El América quiere revivir su romance con el holandés Leo Beenhakker

El América, uno de los equipos más populares de México, tiene otra vez como técnico a Leo Beenhakker, ex entrenador del Real Madrid, del Ajax y de la selección de Holanda. El club quiere revivir su romance con el holandés.

Quieren estadios llenos y buen fútbol. Quieren el espectáculo que no les dio el técnico mexicano Manuel Lapuente, aunque si les llevó un título más a sus tribunas. Para eso convencieron a Beenhakker, para eso trajeron al "Loco" Abreu, el uruguayo goleador que hará su tercera incursión en el fútbol mexicano en este torneo Apertura 2003.

Y es que los americanistas tenían el nombre de Leo a flor de labios y sus éxitos venían a la memoria con cada derrota y cada frustración. El murmullo se volvió clamor hasta que el América convenció al técnico holandés para intentar revivir aquellos estadios llenos de satisfacciones.

Ocho años y tres meses han transcurrido desde que el 6 de abril de 1995, fue despedido por el América sin que mediara una explicación. Justo cuando el holandés y el equipo eran la gran sensación de la liga mexicana. Los fanáticos de la camiseta amarilla y azul nunca supieron ni entendieron por qué perdió el trabajo un técnico que estaba en la cima de la clasificación.

Y menos...

El América, uno de los equipos más populares de México, tiene otra vez como técnico a Leo Beenhakker, ex entrenador del Real Madrid, del Ajax y de la selección de Holanda. El club quiere revivir su romance con el holandés.

Quieren estadios llenos y buen fútbol. Quieren el espectáculo que no les dio el técnico mexicano Manuel Lapuente, aunque si les llevó un título más a sus tribunas. Para eso convencieron a Beenhakker, para eso trajeron al "Loco" Abreu, el uruguayo goleador que hará su tercera incursión en el fútbol mexicano en este torneo Apertura 2003.

Y es que los americanistas tenían el nombre de Leo a flor de labios y sus éxitos venían a la memoria con cada derrota y cada frustración. El murmullo se volvió clamor hasta que el América convenció al técnico holandés para intentar revivir aquellos estadios llenos de satisfacciones.

Ocho años y tres meses han transcurrido desde que el 6 de abril de 1995, fue despedido por el América sin que mediara una explicación. Justo cuando el holandés y el equipo eran la gran sensación de la liga mexicana. Los fanáticos de la camiseta amarilla y azul nunca supieron ni entendieron por qué perdió el trabajo un técnico que estaba en la cima de la clasificación.

Y menos...