El largo adiós de los fieles al papa

El fallecimiento de una figura pública de alcance planetario y trascendencia religiosa y espiritual como el papa Francisco, marca para millones de personas el comienzo de un proceso de duelo, caracterizado por la pena y el dolor, pero aliviado por la creencia católica de que la muerte representa un reencuentro definitivo con Dios…

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— “Para muchas personas el papa representa a nivel psicológico un padre, que transmite ese amor incondicional hacia sus hijos”, explica María González, psicóloga del Instituto Centta español.

— “Tras sentir tristeza y añoranza, un católico tiene la certeza de que después de morir, el papa pasa a la vida eterna junto a Dios y al amor profundo de éste como padre celestial”, según González.

— “El hecho de que el duelo sea colectivo e incluya una serie de ritos funerarios y ceremonias públicas, ayuda a que la pérdida del pontífice sea mejor procesada a nivel psicológico”, puntualiza.

El papa Francisco ya no está físicamente entre nosotros, pero millones de personas tardarán un tiempo prologando en asimilar esta pérdida y en reemplazar su presencia por su ausencia en sus mentes y corazones, según explican los especialistas.

El fallecimiento de una figura pública de la talla de un pontífice, inicia un proceso de duelo psicológico, que trasciende el habitual sentimiento de dolor...

El fallecimiento de una figura pública de alcance planetario y trascendencia religiosa y espiritual como el papa Francisco, marca para millones de personas el comienzo de un proceso de duelo, caracterizado por la pena y el dolor, pero aliviado por la creencia católica de que la muerte representa un reencuentro definitivo con Dios…

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— “Para muchas personas el papa representa a nivel psicológico un padre, que transmite ese amor incondicional hacia sus hijos”, explica María González, psicóloga del Instituto Centta español.

— “Tras sentir tristeza y añoranza, un católico tiene la certeza de que después de morir, el papa pasa a la vida eterna junto a Dios y al amor profundo de éste como padre celestial”, según González.

— “El hecho de que el duelo sea colectivo e incluya una serie de ritos funerarios y ceremonias públicas, ayuda a que la pérdida del pontífice sea mejor procesada a nivel psicológico”, puntualiza.

El papa Francisco ya no está físicamente entre nosotros, pero millones de personas tardarán un tiempo prologando en asimilar esta pérdida y en reemplazar su presencia por su ausencia en sus mentes y corazones, según explican los especialistas.

El fallecimiento de una figura pública de la talla de un pontífice, inicia un proceso de duelo psicológico, que trasciende el habitual sentimiento de dolor...