas, y sobre todo en la exaltación del amor, hasta tal punto que su último libro, " La urna", estructurada en sonetos, ha sido comparada con las obras de Petrarca. Son especialmente notables sus sonetos "Tornasolando el flanco", " Entra la aurora en el jardín" y " Hospitalario y fiel en su reflejo".

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