07/11/2024 10:22 (UTC)
La biomasa de la Península Ibérica puede ser una aliada estratégica para producir un textil sostenible que libere a los países de la Unión Europea (UE) de la dependencia de China. Así lo plantea el proyecto Be@t, donde 56 socios gestionan en Portugal una investigación conjunta con 139 millones de euros financiados con Fondos Next Generation de la UE.
Uno de los principales objetivos es generar nuevos biomateriales que revolucionen el sector textil en la UE para hacerlo más resiliente y amigo del medio ambiente: El lyocell que se obtiene a partir de la celulosa de la madera es uno de los retos.
Empresas, universidades y centros tecnológicos europeos se han aliado y han establecido un laboratorio de investigación en el Centro Tecnológico del Textil y el Vestuario de Portugal (CITEVE), en Vila Nova de Famalicão.
El director general de este centro, António Braz Costa, avanza en una entrevista con EFE que la gran apuesta de este proyecto es aprovechar la biomasa de la Península Ibérica y obtener materiales textiles a partir de la celulosa.
"Lo más difícil es que sean fibras funcionales y sostenibles y al mismo tiempo que no provengan del petróleo", afirma Braz Costa.
La clave está en la biomasa, la paja de los cereales, la madera del eucalipto o de otros árboles, ya que "todo lo que sea fuente de celulosa es una oportunidad y, además, es una materia prima que tenemos tanto en Portugal como en España", argumenta.
A día de hoy, "toda la fibra del textil proviene de Asia", por lo que la Unión Europea también tiene una fuerte dependencia en este sector.
Además, con las fibras textiles que salen de la materia prima de la biomasa se garantiza que "sean de alta calidad", al tiempo que se evita que su procedencia sea del petróleo.
A través del proyecto Bea@t se ha constituido un grupo de especialistas en biotecnología, físicos y bioquímicos, entre otros, que han creado un laboratorio experimental para la obtención de fibras a partir de la celulosa.
Nelson Durães, uno de los responsables de esta instalación ubicada en Vila Nova de Famalicão, detalla a EFE que el proceso tiene diferentes fases en las que ensayan la generación de las denominadas fibras de 'lyocell' mediante pasta de celulosa soluble procedente de la madera.
La iniciativa cuenta con el apoyo del grupo Altri, uno de los 56 socios de este proyecto Be@t. Este conglomerado empresarial pretende construir una factoría de lyocell a partir de madera de eucalipto en la zona española de Palas de Rei (Galicia), un proyecto que ha provocado reticencias de grupos ecologistas y algunos políticos.
La futura planta ha recibido más de 24.000 alegaciones a las que se está respondiendo para que la Xunta de Galicia tome la decisión final de apoyar o no el proyecto.
Braz Costa indica que entre Portugal y Galicia se podría cubrir toda la cadena de producción del sector textil, con la materia prima de lyocell, aunque a día de hoy es China la proveedora del 95 % de fibras sintéticas.
El responsable considera que incluso España y Portugal podrían convertirse en exportadores de este tipo de textil ecológico, que cada vez es más necesario porque "las marcas de fabricación de ropa están muy presionadas tanto por las leyes como por la propia ciudadanía".
Los fabricantes de ropa con textiles originados a partir de derivados del petróleo y colorantes también de origen fósil están obligados a cambiar la tendencia y necesitan soluciones aliadas con el medio ambiente.
Asimismo, a diferencia de la fabricación de fibras textiles a partir del algodón, el tejido obtenido de la celulosa necesitaría un 80 % menos de agua, asegura el director del CITEVE.
El reciclaje es otro de los desafíos del sector textil y en el proyecto europeo Be@t intentan ofrecer alternativas.
Según Braz Costa, "el reciclaje de las fibras de lyocell es infinito", al hacerse mediante un proceso bioquímico y no mecánico.
En el caso de las fibras sintéticas, además de separar el poliéster del algodón, "hay que reciclar sus colorantes, que también proceden del petróleo".
"La solución también la tenemos en la Península Ibérica con materias primas de las que podamos obtener biocolorantes", augura.
A través de la ceniza de la biomasa ya han logrado en el Be@t biocolorantes para las tonalidades del negro e, incluso, han obtenido tintes naturales que ya han patentado a través de las setas.
"Tenemos la materia prima para no depender de China y podemos completar entre Portugal y España toda la cadena de valor en el sector textil, algo que va a ser una gran oportunidad para la Unión Europea”, concluye el directivo del centro de investigación.
EFE
cgg
António Braz Costa. director del Centro Tecnológico del Textil y el Vestuario de Portugal (CITEVE), en Vila Nova de Famalicão (Portugal)/Carlos García
Nelson Durães, uno de los responsables del laboratorio experimental para la fabricación de Lyocell en el CITEVE de Vila Nova de Famalicão (Portugal), muestra la pasta obtenida a partir de la madera de eucalipto de la que se obtendrá el lyocell para el textil./Carlos García
Una de las investigadoras del laboratorio experimental para la fabricación de Lyocell en el CITEVE de Vila Nova de Famalicão (Portugal), muestra una bobina de lyocell obtenida a partir de la madera de eucalipto./Carlos García
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La biomasa ibérica, aliada estratégica en la UE contra el textil fósil
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