Ayrton Senna, el eterno campeón

Correr para ganar siempre, no por competir, era la filosofía de Ayrton Senna da Silva, el tres veces campeón mundial de Fórmula Uno que el 21 de marzo cumpliría 50 años si la tragedia no se hubiera interpuesto en su camino cuando estaba en la cima de su carrera, a los 34 recién cumplidos.

DESTACADOS:.

-- Los brasileños suelen decir que desde la muerte de Senna las mañanas de domingo nunca más fueron las mismas porque cuando él corría era un placer levantarse temprano para sentarse frente al televisor a verlo. Ganara o no, era un espectáculo.

-- Campeón Mundial de Fórmula Uno en 1988, 1990 y 1991, a los mandos de un McLaren Honda. En las diez temporadas completas que disputó, Senna corrió 162 Grandes Premios, venció 41 de ellos, subió 80 veces al podio y consiguió 65 "pole positions".

-- "El segundo es el primero de los perdedores", decía, y también consideraba "demagogia" la idea de que "lo importante es competir".



Considerado por muchos como el más genial piloto que haya pasado por la categoría reina del automovilismo, Senna tenía talento, osadía, inteligencia, disciplina, técnica, fuerza física y de voluntad, tenía sed de triunfos y hambre de gloria, tenía todas las características que pueden adornar a un gran campeón y que hacen la diferencia con el resto.

"El...

Correr para ganar siempre, no por competir, era la filosofía de Ayrton Senna da Silva, el tres veces campeón mundial de Fórmula Uno que el 21 de marzo cumpliría 50 años si la tragedia no se hubiera interpuesto en su camino cuando estaba en la cima de su carrera, a los 34 recién cumplidos.

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-- Los brasileños suelen decir que desde la muerte de Senna las mañanas de domingo nunca más fueron las mismas porque cuando él corría era un placer levantarse temprano para sentarse frente al televisor a verlo. Ganara o no, era un espectáculo.

-- Campeón Mundial de Fórmula Uno en 1988, 1990 y 1991, a los mandos de un McLaren Honda. En las diez temporadas completas que disputó, Senna corrió 162 Grandes Premios, venció 41 de ellos, subió 80 veces al podio y consiguió 65 "pole positions".

-- "El segundo es el primero de los perdedores", decía, y también consideraba "demagogia" la idea de que "lo importante es competir".



Considerado por muchos como el más genial piloto que haya pasado por la categoría reina del automovilismo, Senna tenía talento, osadía, inteligencia, disciplina, técnica, fuerza física y de voluntad, tenía sed de triunfos y hambre de gloria, tenía todas las características que pueden adornar a un gran campeón y que hacen la diferencia con el resto.

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Correr para ganar siempre, no por competir, era la filosofía de Ayrton Senna da Silva, el tres veces campeón mundial de Fórmula Uno que el 21 de marzo cumpliría 50 años si la tragedia no se hubiera interpuesto en su camino cuando estaba en la cima de su carrera, a los 34 recién cumplidos.

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-- Los brasileños suelen decir que desde la muerte de Senna las mañanas de domingo nunca más fueron las mismas porque cuando él corría era un placer levantarse temprano para sentarse frente al televisor a verlo. Ganara o no, era un espectáculo.

-- Campeón Mundial de Fórmula Uno en 1988, 1990 y 1991, a los mandos de un McLaren Honda. En las diez temporadas completas que disputó, Senna corrió 162 Grandes Premios, venció 41 de ellos, subió 80 veces al podio y consiguió 65 "pole positions".

-- "El segundo es el primero de los perdedores", decía, y también consideraba "demagogia" la idea de que "lo importante es competir".



Considerado por muchos como el más genial piloto que haya pasado por la categoría reina del automovilismo, Senna tenía talento, osadía, inteligencia, disciplina, técnica, fuerza física y de voluntad, tenía sed de triunfos y hambre de gloria, tenía todas las características que pueden adornar a un gran campeón y que hacen la diferencia con el resto.

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Correr para ganar siempre, no por competir, era la filosofía de Ayrton Senna da Silva, el tres veces campeón mundial de Fórmula Uno que el 21 de marzo cumpliría 50 años si la tragedia no se hubiera interpuesto en su camino cuando estaba en la cima de su carrera, a los 34 recién cumplidos.

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-- Los brasileños suelen decir que desde la muerte de Senna las mañanas de domingo nunca más fueron las mismas porque cuando él corría era un placer levantarse temprano para sentarse frente al televisor a verlo. Ganara o no, era un espectáculo.

-- Campeón Mundial de Fórmula Uno en 1988, 1990 y 1991, a los mandos de un McLaren Honda. En las diez temporadas completas que disputó, Senna corrió 162 Grandes Premios, venció 41 de ellos, subió 80 veces al podio y consiguió 65 "pole positions".

-- "El segundo es el primero de los perdedores", decía, y también consideraba "demagogia" la idea de que "lo importante es competir".



Considerado por muchos como el más genial piloto que haya pasado por la categoría reina del automovilismo, Senna tenía talento, osadía, inteligencia, disciplina, técnica, fuerza física y de voluntad, tenía sed de triunfos y hambre de gloria, tenía todas las características que pueden adornar a un gran campeón y que hacen la diferencia con el resto.

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