16/06/2025 09:30 (UTC)
El Museo Arqueológico Nacional propone este verano un viaje al Egipto del siglo XIX a través de los ojos de Eduard Toda i Güell, diplomático, humanista y pionero del coleccionismo egiptológico en España. Más de 400 piezas seleccionadas de su excepcional legado —la mayor colección egipcia del museo— permiten redescubrir la pasión de Toda i Güell por la antigüedad faraónica y su papel en la historia cultural del país.
La sorprendente historia del primer coleccionista y egiptólogo español tiene nombre propio: Eduard Toda, diplomático y filántropo catalán y viajero incansable Fue uno de los testigos privilegiados del hallazgo de la tumba de Senedjem, artesano de la época de Ramsés II, en Deir el-Medina, en la orilla occidental del río Nilo, frente a Luxor, necrópolis de los constructores de tumbas reales, Fue uno de los pocos europeos de su tiempo que pudo contemplar de primera mano la tumba de Senedjem, al penetrar en una de las cámaras funerarias mejor conservadas y decoradas del Antiguo Egipto. Aquel descubrimiento ofreció un testimonio único de la vida cotidiana de los artesanos que sirvieron a los faraones del Valle de los ReyesEduard Toda donó toda su colección al Estado español en 1887, y a día de hoy constituye el núcleo más importante del fondo egipcio del Museo Arqueológico Nacional. Documentos, fotografías originales y objetos del ajuar funerario acompañan esta muestra que podrá visitarse...
El Museo Arqueológico Nacional propone este verano un viaje al Egipto del siglo XIX a través de los ojos de Eduard Toda i Güell, diplomático, humanista y pionero del coleccionismo egiptológico en España. Más de 400 piezas seleccionadas de su excepcional legado —la mayor colección egipcia del museo— permiten redescubrir la pasión de Toda i Güell por la antigüedad faraónica y su papel en la historia cultural del país.
La sorprendente historia del primer coleccionista y egiptólogo español tiene nombre propio: Eduard Toda, diplomático y filántropo catalán y viajero incansable Fue uno de los testigos privilegiados del hallazgo de la tumba de Senedjem, artesano de la época de Ramsés II, en Deir el-Medina, en la orilla occidental del río Nilo, frente a Luxor, necrópolis de los constructores de tumbas reales, Fue uno de los pocos europeos de su tiempo que pudo contemplar de primera mano la tumba de Senedjem, al penetrar en una de las cámaras funerarias mejor conservadas y decoradas del Antiguo Egipto. Aquel descubrimiento ofreció un testimonio único de la vida cotidiana de los artesanos que sirvieron a los faraones del Valle de los ReyesEduard Toda donó toda su colección al Estado español en 1887, y a día de hoy constituye el núcleo más importante del fondo egipcio del Museo Arqueológico Nacional. Documentos, fotografías originales y objetos del ajuar funerario acompañan esta muestra que podrá visitarse...
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La sorprendente historia del primer coleccionista y egiptólogo español tiene nombre propio: Eduard Toda, diplomático y filántropo catalán y viajero incansable Fue uno de los testigos privilegiados del hallazgo de la tumba de Senedjem, artesano de la época de Ramsés II, en Deir el-Medina, en la orilla occidental del río Nilo, frente a Luxor, necrópolis de los constructores de tumbas reales, Fue uno de los pocos europeos de su tiempo que pudo contemplar de primera mano la tumba de Senedjem, al penetrar en una de las cámaras funerarias mejor conservadas y decoradas del Antiguo Egipto. Aquel descubrimiento ofreció un testimonio único de la vida cotidiana de los artesanos que sirvieron a los faraones del Valle de los ReyesEduard Toda donó toda su colección al Estado español en 1887, y a día de hoy constituye el núcleo más importante del fondo egipcio del Museo Arqueológico Nacional. Documentos, fotografías originales y objetos del ajuar funerario acompañan esta muestra que podrá visitarse...
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La sorprendente historia del primer coleccionista y egiptólogo español tiene nombre propio: Eduard Toda, diplomático y filántropo catalán y viajero incansable Fue uno de los testigos privilegiados del hallazgo de la tumba de Senedjem, artesano de la época de Ramsés II, en Deir el-Medina, en la orilla occidental del río Nilo, frente a Luxor, necrópolis de los constructores de tumbas reales, Fue uno de los pocos europeos de su tiempo que pudo contemplar de primera mano la tumba de Senedjem, al penetrar en una de las cámaras funerarias mejor conservadas y decoradas del Antiguo Egipto. Aquel descubrimiento ofreció un testimonio único de la vida cotidiana de los artesanos que sirvieron a los faraones del Valle de los ReyesEduard Toda donó toda su colección al Estado español en 1887, y a día de hoy constituye el núcleo más importante del fondo egipcio del Museo Arqueológico Nacional. Documentos, fotografías originales y objetos del ajuar funerario acompañan esta muestra que podrá visitarse...
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Rostro de Ataúd. Dinastía XXVI Museo Arqueológico Nacional. ‘El Egipto de Eduard Toda. Un viaje al coleccionismo del siglo XIX’, muestra que el Museo Arqueológico Nacional (MAN) dedicada a la figura de este diplomático e intelectual catalán nacido en Reus (1855-1941) y a la colección de más de 1.350 piezas que forman parte de su legado y que donó al Estado español en 1887. Foto: Ángel Martínez Levas. Foto:Museo Arqueológico Nacional.
El diplomático español participó en el descubrimiento de la tumba de Senedjem, una de las más cámaras funerarias más bellamente decoradas y mejor conservadas de la necrópolis de Deir el-Medina, en la orilla occidental del río Nilo, frente a Luxor, que ofrece una ventana única al mundo de los artesanos que trabajaron para los faraones en el Valle de los Reyes. Foto: MAN
Vista general tres cuartos. Caja de Ushebtis de Khabekhent. Dinastía XIX Museo Arqueológico Nacional. Foto: Raúl Fernández Ruiz.
Ataúd. Dinastía XXI Museo Arqueológico Nacional. Foto:Gonzalo Cases Ortega
A finales del siglo XIX, una fotografía insólita mostraba al diplomático catalán Eduard Toda i Güell, apasionado del Antiguo Egipto y considerado el primer egiptólogo español, vestido de momia entre sarcófagos en una de las salas desaparecido Museo de Bulaq, en El Cairo. Foto: Museo Arqueológico Nacional.
Eduard Toda i Güell fue un personaje singular. Diplomático, filántropo, orientalista, políglota, escritor y masón, fue nombrado vicecónsul de España en El Cairo en 1884, donde residió dos años que resultaron fundamentales para su trayectoria vital y profesional.
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