29/12/2003 12:00 (UTC)
A pesar de su contradictoria situación, como género mayor pero de mínima circulación editorial y de mercado, la poesía española ha tenido una etapa de crecimiento sostenido y sosegado durante la última temporada literaria, alcanzando a tener un número cada vez más fiel de lectores y una altura creativa nada desdeñable.
Gracias a medianas y pequeñas casas impresoras, desde Hiperión, Algaida, Visor, Renacimiento, Lumen o Tusquets hasta Endymión, Corona del Sur, Siruela, Rialp, Torremozas, Edicions 62, Calima, DVD, Devenir, Galaxia de Gutemberg o Pre-Textos, entre otras, los libros de poemas han llegado con cierta regularidad hasta los anaqueles y escaparates, fase indispensable para que alguien en algún momento se decida a comprarlos y leerlos. Poemarios, además, surgidos del trabajo creativo serio, tanto de autores ya acreditados como de otros más jóvenes o nuevos. A veces incluso galardonados con premios de verdadera independencia, rigor crítico y enjundia, no sólo económica. De Antonio Colinas nos ha llegado a las manos en los pasados meses la antología titulada “La hora interior”, excelentemente editada por la Junta de Castilla y León, y que ofrece en sus casi trescientas páginas un recorrido selecto y sistemático por las catorce entregas poéticas de este maestro, con líneas rescatadas de libros...
A pesar de su contradictoria situación, como género mayor pero de mínima circulación editorial y de mercado, la poesía española ha tenido una etapa de crecimiento sostenido y sosegado durante la última temporada literaria, alcanzando a tener un número cada vez más fiel de lectores y una altura creativa nada desdeñable.
Gracias a medianas y pequeñas casas impresoras, desde Hiperión, Algaida, Visor, Renacimiento, Lumen o Tusquets hasta Endymión, Corona del Sur, Siruela, Rialp, Torremozas, Edicions 62, Calima, DVD, Devenir, Galaxia de Gutemberg o Pre-Textos, entre otras, los libros de poemas han llegado con cierta regularidad hasta los anaqueles y escaparates, fase indispensable para que alguien en algún momento se decida a comprarlos y leerlos. Poemarios, además, surgidos del trabajo creativo serio, tanto de autores ya acreditados como de otros más jóvenes o nuevos. A veces incluso galardonados con premios de verdadera independencia, rigor crítico y enjundia, no sólo económica. De Antonio Colinas nos ha llegado a las manos en los pasados meses la antología titulada “La hora interior”, excelentemente editada por la Junta de Castilla y León, y que ofrece en sus casi trescientas páginas un recorrido selecto y sistemático por las catorce entregas poéticas de este maestro, con líneas rescatadas de libros...
A pesar de su contradictoria situación, como género mayor pero de mínima circulación editorial y de mercado, la poesía española ha tenido una etapa de crecimiento sostenido y sosegado durante la última temporada literaria, alcanzando a tener un número cada vez más fiel de lectores y una altura creativa nada desdeñable.
Gracias a medianas y pequeñas casas impresoras, desde Hiperión, Algaida, Visor, Renacimiento, Lumen o Tusquets hasta Endymión, Corona del Sur, Siruela, Rialp, Torremozas, Edicions 62, Calima, DVD, Devenir, Galaxia de Gutemberg o Pre-Textos, entre otras, los libros de poemas han llegado con cierta regularidad hasta los anaqueles y escaparates, fase indispensable para que alguien en algún momento se decida a comprarlos y leerlos. Poemarios, además, surgidos del trabajo creativo serio, tanto de autores ya acreditados como de otros más jóvenes o nuevos. A veces incluso galardonados con premios de verdadera independencia, rigor crítico y enjundia, no sólo económica. De Antonio Colinas nos ha llegado a las manos en los pasados meses la antología titulada “La hora interior”, excelentemente editada por la Junta de Castilla y León, y que ofrece en sus casi trescientas páginas un recorrido selecto y sistemático por las catorce entregas poéticas de este maestro, con líneas rescatadas de libros...
A pesar de su contradictoria situación, como género mayor pero de mínima circulación editorial y de mercado, la poesía española ha tenido una etapa de crecimiento sostenido y sosegado durante la última temporada literaria, alcanzando a tener un número cada vez más fiel de lectores y una altura creativa nada desdeñable.
Gracias a medianas y pequeñas casas impresoras, desde Hiperión, Algaida, Visor, Renacimiento, Lumen o Tusquets hasta Endymión, Corona del Sur, Siruela, Rialp, Torremozas, Edicions 62, Calima, DVD, Devenir, Galaxia de Gutemberg o Pre-Textos, entre otras, los libros de poemas han llegado con cierta regularidad hasta los anaqueles y escaparates, fase indispensable para que alguien en algún momento se decida a comprarlos y leerlos. Poemarios, además, surgidos del trabajo creativo serio, tanto de autores ya acreditados como de otros más jóvenes o nuevos. A veces incluso galardonados con premios de verdadera independencia, rigor crítico y enjundia, no sólo económica. De Antonio Colinas nos ha llegado a las manos en los pasados meses la antología titulada “La hora interior”, excelentemente editada por la Junta de Castilla y León, y que ofrece en sus casi trescientas páginas un recorrido selecto y sistemático por las catorce entregas poéticas de este maestro, con líneas rescatadas de libros...
Story content:
Luis Alberto de Cuenca publicó este año “Sin miedo ni esperanza”.
Antonio Colinas ha publicado la antología titulada “La hora interior”.
Antonio Gamoneda junto a la poetisa Esther Giménez.
El poeta Luis García Montero sonríe, acompañado de su mujer, la escritora Almudena Grandes, tras recibir el 9 de mayo de 2003 la Medalla de Oro al Mérito por Granada.
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