Alberto de Mónaco y Charlene, al fin casados

Mónaco vuelve a tener príncipe y princesa en el trono. El enlace religioso entre Alberto II y Charlene Wittstock pone punto y final a la larga soltería del hijo de Rainiero y Grace Kelly, cuyo recuerdo ha estado más presente que nunca.

DESTACADOS:.

-- Ochocientos invitados tuvieron acceso al patio de honor, techado por una gran carpa para mitigar el sol, y coronado por la Galería de Hércules, donde esperaban a los novios sentados en una semicircunferencia para poder contemplar cada detalle de la homilía, oficiada por el arzobispo de Mónaco, Bernard Barsi.

-- Durante la ceremonia, ya más relajados, los novios se dirigieron guiños, miradas y sonrisas, y en algún momento se volvieron hacia atrás para recibir el apoyo de sus familias. Sin embargo, sus semblantes también reflejaron la reflexión, el recogimiento y la tensión del momento.

-- Paulina, la segunda hija de la princesa Estefanía, tomó la palabra en un momento de la ceremonia para leer unas líneas del Libro de Tobías. Minutos después Carlota, hija de la princesa Carolina, fue la encargada de leer la carta de amor de San Juan a los corintios.

El imponente patio de honor del palacio de Mónaco ha sido el lugar elegido por los novios para celebrar la ceremonia...

Mónaco vuelve a tener príncipe y princesa en el trono. El enlace religioso entre Alberto II y Charlene Wittstock pone punto y final a la larga soltería del hijo de Rainiero y Grace Kelly, cuyo recuerdo ha estado más presente que nunca.

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-- Ochocientos invitados tuvieron acceso al patio de honor, techado por una gran carpa para mitigar el sol, y coronado por la Galería de Hércules, donde esperaban a los novios sentados en una semicircunferencia para poder contemplar cada detalle de la homilía, oficiada por el arzobispo de Mónaco, Bernard Barsi.

-- Durante la ceremonia, ya más relajados, los novios se dirigieron guiños, miradas y sonrisas, y en algún momento se volvieron hacia atrás para recibir el apoyo de sus familias. Sin embargo, sus semblantes también reflejaron la reflexión, el recogimiento y la tensión del momento.

-- Paulina, la segunda hija de la princesa Estefanía, tomó la palabra en un momento de la ceremonia para leer unas líneas del Libro de Tobías. Minutos después Carlota, hija de la princesa Carolina, fue la encargada de leer la carta de amor de San Juan a los corintios.

El imponente patio de honor del palacio de Mónaco ha sido el lugar elegido por los novios para celebrar la ceremonia...

Mónaco vuelve a tener príncipe y princesa en el trono. El enlace religioso entre Alberto II y Charlene Wittstock pone punto y final a la larga soltería del hijo de Rainiero y Grace Kelly, cuyo recuerdo ha estado más presente que nunca.

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-- Ochocientos invitados tuvieron acceso al patio de honor, techado por una gran carpa para mitigar el sol, y coronado por la Galería de Hércules, donde esperaban a los novios sentados en una semicircunferencia para poder contemplar cada detalle de la homilía, oficiada por el arzobispo de Mónaco, Bernard Barsi.

-- Durante la ceremonia, ya más relajados, los novios se dirigieron guiños, miradas y sonrisas, y en algún momento se volvieron hacia atrás para recibir el apoyo de sus familias. Sin embargo, sus semblantes también reflejaron la reflexión, el recogimiento y la tensión del momento.

-- Paulina, la segunda hija de la princesa Estefanía, tomó la palabra en un momento de la ceremonia para leer unas líneas del Libro de Tobías. Minutos después Carlota, hija de la princesa Carolina, fue la encargada de leer la carta de amor de San Juan a los corintios.

El imponente patio de honor del palacio de Mónaco ha sido el lugar elegido por los novios para celebrar la ceremonia...

Mónaco vuelve a tener príncipe y princesa en el trono. El enlace religioso entre Alberto II y Charlene Wittstock pone punto y final a la larga soltería del hijo de Rainiero y Grace Kelly, cuyo recuerdo ha estado más presente que nunca.

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-- Durante la ceremonia, ya más relajados, los novios se dirigieron guiños, miradas y sonrisas, y en algún momento se volvieron hacia atrás para recibir el apoyo de sus familias. Sin embargo, sus semblantes también reflejaron la reflexión, el recogimiento y la tensión del momento.

-- Paulina, la segunda hija de la princesa Estefanía, tomó la palabra en un momento de la ceremonia para leer unas líneas del Libro de Tobías. Minutos después Carlota, hija de la princesa Carolina, fue la encargada de leer la carta de amor de San Juan a los corintios.

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Mónaco vuelve a tener príncipe y princesa en el trono. El enlace religioso entre Alberto II y Charlene Wittstock pone punto y final a la larga soltería del hijo de Rainiero y Grace Kelly, cuyo recuerdo ha estado más presente que nunca.

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-- Ochocientos invitados tuvieron acceso al patio de honor, techado por una gran carpa para mitigar el sol, y coronado por la Galería de Hércules, donde esperaban a los novios sentados en una semicircunferencia para poder contemplar cada detalle de la homilía, oficiada por el arzobispo de Mónaco, Bernard Barsi.

-- Durante la ceremonia, ya más relajados, los novios se dirigieron guiños, miradas y sonrisas, y en algún momento se volvieron hacia atrás para recibir el apoyo de sus familias. Sin embargo, sus semblantes también reflejaron la reflexión, el recogimiento y la tensión del momento.

-- Paulina, la segunda hija de la princesa Estefanía, tomó la palabra en un momento de la ceremonia para leer unas líneas del Libro de Tobías. Minutos después Carlota, hija de la princesa Carolina, fue la encargada de leer la carta de amor de San Juan a los corintios.

El imponente patio de honor del palacio de Mónaco ha sido el lugar elegido por los novios para celebrar la ceremonia...